viernes, 26 de octubre de 2012

CHÁVEZ FRÍAS Y LAS OBJETIVAS REALIDADES REVOLUCIONARIAS AMERICANAS



Miguel Ángel del Pozo

Es obligante, como comienzo de estas frases, tratar de explicar qué significarían las “frases-concepto”: “Chávez Frías” y “objetivas realidades revolucionarias americanas” para, en ese marco referencial, poder tratar demostrar la tesis que consideramos como fundamental de revolución en las realidades objetivas globales que con motivo de la “Crisis de Wall Street” han obligado al “sistema capitalista” reflexionar sobre su propia existencia en los actuales tiempos históricos vista la idea de que el sistema capitalista estaría caminando sin retorno a su profunda crisis existencial con las posibilidades de cambios profundos tanto en los referentes estado-nacionales como en los marcos referenciales de la globalización en su etapa superior del “imperialismo globalizado” visto y conocido el proceso histórico que, como hemos repetido en anteriores oportunidades, comenzó a finales del siglo XVIII con profundo impacto a partir de la política impuesta por Washington denominada como “Open Door” a comienzos del siglo XX.
La “frase-concepto”: “Chávez Frías” cuando buscamos definirla como concepto debería quedar concretada como “Chávez” vista la reiterada aseveración, verídica, por cierto, expresada por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, quien ha propuesto públicamente que “…el pueblo es Chávez…”; es decir, no es ni consideramos que el Poder Popular se haya mimetizada con el líder revolucionario bolivariano aún en el marco teórico canettiano de “líder-masa” (sin obviarla completamente) sino que “el líder Chávez” se ha convertido en “idea revolucionaria” camino a incluir, definitivamente, el concepto “socialismo siglo XXI” para asumirse como “Chávez”. En sencillas palabras, razón tendría el especialista en encuesta y analista, Oscar Schemel, quien propone se acepte la conjunción religiosa del Poder Popular con Chávez Frías en el marco ideario de la sociología euro-céntrica judeo-cristiana; nos consideramos que, sin rechazar esa propuesta de Schemel, esa relación en praxis de “unidad líder-masa” contiene una “unidad telúrica autóctona histórica venezolana” donde juegan papel fundamental la la religiosidad tradicional, la antropología, la Historia de Venezuela, la geografía humana, la ideología bolivariana como expresión histórico-nacional expuesta por Simón Bolívar en su caminar independentista. Pero al tiempo que el Poder Popular se convierte en “Chávez”, el paradigma sociológico e ideológico criollo-nacionalista, independientemente se logre aclarar su significado en el marco de las ideologías humanistas-capitalistas, ha traspasado las fronteras nacional-venezolanas para “bañar” hacia las sociedades americanas cuando nos referimos a las sociedades americanas de todo el continente americano. Las razones objetivas y subjetivas que podríamos asumir como demostrativas de dicha tesis propuesta podrían ser, por ejemplo, las “misiones sociales chavistas” como una política social-global-socialista directamente dirigida por la relación Gobierno Bolivariano-Poder Popular que nos consideramos va más allá de las propuestas de la política de “Bienestar Social” de la socialdemocracia, las políticas de recorte presupuestaria de las derechas dirigidas a “castrar” las políticas sociales estrictamente relacionadas con los Derechos Humanos naturales, la “chucuta” política de seguridad social titulada “Obamacare” aunque obliga señalar que, en coordinación internacional, las derechas republicanas estadounidenses promueven la total privatización de la “seguridad social”, privatizar la educación con el agravante de imponer su impulso en la educación selectiva, aumento de los costes en transporte público y la pauperización de la familia después del fracaso de las políticas neoliberales impuestas por ese estadio del capitalismo del “consumo masivo y expansivo” con importantes impactos en la industria y materias primas.
Caminemos por la “frase-concepto”: “objetivas realidades revolucionarias americanas”. Todo un tema e importante. Un tema “peso-pesado” porque son sociedades multi-étnicas, económicamente asimétricas, socialmente encontradas, lingüísticamente profundamente diferentes, evitando ser “radical” en los conceptos sociológico-económico-marxistas (en plural). Hay una realidad real en las diferentes sociedades americanas según los espacios geográfico-humanos donde estén ubicadas. Esa realidad social aún no descrita se expresa según las políticas socio-económicas de sus gobiernos, según sus historias nacionales, según sus expresiones telúricas, sus expresiones religiosas, sus realidades étnicas, sus divisiones de clases sociales, los intereses geopolíticos y geoestratégicos de sus gobiernos en consecuencia con sus políticas de Estado. En ese marco pre-descrito (solamente apuntado) nos encontramos con una realidad objetiva que son los EEUU de América y sus políticas expansivo-imperialistas de “nueva cuño” que se vienen expresando y desarrollando en ese interesante concepto propuesto por José Vicente Rangel cual tituló como la “nueva política Obama”. Pero esa no-homogeneidad socio-cultural-económica e ideológica americana se ha venido viendo impactada por el anterior concepto propuesto: “Chávez”. Cabe la pregunta: ¿cuánto de “Chávez-líder”, cuánto de “Chávez-idea” estarían presente en esas realidades sico-sociales americanas? En el marco de una respuesta a esa inquietud tienen importancia las “políticas sociales” que aprobadas y en desarrollo, se vienen observando, desde allende las fronteras venezolanas, por las sociedades americanas continentales. Esas políticas van acordes y en relación con dos (2) variables americanas; la primera son las estadísticas socio-económicas reales y oficiales que expresan y representan realidades sociales-nacionales de los países americanos. La segunda variable es el factor “comparación” que las sociedades van aprehendiendo, gracias a las mass-media, en calidad comparativa entre la praxis de las políticas sociales bolivarianas (léase: Misiones sociales socialistas, por ejemplo) vis a vis las políticas sociales capitalistas de países con políticas neoliberales. Es decir, el Gobierno Bolivariano presidido por Chávez Frías, viene desarrollando una política socio-económica donde la “acumulación-plusvalía” se invierten, primeramente, en la solución de los “problemas sociales” presentes e inevitablemente históricos como, por ejemplo, la salud, educación como en el desarrollo sostenido de la economía en sus fases obligantes buscando el desarrollo de la “clase media” con conciencia revolucionaria a mediano y largo plazo dentro del marco de una política socialista en desarrollo y perfectibilidad permanente; un socialismo cargado de historia, de teluridad, etnicidad, organización social participativa, responsabilidad medio-ambiental, promoción de la paz continental y allende, cooperación y solidaridad continental, por mención.
El escenario arriba descrito se va conjugando hacia la coordinación de intereses comunes continentales; por ello es obligante cuestionarnos algunas dudas de lógicas consecuencias. En primer lugar, ¿el “concepto Chávez” ha sido adherido en la siques social americana? También, sí el concepto referido ha penetrado la siques social americana ¿cuáles sectores sociales (léase: clases sociales) se han visto afectadas, positivamente, por el “concepto Chávez”? Al tiempo que desglosando la línea de interpretación referida, nos preguntamos sí el “concepto Chávez” ha logrado impactar las y cuáles etnias americanas, cuáles han comprendido aceptándolo como idea, praxis y medio de des-invisibilizarse como grupo social dependiendo de sus autóctonas realidades locales y geografías específicas conjuntamente con sus potencialidades socio-económicas. Como una última pregunta tendríamos que cuestionarnos sí el “concepto Chávez”, como concepto, permea realidades sico-sociales e históricas americanas; en caso que se acepte esta hipótesis, preguntarnos porqué se estaría expresando ese escenario y sus contenidos intrínsecos al concepto de ejercer una importante contribución a la sico-esperanza de “visibilizarse” en las realidades sociales americanas en los actuales momentos de crisis globales no solo en la economía capitalista sino en los paradigmas de las ideologías políticas humanistas (refiérase al humanismo renacentista y ss.) cuando se busca alcanzar la necesaria objetividad de identidad personal como “ser social” en el “ser creado” aunque parezca una contradicción per se.
Tratemos de explicar lo que para algunos sería obvio mientras que para otros socialmente incomprensible cuando de evidente influencia estaría ejerciendo el “concepto Chávez” en las sociedades americanas; ello nos obliga a centrarnos en responder la pregunta: ¿Por qué ahora se estaría desarrollando un escenario cual los positivistas podrían calificar como de “repetición de la Historia” y los marxistas calificarían de proceso histórico de las contradicciones de clases en la evolución perfectible de la estructura economía y de la economía política sobre la base del análisis histórico? Respuesta nada fácil y extensa para estas cortas frases propuestas.
Expresábamos más arriba que la realidad consecuencial de la “Crisis de Wall Street” había impactado realidades globales de la geopolítica mundial. Ello conllevó decisiones ejecutivas en el norte del Mediterráneo, en el “Cuerno de África”, desarrollar la “Crisis del Medio Oriente”, la “talibanización de Paquistán”, buscar desarrollar la “Crisis del Mar del Sur de China” (léase: petróleo, gas, vías para el tránsito naviero), la “Crisis de las islas Daiyu” (léase: política territorial expansiva del Japón y respuesta de la sociedad china) en el marco geopolítico mundial que se lo ha calificado como de una “guerra mundial sin bombas”. Pero con relación a nuestras realidades americanas, la “Crisis de Wall Street” ha impactado negativamente en la sociedad estadounidense, se han profundizado en las realidades de las mafias traficantes de estupefacientes, las realidades del tráfico de armas desde los EEUU de América hacia México buscando profundizar y concretar el “Plan Mérida”, la “Crisis educativa en Chile”, como referentes. Frente a estos propuestos escenarios, las realidades de la política socio-económica de la Revolución Bolivariana, la expansión de la “democracia participativa” con demostraciones en praxis de las perfectibilidades de los Derechos Humanos de la sociedad venezolana expresadas, por ejemplo, en la participación en el ejercicio del voto y las seguridades y respetos del voto personal, en las responsabilidades a nivel de los Consejos Comunales y las Comunas en permanente reformas, tienen la consecuencia sico-social e ideológica en la persona de Chávez Frías, en su relación con el Poder Popular, consolidando su figura tanto como líder como referencia objetiva de progreso en la siques social venezolana; quizás ello sea lo que Schemel denomina como la “religiosidad chavista”. Ahí queda eso para la “pajita dialéctica”.