Por Miguel Ángel del Pozo
Joseph Goebbels parece haber tenido alguna razón con
aquella aseveración de que “…una mentira
repetida mil veces se convierte en realidad…” (Suponemos
que tan tamaña verdad reflexiva, cínica y capitalista provenga de las
reflexiones del fascista-nazi alemán). Hemos sostenido que una
de las bases ideológicas de las derechas adscritas a la candidatura de Henrique
Capriles Radonski es la “guerra sicológica” cual no solo está sustentada en la
mentira sino, también, en negar sus pasados e intentar influir en la sicología
de la sociedad venezolana con el “miedo”.
Bien lo ha expuesto Jorge Rodríguez en la entrevista que le realizara Ernesto
Villegas en el segmento matutino en VTV cuando demostraba en reiteración con
pruebas las continuas y permanentes mentiras que se contienen en el discurso
tanto del candidato Capriles Radonski como de sus más cercanos seguidores. ¿Qué
hay detrás de esa “guerra sicológica”? Consideramos en acuerdo con Rodríguez
que son las obligadas y necesarias políticas que impone Washington en su
reingeniería de la “Doctrina Monroe” en
el marco de la reingeniería de la crisis en permanencia del capitalismo en los
objetivos en perfectibilidad de la “nueva
doctrina Obama”. Como ustedes, lectores, bien conocen de las guerras de
ocupación militar-religiosas de los imperialismos durante todo el siglo XIX y
parte del XX, el “imperialismo”, en
sus etapas de perfectibilidad inmediatamente finalizada la 2da Guerra Mundial
tanto en Europa como en el Asia-Pacífico, nos referimos al novo imperium de los
Padres Fundadores, ha venido combinando la praxis de la invasión en novísimas
modalidades con la “guerra política”. Vayamos a realidades históricas para
tratar de demostrar nuestra aseveración.
En primer lugar, el “Plan
Marshall”. Resultar muy curioso que el imperialismo-capitalismo (Lenin)
impusiera tanto en Europa como, constitucionalmente, al Japón políticas que le
permitieran (Washington) controlar las decisiones políticas capitalistas que
pudieran desarrollarse según la estructura del estado de los países bajo la
protección “democrática” del Poder washingtoniano. La excusa: el comunismo lo que
le permitió, en nuestro subcontinente americano, desarrollar políticas de corte
militar expresadas en golpes de estado según las circunstancias históricas,
invasiones, entrenamiento militar anti-guerrillero a las fuerzas armadas
nacionales sub-continentales, el necesario control de las materias primas latinoamericanas
y sus mercados consumistas, la obligada invasión ideológica-Walt Disney-Hollywood
solo por mención sustentándose dichas praxis en el “coco comunista” bajo la excusa de la “Cuba de Fidel”. En segundo lugar, bajo la excusa de los primeros
pinitos hacia los comienzos de la “Guerra
Fría” impuso un presidente en la región geográfica al sur de la península
de Corea bajo la autoridad y con la bendición de la Naciones Unidas recién
constituidas que concluyó en la obligada y necesaria “Guerra de Corea” según los avances estadounidenses en la región de
Asia-Pacífico; dicha contienda bélica vio la obligada participación de tropas
chinas-maoístas que concluyó con la división de la península en dos naciones coreanas
en permanente confrontación. Por cierto, permítasenos referir dos realidades
históricas relacionadas con la “Guerra de
Corea”; la primera que durante la confrontación murió en combate un hijo de
Mao Zedong; la segunda fue que el “líder-comisario político”, Zhou Enlai, el
odiado por Richard Nixon, condujo las conversaciones de paz, en inglés, a
través de un intelectual chino profundo conocedor de las obras de William
Shakespeare, cual permitió poder alcanzar la paz. En tercer término histórico, EEUU
de América invadió a Vietnam posterior al “golpe de estado” a un
general-católico-vietnamita durante el gobierno del católico Presidente John F.
Kennedy bajo la excusa de un supuesto ataque a un navío de guerra
estadounidense. En cuarto lugar, deberíamos
dividir el espacio histórico en dos realidades que consideramos son “hechos
históricos” que han impactado profundamente al capitalismo del imperio
estadounidense. El primero fue el “golpe
de estado” contra Salvador Allende. Al diseñar, promover y llevar a cabo el
“golpe de estado” en Chile, los EEUU
de América, inconscientemente, dividió, perfectamente, los campos socio-políticos
latinoamericanos que en sus desarrollos posteriores han venido expresándose en
gobiernos democráticos en participación social en tanto y cuanto esos gobiernos
están diseñando y ejecutando políticas sociales y económicas a favor de los pueblos
ignorados por los poderes capitalistas continentales americanos. La segunda
realidad fue el proceso político-ideológico-financiero-militar que impulsó
Ronald Reagan conjuntamente con autoridades vaticanas (“The keys of this
blood”. Malachi Martin. Nueva York. Touchstone, 1990, pp. 735) para “desgastar”
el poder soviético sobre la base-excusa de la “dictadura stalinista”
adquiriendo los parabienes en kowtow
tanto de Boris Yeltsin como de Mihail Gorbachov; aquellas realidades
permitieron caminar hacia la “Caída del Muro de Berlín”. Pero ¿Qué
significó esa realidad de unificación de ambas zonas geográfica de Alemania
para los intereses del imperio washingtoniano?
Cabe la pregunta: ¿las políticas económicas neoliberales
impulsadas tanto por Reagan como por la señora Thatcher se desarrollaron con
firmeza antes de la “Caída” y/o después de la unidad alemana? Y ¿la
globalización? Los historiadores siempre trataremos de “poner fechas” para las
referencias en nuestros análisis cuando los análisis son sustentados en la
dialéctica.
En ese orden de ideas, ¿qué propuso el neoliberalismo
como “paraíso terrenal”? Reducción del Estado, control de las finanzas
internacionales, nueva política internacional del trabajo, libre empresa,
costos globales industriales altamente reducidos conjuntamente con una
interesante división de calidades y precios de productos de alto consumo, una
propaganda dirigida al consumo y una ideología sustentada y promovida en la
mentira y el miedo (“El miedo”. Corey Robin. México. FCE, 2009, pp. 500). Las
consecuencias fueron la “Quiebra de la
banca estadounidense” en lo que se ha denominado, eufemísticamente, como la
“Crisis de Wall Street” y la quiebra
de las economías mediterráneas en expansión hacia el hinterland comunitario. ¿Cuál
ha sido la respuesta del imperialismo washingtoniano ante las objetivas
realidades de crisis estructural del sistema capitalista? Interesantes
propuestas.
En primer lugar, la promoción de la “Primavera islámica seudo-democrática” tal como se está conociendo
en su desarrollo con sus consecuencias más recientes. En segundo lugar,
profundizar en las diferencias entre el dólar frente al euro como monedas de
cambio en el comercio internacional tratando de evitar la incorporación del
yuan. En tercer lugar, evitar que la economía china siga su inevitable
expansión en el mercado internacional buscando “crear” una crisis interna en China bajo la praxis de acumulación
de stocks en las fábricas chinas por la caída de la demanda internacional de
productos chinos, aumento de la inflación, el desempleo, derechos humanos
capitalistas, promover en la mass-media internacional la supuesta crisis en el
liderazgo del Partido Comunista Chino, corrupción y cerco geográfico
geoestratégico-marítimo. En cuarto lugar, mantener las políticas de la “mentira
& miedo” en las regiones tanto de Asia Central como en la región
geográfica del Medio Oriente (léase: Siria, Israel, Líbano, Iraq, Irán). Por
últimos, el desarrollo de la tesis política de ayudas humanitarias ante
desastres naturales como políticas humanitarias de “soft invasión” que serán
desarrolladas por la armada estadounidense y los “camaritas” SEAL´S. Esta
última política referida está siendo impulsada tanto en las regiones de
Asia-Pacífico como en El Caribe-Centroamérica y en la costa occidental de la
América del Sur. La pregunta sería sí
esta nueva modalidad de invasión aceptada por gobiernos en cooperación
permanente con Washington bajo cualquiera excusa que se pueda poner sobre la
mesa va unida a acuerdos de cooperación militar-defensa como los firmados por
los EEUU de América con Japón, Corea del Sur, Taiwan, Filipinas, Australia,
Vietnam (en proceso) para los países al sur del río Bravo. Mencionábamos más
arriba que el “Golpe de Estado contra el
Presidente Salvador Allende” (Chile) había marcado “un antes y un después” en la sicología social y política latinoamericana
pero, ante ese escenario, el Imperio-imperialismo estadounidense, es decir, los
EEUU de América, necesitan objetivar sus realidades y debilidades con las
finalidades de mantenerse como Imperio-imperialismo global lo que implica que para
ello debe y tiene que conjugar tres (3) sub-conjuntos: la mentira, el miedo y
el paraíso terrenal para cada una de sus tres (3) contradicciones en
dialéctica: China, Rusia y Hugo Rafael Chávez Frías.
En este nuestro proceso electoral en curso, hemos
conocido aquellas ideas relacionadas con mentiras como, por ejemplo, negar las
calidades de las Misiones revolucionarias y bolivarianas; el propagar la idea
que el gobierno estaría “regalando los dineros de los venezolanos” cuando ese
“dinero” se debería invertir en Venezuela; negar el comercio internacional
cuando se trata de la importación de alimentos; ellos son algunos de los
ejemplos relacionados con la mentira. Con relación al miedo es la propagación
de que Venezuela “camina hacia el comunismo”; por último, Capriles Radonski,
por la gracia de Dios, según sus propias palabras expresadas en plena libertad,
nos ha comunicado que en sus primeros 100 días de un supuesto gobierno dirigido
por el señor Capriles Radonski acabará con la inseguridad, construirá puentes,
mejorará las Misiones, entre otros muchas decisiones ejecutivas pero sin
informarnos, nunca jamás, cómo podrá llevar a cabo esas aspiraciones oníricas.