viernes, 14 de septiembre de 2012

MENTIRAS DEL IMPERIO SOBRE CHÁVEZ FRÍAS



Por Miguel Ángel del Pozo
Joseph Goebbels parece haber tenido alguna razón con aquella aseveración de que “…una mentira repetida mil veces se convierte en realidad…” (Suponemos que tan tamaña verdad reflexiva, cínica y capitalista provenga de las reflexiones del fascista-nazi alemán). Hemos sostenido que una de las bases ideológicas de las derechas adscritas a la candidatura de Henrique Capriles Radonski es la “guerra sicológica” cual no solo está sustentada en la mentira sino, también, en negar sus pasados e intentar influir en la sicología de la sociedad venezolana con el “miedo”. Bien lo ha expuesto Jorge Rodríguez en la entrevista que le realizara Ernesto Villegas en el segmento matutino en VTV cuando demostraba en reiteración con pruebas las continuas y permanentes mentiras que se contienen en el discurso tanto del candidato Capriles Radonski como de sus más cercanos seguidores. ¿Qué hay detrás de esa “guerra sicológica”? Consideramos en acuerdo con Rodríguez que son las obligadas y necesarias políticas que impone Washington en su reingeniería de la “Doctrina Monroe” en el marco de la reingeniería de la crisis en permanencia del capitalismo en los objetivos en perfectibilidad de la “nueva doctrina Obama”. Como ustedes, lectores, bien conocen de las guerras de ocupación militar-religiosas de los imperialismos durante todo el siglo XIX y parte del XX, el “imperialismo”, en sus etapas de perfectibilidad inmediatamente finalizada la 2da Guerra Mundial tanto en Europa como en el Asia-Pacífico, nos referimos al novo imperium de los Padres Fundadores, ha venido combinando la praxis de la invasión en novísimas modalidades con la “guerra política”. Vayamos a realidades históricas para tratar de demostrar nuestra aseveración.
En primer lugar, el “Plan Marshall”. Resultar muy curioso que el imperialismo-capitalismo (Lenin) impusiera tanto en Europa como, constitucionalmente, al Japón políticas que le permitieran (Washington) controlar las decisiones políticas capitalistas que pudieran desarrollarse según la estructura del estado de los países bajo la protección “democrática” del Poder washingtoniano. La excusa: el comunismo lo que le permitió, en nuestro subcontinente americano, desarrollar políticas de corte militar expresadas en golpes de estado según las circunstancias históricas, invasiones, entrenamiento militar anti-guerrillero a las fuerzas armadas nacionales sub-continentales, el necesario control de las materias primas latinoamericanas y sus mercados consumistas, la obligada invasión ideológica-Walt Disney-Hollywood solo por mención sustentándose dichas praxis en el “coco comunista” bajo la excusa de la “Cuba de Fidel”. En segundo lugar, bajo la excusa de los primeros pinitos hacia los comienzos de la “Guerra Fría” impuso un presidente en la región geográfica al sur de la península de Corea bajo la autoridad y con la bendición de la Naciones Unidas recién constituidas que concluyó en la obligada y necesaria “Guerra de Corea” según los avances estadounidenses en la región de Asia-Pacífico; dicha contienda bélica vio la obligada participación de tropas chinas-maoístas que concluyó con la división de la península en dos naciones coreanas en permanente confrontación. Por cierto, permítasenos referir dos realidades históricas relacionadas con la “Guerra de Corea”; la primera que durante la confrontación murió en combate un hijo de Mao Zedong; la segunda fue que el “líder-comisario político”, Zhou Enlai, el odiado por Richard Nixon, condujo las conversaciones de paz, en inglés, a través de un intelectual chino profundo conocedor de las obras de William Shakespeare, cual permitió poder alcanzar la paz. En tercer término histórico, EEUU de América invadió a Vietnam posterior al “golpe de estado” a un general-católico-vietnamita durante el gobierno del católico Presidente John F. Kennedy bajo la excusa de un supuesto ataque a un navío de guerra estadounidense. En cuarto lugar,  deberíamos dividir el espacio histórico en dos realidades que consideramos son “hechos históricos” que han impactado profundamente al capitalismo del imperio estadounidense. El primero fue el “golpe de estado” contra Salvador Allende. Al diseñar, promover y llevar a cabo el “golpe de estado” en Chile, los EEUU de América, inconscientemente, dividió, perfectamente, los campos socio-políticos latinoamericanos que en sus desarrollos posteriores han venido expresándose en gobiernos democráticos en participación social en tanto y cuanto esos gobiernos están diseñando y ejecutando políticas sociales y económicas a favor de los pueblos ignorados por los poderes capitalistas continentales americanos. La segunda realidad fue el proceso político-ideológico-financiero-militar que impulsó Ronald Reagan conjuntamente con autoridades vaticanas (“The keys of this blood”. Malachi Martin. Nueva York. Touchstone, 1990, pp. 735) para “desgastar” el poder soviético sobre la base-excusa de la “dictadura stalinista” adquiriendo los parabienes en kowtow tanto de Boris Yeltsin como de Mihail Gorbachov; aquellas realidades permitieron  caminar hacia la “Caída del Muro de Berlín”. Pero ¿Qué significó esa realidad de unificación de ambas zonas geográfica de Alemania para los intereses del imperio washingtoniano?
Cabe la pregunta: ¿las políticas económicas neoliberales impulsadas tanto por Reagan como por la señora Thatcher se desarrollaron con firmeza antes de la “Caída” y/o después de la unidad alemana? Y ¿la globalización? Los historiadores siempre trataremos de “poner fechas” para las referencias en nuestros análisis cuando los análisis son sustentados en la dialéctica.
En ese orden de ideas, ¿qué propuso el neoliberalismo como “paraíso terrenal”? Reducción del Estado, control de las finanzas internacionales, nueva política internacional del trabajo, libre empresa, costos globales industriales altamente reducidos conjuntamente con una interesante división de calidades y precios de productos de alto consumo, una propaganda dirigida al consumo y una ideología sustentada y promovida en la mentira y el miedo (“El miedo”. Corey Robin. México. FCE, 2009, pp. 500). Las consecuencias fueron la “Quiebra de la banca estadounidense” en lo que se ha denominado, eufemísticamente, como la “Crisis de Wall Street” y la quiebra de las economías mediterráneas en expansión hacia el hinterland comunitario. ¿Cuál ha sido la respuesta del imperialismo washingtoniano ante las objetivas realidades de crisis estructural del sistema capitalista? Interesantes propuestas.
En primer lugar, la promoción de la “Primavera islámica seudo-democrática” tal como se está conociendo en su desarrollo con sus consecuencias más recientes. En segundo lugar, profundizar en las diferencias entre el dólar frente al euro como monedas de cambio en el comercio internacional tratando de evitar la incorporación del yuan. En tercer lugar, evitar que la economía china siga su inevitable expansión en el mercado internacional buscando “crear” una crisis interna en China bajo la praxis de acumulación de stocks en las fábricas chinas por la caída de la demanda internacional de productos chinos, aumento de la inflación, el desempleo, derechos humanos capitalistas, promover en la mass-media internacional la supuesta crisis en el liderazgo del Partido Comunista Chino, corrupción y cerco geográfico geoestratégico-marítimo. En cuarto lugar, mantener las políticas de la “mentira & miedo” en las regiones tanto de Asia Central como en la región geográfica del Medio Oriente (léase: Siria, Israel, Líbano, Iraq, Irán). Por últimos, el desarrollo de la tesis política de ayudas humanitarias ante desastres naturales como políticas humanitarias de “soft invasión” que serán desarrolladas por la armada estadounidense y los “camaritas” SEAL´S. Esta última política referida está siendo impulsada tanto en las regiones de Asia-Pacífico como en El Caribe-Centroamérica y en la costa occidental de la América del Sur.  La pregunta sería sí esta nueva modalidad de invasión aceptada por gobiernos en cooperación permanente con Washington bajo cualquiera excusa que se pueda poner sobre la mesa va unida a acuerdos de cooperación militar-defensa como los firmados por los EEUU de América con Japón, Corea del Sur, Taiwan, Filipinas, Australia, Vietnam (en proceso) para los países al sur del río Bravo. Mencionábamos más arriba que el “Golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende” (Chile) había marcado “un antes y un después” en la sicología social y política latinoamericana pero, ante ese escenario, el Imperio-imperialismo estadounidense, es decir, los EEUU de América, necesitan objetivar sus realidades y debilidades con las finalidades de mantenerse como Imperio-imperialismo global lo que implica que para ello debe y tiene que conjugar tres (3) sub-conjuntos: la mentira, el miedo y el paraíso terrenal para cada una de sus tres (3) contradicciones en dialéctica: China, Rusia y Hugo Rafael Chávez Frías.
En este nuestro proceso electoral en curso, hemos conocido aquellas ideas relacionadas con mentiras como, por ejemplo, negar las calidades de las Misiones revolucionarias y bolivarianas; el propagar la idea que el gobierno estaría “regalando los dineros de los venezolanos” cuando ese “dinero” se debería invertir en Venezuela; negar el comercio internacional cuando se trata de la importación de alimentos; ellos son algunos de los ejemplos relacionados con la mentira. Con relación al miedo es la propagación de que Venezuela “camina hacia el comunismo”; por último, Capriles Radonski, por la gracia de Dios, según sus propias palabras expresadas en plena libertad, nos ha comunicado que en sus primeros 100 días de un supuesto gobierno dirigido por el señor Capriles Radonski acabará con la inseguridad, construirá puentes, mejorará las Misiones, entre otros muchas decisiones ejecutivas pero sin informarnos, nunca jamás, cómo podrá llevar a cabo esas aspiraciones oníricas.