CHÁVEZ POTENCIA REVOLUCIONARIA
Enseña Zarathustra: “voluntad es el
nuevo nombre de la alegría liberadora, así se llama el mensajero de la alegría
que en el querer crea y anuncia nuevos valores”. Voluntad de poder es voluntad
de crear una nueva verdad que, como dijera Nietzsche, “aceche y ponga en
peligro a la verdad establecida”. Es una fuerza activa que libera de toda
potencia reactiva y que llega hasta el final de su propósito construyendo
devenires que superan la decadencia de las cosas. Lo he deletreado en todos los
sentidos, por el final y por el principio. Es el arte de la filigrana, es un
sentido del tacto y de la comprensión que permite al instinto distinguir el
matiz, lo que caracteriza a la nueva voluntad, que hace posible el poder sobre
una negación y una afirmación nunca reactivas.
El eterno retorno de esta voluntad sobre sí
misma, es la que asegura cualquier transformación de la negación en voluntad de
afirmación. Dirá Deleuze, “El poder de la voluntad de afirmarse sobre las
miserias del dolor, es la suprema metamorfosis dionisíaca y constituye la
cumbre de la doctrina del eterno retorno”. El hombre activo y libre no sólo
responde a la autonomía de su goce y su libertad. No se trata entonces del
individuo, el de la moralina burguesa: Cauto, temeroso, ordenado y
disciplinado. Se trata de un ser consciente de su responsabilidad en relación
con la conservación de su libertad, en tanto es libertad de los otros, y desde
allí es capaz de hacer cualquier sacrificio, aunque pase por la paradoja de
poner en peligro su propia libertad individual inmediata. Este pensamiento
coincide con Spinoza y cómo él entiende la salvación: La superación de la
concupiscencia a favor de la generosidad. Es decir, reconocerse genérico, como
parte de un género y desde allí construir el goce y la libertad, sin que ello
implique dolor o sacrificio.
El revolucionario es un hombre nuevo,
responsable de sí mismo en los otros. Darse a los demás como goce supremo, pues
no hay mayor libertad que no sea la alegría de vivir instalado en el goce
autónomo de la voluntad, en el goce del otro. Es a esta visión de la vida, lo
que se conoce como vitalismo nietzscheano. Una visión del mundo constituida de
tal modo, no admite tristeza ni resentimiento.
En una oportunidad le pregunté a un
amigo de la montaña, a un guerrillero de siempre, cómo había soportado 8 años de cárcel sin frustración
ni resentimiento, y cómo su vida plena negaba el odio al enemigo. Entonces me habló de las convicciones, la
esperanza, la alegría y los sueños compartidos. Allí visualice a Chávez como
esa potencia, como una subjetividad política que se enlaza y se hace carne y
cuerpo con la alegría como voluntad de poder, como potencia del existir y del
actuar; que celebra el experimento maravilloso de la vida desde una filosofía
de la plenitud, como potencia revolucionaria.
Tengo la certeza de que los hombres y
las mujeres que hoy se forjan con la revolución bolivariana, liderada por el
camarada Hugo Chávez también lo sienten así. Es crear una nueva voluntad de
poder, liberar las prácticas y, con ello, las subjetividades que ellas
construyen. Trazar estas líneas de fuga con la perseverancia en el ser…
dispositivo elemental de la vida afectiva, empeñado en buscar lo que es útil a
todos, es también el devenir común del comunismo de la vida cotidiana, lo que
Marx gustaba en llamar socialismo, el lugar donde mora el goce de seres libres,
dejándose llevar por el río del devenir revolucionario. Un devenir activo
distinto de la soledad que conocemos. Otro devenir, otra sensibilidad, otras
prácticas: El horizonte común, construcción de la democracia radical, la
siembra de valores revolucionarios, cuya suma de felicidad será cosecha para el
mañana.
No confundan, cipayos, la tranquilidad
del agua mansa.
CARTA ABIERTA AL COMANDANTE HUGO
CHÁVEZ
Camarada
comandante Hugo Chávez, uno no cesa de asombrarse, mire usted que paradoja,
venir a enfermarse aquel que ha llevado tanta vida y tanta salud a todo un
pueblo. Pero inmediatamente uno sacude la cabeza y se da cuenta, y se responde;
cómo no enfermarse después de ponerse sobre el lomo un pedazo importante de la
cruz de cada uno, mientras los fariseos le derraman su odio todo el día y
pretenden callarle, para dejar al pueblo entre mordazas. Cómo no enfermarse
ante tanto dolor y tanto llanto… cuando nos duele menos porque lo hiciste tuyo
y compartido, como dice el poeta Adal Hernández, “si te has montado en la
espalda la vieja esperanza de Bolívar”. Por eso camarada, amigo, pana, queremos
pedirte un favor colectivo, tú que creaste para todos una Misión Milagro,
decreta para ti -que es también y una vez más para todos- la gran misión de curarte.
Queremos escucharte recitar a viva voz el poema del chileno Gonzalo Rojas: “No
tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad en mitad de la calle y
hacia todos los vientos: la verdad de estar vivo, únicamente vivo, con los pies
en la tierra y el esqueleto libre en este mundo”. Que cantes también a ti mismo
y te celebres, como diría Whitman.
Aquí mi
presidente y líder, por nuestra parte, el pueblo hace lo suyo: quererte, orar,
acompañarte. Y darte su palabra, así como lo has hecho tú: dijiste “por ahora”
y aquello fue un rayo que partió en dos la historia, como un dardo en el alma
que nos llenó de vida y toditos gritamos “¡aquí estamos, hemos despertado!”, y
nos regresaste de la larga muerte de aquel 27 y 28 de febrero. Y te seguimos. Hablaste
de Bolívar y lo resucitaste. Luego dijiste: patria y socialismo y te tomamos la
palabra. Con voz franca nos hablas ahora de comunas y caminos y de aquí te
respondemos, que sí, que los consejos obreros son la expresión productiva de la
comuna, materialización político-territorial del poder constituyente permanente
del pueblo. Porque una hegemonía es copamiento y combinación de las formas de
lucha que permiten la recuperación de la soberanía, que es de cada quien.
Palabras
comandante, que orientan nuestros sueños y las prácticas de miles de mujeres y
hombres de distintos colectivos revolucionarios de base, que decidieron que el
socialismo es hoy, y que el futuro un hacer todos los días. Los mismos que
entendieron que la democracia directa es una manera de ser y de hacer, es
nuestra decisión y forma de vida.
Ahora
comandante nos llamas a redoblar la unidad, lo entendemos y acatamos como una
necesidad estratégica; por eso, comandante de todos, en tu nombre aportaremos
en la construcción de la unidad del pueblo hasta hacer posible un bloque
indestructible, una red de redes tejida con el esfuerzo, las prácticas y el
amor de un pueblo, para cubrir la patria. Queremos sumarnos al aliento de las
Multitudes que esperan tu regreso, sumergirnos en la solidaria lealtad del
hombre común, el del 13 de Abril que bajó el barrio y lo puso en la calle, el
que agradece siempre que existas, que estés vivo, el que te ama con el amor de
los hombres rudos, resteados y curtidos, con un amor intransferible; queremos sumarnos
con nuestra humilde palabra al rio de palabras y de afectos, pero nos quedamos
sin palabras y acudimos a la voz de los poetas q vienen a auxiliarnos. Porque
el poema es bálsamo, son palabras de otros que son nuestras, segunda voz que se
instala en el alma y la alimenta. El mexicano Jaime Sabines, ante una situación
similar escribió:
“Déjame reposar el corazón y poner a
dormitar el alma para poder hablar, para poder recordar estos días, los más
largos del tiempo.
Convalecernos de la angustia apenas y
estamos débiles, asustadizos, despertando dos o tres veces de nuestro escaso
sueño.
Para verte en la noche y saber que
respiras. Necesitamos despertar para estar más despiertos en esta pesadilla
llena de gentes y de ruidos.
Tú eres el tronco invulnerable y
nosotros las ramas. Por eso es que este hachazo nos duele y nos sacude… no te
hemos visto nunca sino como la fuerza de la alegría y la vida”.
¡Vivirás y vencerás! Regresa pronto
para que comandes un pueblo, el pueblo de la perseverancia de Fabricio; el del
canto profundo de Alí que alerta con su verso que no se equivoquen, que la
poesía es amor pero también metralla; el pueblo de Argimiro que grita “somos la
alegría y la vida en constante lucha contra la tristeza y la muerte”.