Miguel Ángel del Pozo
Hemos mencionado en anteriores tres(3) realidades
políticas internacionales: reelección de Chávez Frías, de Barack Obama y la
elección de la 5ta generación del Partido Comunista Chino (PCCh) como
responsables de las políticas chinas en los próximos diez(10) años. A ello debemos
adicionar las crisis en la eurozona, la testaruda decisión de Israel de ir a la
guerra contra Siria e Irán, las apatías de los países árabes del golfo Pérsico
frente a sus escenarios objetivos de guerra, las inestabilidades en países del
África, las contradicciones a lo interno de los países de la ASEAN, las
objetivas realidades en el Asia Central que afectan a Rusia, China, Paquistán e
India, por último, la incorporación de Australia a los esquemas geoestratégicos
diseñados en el marco de la “nueva política Obama” (JVR dixit). En última
instancia, pareciera que el Presidente Rafael Correa (Ecuador) tiene razón
cuando nos comunica que estamos en un cambio de era (época). ¿Qué
significaría dicha aseveración en propuesta? ¿El actual escenario mundial
tendría algún paralelismo con pasadas épocas históricas? Es decir, ¿estaríamos
inmersos en el proceso histórico de cambios de sistema como aquellas realidades
que se sucedieron durante la Revolución Francesa en considerando que nos
referimos tanto a realidades previas como posteriores a las sangrientas
realidades de la Comuna de París? Pero ¿cuál y/o cuáles serían las nuevas
estructuras socio-económicas pero, fundamentalmente, las nuevas propuestas
super-estructurales y, finalmente, cuál y/o cuáles ideologías sustentarían las
nuevas realidades mundiales socio-económicas? Ardua tarea intelectual para
intelectuales; nos, solo opinamos.
La primera realidad a la cual debemos acercarnos (como
neófitos militantes) es la energía. Los EEUU de América ha decidido desarrollar
a fondo su industria petrolera para tratar de suplir necesidades de importación
de crudo y gas y acelerar las políticas de no-dependencia de las importaciones
de crudo y gas desde mercados de países productores de petróleo (Obama dixit).
Esta decisión significa que Washington buscará disminuir las importaciones de
crudo desde los países del Golfo Pérsico vista tres(3) realidades objetivas:
los costos en transporte, las inseguridades en las rutas marítimas que se
vienen desarrollando desde la óptica de la geo-estrategia washingtoniana y las
realidades que viene imponiendo Israel en el Medio Oriente con importantes
consecuencias en las sociedades islámicas (Samuel Huntington). Esta decisión
política petrolera tendrá su inicio y, muy al estilo estadounidense, se le
conoce su caducidad cual será en el año 2030. En ese marco escénico, tendríamos
dos(2) realidades, aparentemente, objetivas: que Venezuela no dejará de exportar
crudo a los EEUU de América y que a partir del 2030 (si llegamos) se convertirá
en un “socio –partner- ideal, confiable y de mutuo beneficio” para Washington
pero sin Obama con las necesidades reales tanto de la sociedad estadounidense
como de la industria del “imperio del norte”. Debemos aclarar, mejor, precisar,
que CITGO es una compañía venezolana en suelo estadounidense (norteamericano
como le gusta referir sobre los EEUU de América a un muy respetado amigo).
La segunda realidad sería las realidades políticas que ya
se están presentando en la 5ta generación de líderes chinos elegidos en el
recién finalizado 18avo Congreso del PCCh. El actual Secretario General, Xi
Jinping, le ha manifestado (al estilo chino) a la alta dirigencia de cuadros
del PCCh que hay que asumir y combatir, muy seriamente, las realidades de la
corrupción que está socavando las bases del Estado socialista chino (pareciera
que el sistema capitalista en su fase neoliberal-globalizado está produciendo
el desarrollo del “pecado de la corrupción” donde, aparentemente, no se estaría
salvando ni el Vaticano). Pero el 18avo Congreso del PCCh no solamente se
circunscribió al “tema corrupción” como también lo expuso en su discurso el
ex–Secretario General, Hu Jintao. Expresó el aún Presidente de la República
Popular China (hasta marzo, 2013) que el “sector militar” chino debería
profundizar su reingeniería actual (lo denominan “modernizarse”) vista las
realidades geoestratégicas que se están desarrollando en la Región de
Asia-Pacífico. Frente a esta política militar estamos conociendo como los
factores militares chinos y no-chinos vienen informando sobre los nuevos
avances, particularmente, en las áreas marítimas, ciberespacio, y
profesionalización de los ejércitos chinos vista las nuevas realidades que se
estarían imponiendo en la teoría militar sobre la base de la praxis que han
desarrollado tanto el Pentágono como Defensa estadounidense en las guerras de
Iraq y Afganistán y los escenarios de Libia y Paquistán con los seguros
estudios actuales que se realizan en Israel con el escudo anti-misil en el
escenario Gaza-Israel (no entramos a considerar los problemas de fondo en este
texto). Pero las decisiones del 18avo Congreso del PCCh van más allá. Las
políticas de apertura e inversión y transferencia de tecnologías han tenido
efectos positivos en las realidades históricas chinas al tiempo que “…al dejar
que algunas moscas entren…” (Deng Xiaoping dixit) han conllevado (contenido)
problemas super-estructurales. Han llegado (probablemente) los tiempos de la
“glasnost china” con características chinas (no es una redundancia). Tiempos de
una perestroika china que contenga dos(2) factores importantes: profundizar el
desarrollo de las provincias mediterráneas y el marco jurídico perfectible que
vaya buscando equilibrios en las sociedades urbanas y rurales de las provincias
y ciudades favorecidas por las políticas de Deng Xiaoping (en sencilla
expresión). Cabría conocer cómo se seguirán desarrollando las relaciones de
“mutuo beneficio” que se vienen imponiendo en las relaciones
sino-latinoamericanas no solo por las realidades que enmarcan los intereses en
ambas partes sino por las realidades que se están expresando en el marco del
desarrollo de la “nueva política Obama” (JVR dixit) y lo que ella significaría,
en futuro, en las relaciones entre los EEUU de América y los países al sur del
estado de la Florida porque debemos aceptar dos(2) realidades: que la “política
Monroe” está en su fase terminal hacia su reingeniería y que más temprano que
tarde Washington y el Poder (como lo calificaba Müller Rojas) tendrán que
asumir realidades incómodas además de objetivas frente a las cuales tendrán
dos(2) actitudes (si se quiere, decisiones) cuales serían tratar de derrocar
los gobiernos que Sebastián Piñera califica de “populistas” y/o alcanzar
acuerdos en el marco de los “5 Principios de Badung” con todos sus significados
frente a un mundo global con una economía globalizada de “nuevo cuño”.
Ante los escenarios expuestos y propuesto más arriba,
Venezuela tiene que objetivar sus realidades tanto geopolíticas como
geoestratégicas en el marco de un escenario mundial inestable como,
reiteradamente, lo viene proponiendo el Comandante Chávez Frías. En primer
lugar, debemos profundizar las explicaciones que la sociedad venezolana
necesita conocer ante las realidades en perfecto beneficio de estar
incorporados plenamente al Mercosur. De todas y todos es conocido la militante
oposición (aún en las actuales realidades) que el señor Federico Franco, quien
funge como Presidente del hermano país Paraguay, sostiene ante la membrecía
plena de Venezuela en el Mercosur. El señor Franco nunca jamás aceptará la
presencia de Venezuela en el Mercosur y mantendrá posiciones políticas en
cualquier foro internacional donde pueda elevar sus posiciones anti-comunistas
y anti-chavistas radicales como las sustentó (las primeras) durante el curso de
“guerra política” al que asistió en la Academia Fuxingang (Taiwan) en 1.988. En
segundo lugar, consideramos que el actual desarrollo tanto de la UNASUR como de
la CELAC son dos(2) objetivos imperativos para la consolidación del desarrollo de
las bases fundacionales de la unidad de intereses en la diversidad de la
América al sur del estado de la Florida (nos permitimos sugerir la lectura del
título: “La UNASUR: alianzas militares”. Pascualino Angiolillo Fernández.
Caracas, 2012, pp. 194). Ello significa repensar y elevar la reingeniería de
las realidades tanto de la OEA como de otros escenarios donde participan países
mediterráneos y la Comunidad Europea; ello significaría superar,
definitivamente, la neo-dependencia y factores negativos del capitalismo actual
vista las diversidades latinoamericanas objetivas.
Un tercer escenario a considerar sería las divisiones
geo-territoriales africanas cuando se aceptan más las unidades religiosas que
étnicas. Tomemos un simple pero importante ejemplo como son las realidades de
30 años en la República Saharaui vis a vis Marruecos como base militar
fundamental de este último país de los EEUU de América en el norte de África. Otro
ejemplo podría considerar las realidades de Angola donde la UNASUR podría
ejercer un papel fundamental en las profundizaciones de las relaciones con no
solo Angola sino con el África occidental y Sudáfrica. Ambos escenarios a
título de ejemplos.
Lo expuesto como introito serían realidades que se
enfrentarán en el desarrollo de los meses del próximo año, 2013, año que podría
significarse como catalizador frente a un escenario “cul de sac” global de “la
paz y la guerra” (Tolstoi).