lunes, 23 de mayo de 2011

HUELE A AZUFRE Y ALGO MÁS…

HUELE A AZUFRE Y ALGO MÁS…

Por: Juan Contreras y Oswaldo Flores (Coordinadora Simón Bolívar)



“No puede un hombre hacer nada importante –autentico- si esta inhibido por consideraciones y respetos. El temor de herir, el deseo de agradar”



En alusión al artículo Polémica Extradición, publicado en el Diario VEA, el sábado 14 de mayo, del estimado camarada Reinaldo Quijada, se hace presente el principio de no callar lo que se debe decir. “La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar solo después de consumados los hechos” (Mao Tse Tung)

Indudablemente que la materia internacional es extremadamente compleja, aún mas en una sociedad compleja. No obstante, según criterio de juristas expertos: Luis Brito García, Francisco Sierra Corrales y Edwin Sambrano Vidal, entre otros. (Este último preside la Asociación Americana de Juristas-Capitulo Venezuela). Afirman estos especialistas, que la resolución sobre el periodista sueco de origen colombiano, Joaquín Pérez Becerra, fue errónea y apelan para ello, a la Convención de Ginebra de 1951 –suscrita por Colombia y por Venezuela- sobre refugiados prohíbe taxativamente la entrega de un refugiado o de quien lo haya sido, al país del que huyó debido a una persecución. Asimismo, dejan constancia que tanto la expulsión como la deportación, y más aún la extradición, son procedimientos complicados que exigen garantías y pruebas mínimas de protección del individuo requerido. Además de que este suceso, fue muy mal manejado mediáticamente y de un costo político impredecible. Independientemente, de que la disposición de Pérez Becerra, haya sido “irresponsable” o un peine montado, existen algunas opiniones de que hay responsables gubernamentales, que ayudaron a que eso ocurriera. Ser un objetivo político colombiano no puede ser condición para ceder un activo de la revolución. Seria conveniente ver quién trabaja para el enemigo. Vale como ejemplo: la incomunicación a la que fue sometido Joaquín, que hasta le impidieron hablar con un abogado y los Diputados (Figuera del PCV y Contreras del PSUV-Caracas) principal y suplente, respectivamente. Esto se llama, preso incomunicado y de paso, violación de inmunidad parlamentaria. Ahora bien, ¿a quien le corresponde ser transparente con los elementos de juicio?

Qué decir del cerco mediático y el silencio oficial durante ocho días, censurando en los medios públicos la información solidaria para con Joaquín, en el país con el mayor número de emisoras comunitarias de Latinoamérica y orgullo del premio Rodolfo Walsh, a la comunicación popular. Además, como se puede entender que uno, cuando no el principal, de los guardianes del periodismo pornográfico, en un acto burocrático de limitación comunicativa, despidió a la directora de la Radio del Sur, Cristina González, por haber cumplido con su deber profesional y reportar el caso del periodista colombo-sueco que nos ocupa. Esto ultimo, a decir de Heinz Dietrich.

“Dos personas”… por altas que sean sus posiciones en el Proceso Bolivariano, de ningún modo, pueden poner en peligro con su gestión, el futuro de Nuestramérica, el Socialismo y la patria bonita. “…no se pueden cometer tantos errores y, en todo caso, de cometerlos, deben asumirlos”. De ahí que: “Cada quien que asuma su responsabilidad”, a decir del propio Chávez; quien en un acto de pragmatismo político, asumió la absoluta y total responsabilidad en el asunto del perseguido periodista, Pérez Becerra, enredándose la vida con una papa caliente por “razones de Estado y por defender nuestra revolución bolivariana”.

Que ocurrió con el Pusv y su del inmutable silencio partidario. Hermetismo total para este y otros casos. Como por ejemplo, los nombramientos clandestinos a dedo dentro del Pusv, que chocan contra los “Principios Generales” del propio partido y el Art. 67 de nuestra carta magna; lo que implica, un reciclado secuestro --a través de la “cooptación”-- por parte de la derecha endógena enquistada.

Como evaluaría, Alfredo Maneiro, estas acciones desde la “eficacia y la calidad revolucionaria”. Cabe preguntarse.

De ningún modo, decir que: Un gobierno revolucionario jamás puede convertirse en el verdugo de un revolucionario, es reducir la consecuencia revolucionaria del presidente Chávez, a una consigna… Seria lo mismo que criminalizar al movimiento popular en sus luchas, calificando las “protestas de radicales, extremistas al borde de la locura”. Sin mezquindades, es con Chávez, que este pueblo tiene la oportunidad de convertir los sueños en verdades. Nunca antes, este pueblo ha estado tan cerca de hacer realidad los anhelos de tanta sangre derramada. No obstante, la retórica revolucionaria debe corresponder a los hechos revolucionarios. Solo los hechos hablan, independientemente de los “Principios Generales” del “Libro Rojo” del Psuv y de nuestra Constitución Bolivariana, que blinda los derechos humanos.

El Gobierno venezolano ha sido víctima de una jugada calculada del ejecutivo colombiano, con la utilización fraudulenta de INTERPOL y de su propia precipitación, en la interpretación de las leyes.

Una sola violación de una norma no condena un sistema, pero debe ser corregida antes de que se convierta en norma la violación. (Luis Brito García)

“La trampa fue pisada, ahora no nos pisemos nosotros” (Hindú Anderi). Lo importante es salir de ella, sin posturas sectarias ni arrogantes y sin imposiciones, para abrir nuevos cauces de encuentros, que fortalezcan la Revolución Bolivariana, a través del debate crítico constructivo.

A veces, la revolución nos juega trastadas y este incidente, es un incomodo y amargo ejemplo. Una Revolución es así, tiene con momentos de euforia, de momentos duros, de desencanto y de confusión. Ojala un lúcido discernimiento ideológico de las diferencias, suture las grietas y si alguna vez nos extraviamos, nos coloque otra vez en el sendero socialista.

Y como bien lo dice, el camarada Reinaldo: “Uno, igual, sigue adelante y trabajando…” en la no fácil tarea de reagrupación de las diversas formas de organización popular que respaldan el proceso de cambio bolivariano, en el Polo Patriótico. La conducción política revolucionaria no puede recaer en un solo partido político.



¡DEFENDER ESTA REVOLUCIÓN,

ES DEFENDER LA ESPERANZA DEL PUEBLO POBRE!