domingo, 19 de abril de 2009

Libro que Chávez regaló a Obama se vuelve éxito de ventas en EEUU
PUERTO ESPAÑA (AP) - El libro "Las venas abiertas de América Latina", que el presidente venezolano Hugo Chávez regaló a su colega estadounidense Barack Obama se ha convertido de la noche a la mañana en el quinto de más ventas en la tienda en línea estadounidense Amazon.com.
El salto que dio la publicación, del periodista uruguayo Eduardo Galeano, fue considerado "impresionante" por los expertos, ya que antes de que fuera regalado por Chávez estaba en la posición 54.295.
Amazon.com, uno de los más importantes vendedores de libros por línea en el mundo, informó a sus clientes que la edición en inglés del libro de Galeano estaba agotada.
El libro, publicado en 1971, da a conocer "cuáles fueron los orígenes de la constante humillación de la que es objeto esta parte del mundo por parte de los países más desarrollados", según el portal Monografias.com.
Chávez dijo que le dio a Obama el libro el sábado como retribución al gesto del estadounidense de haberse acercado a saludarlo el viernes en la inauguración de la V Cumbre de las Américas.
Según Chávez, en esa ocasión le dijo a Obama: "Quiero ser tu amigo". Al día siguiente escribió en el libro: "Para Obama, con afecto".
Horas más tarde, anunció que estaba restableciendo sus relaciones con Washington a nivel de embajadores, interrumpidas desde hace siete meses.

lunes, 13 de abril de 2009

13 de abril y la construcción del Poder Popular
Autor: Luis R Delgado J Venezuela www.kaosenlared.net/noticia/13-abril-construccion-poder-popular

7 años donde recordamos los mártires de aquella gesta, y el heroísmo de un pueblo que saliendo desarmado a la calle, marchó en rescate de su proceso revolucionario

Hoy conmemoramos con sumo orgullo y alegría, la contundente victoria cívico militar que dio al traste en menos de 48 horas al Golpe de Estado del 11 de abril de 2002. 7 años donde recordamos los mártires de aquella gesta, y el heroísmo de un pueblo que saliendo desarmado a la calle, marchó en rescate de su proceso revolucionario y de su líder histórico.

El pueblo pese a su incipiente organización salió a enfrentar al enemigo de clase imperialista, y fue el detonante para que el amplio grupo de militares patriotas se pronunciase y empezase actuar para el restablecimiento del orden constitucional. Este hecho mostró a los ojos del mundo, que en Venezuela pueblo y ejercito unidos son invencibles ante cualquier amenaza y ataque por más poderoso que este sea.

Cuando recordamos esos acontecimientos no dejan de sorprendernos dos fenómenos: por un lado la destacadísima actuación de los grandes medios de comunicación privados en la planificación y ejecución de ese fatídico Golpe al Estado Bolivariano. En pocas ocasiones en la historia contemporánea internacional, por no decir nunca, se observó una participación tan activa y coordinada de los mass media en el derrocamiento de un gobierno, por lo cual se ha descrito muchas veces ese acontecimiento, como un Golpe Mediático, definitivamente de nuevo tipo.

Pero por otro lado, un hecho no menos sorpresivo fue la capacidad que tuvieron los sectores populares de romper el cerco mediático a través de los medios alternativos, el Internet y la telefonía móvil, que tomó por sorpresa a los golpistas y a las organizaciones revolucionarias (que hay que decirlo en un primer momento estas se vieron sobrepasadas por el pueblo movilizado). En pocas horas enormes masas de personas se agruparon en torno a espacios estratégicos tales como cuarteles y el mismísimo Palacio de Miraflores, lo cual disuadió a las masas de la derecha y motivó la contraofensiva de los militares patriotas.

Parece increíble, pero en ese momento las masas se emanciparon del tutelaje ideológico de la televisión, la radio y los principales periódicos, ya que estos ocultaron en todo momento lo que estaba ocurriendo, pero la comunicación alternativa rompió todo este marco de manipulación simbólica.

Finalmente, una enseñanza fundamental que deja los acontecimientos históricos del 13 de abril de 2002, es que los sectores populares cuando toman la iniciativa política, y se movilizan conscientemente por la defensa y la conquista de los espacios de poder son invencibles.

En este sentido, se hace imprescindible impulsar sin ningún temor la iniciativa revolucionaria de las masas, es menester movilizar en todo momento a los sectores populares, contribuyendo a su organización y cada vez mayor concientización.

El mejor homenaje que podemos dar a los hechos del 13 de abril, es permitir e impulsar la iniciativa política de las masas, la reconquista de SIDOR, hecha íntegramente por los trabajadores es una prueba de ello. No dejemos por fuera nuevamente a los sectores populares, sigamos construyendo los Consejos Comunales, los Consejos Socialistas de los Trabajadores, las Comunas y otros espacios más de poder.

Esto es el Poder Popular, cuya máxima expresión se llevó a cabo hace 7 años, cuando el pueblo combatió para retomar su gobierno.

El Gobierno Bolivariano y las organizaciones revolucionarias deben motivar que los sectores populares, más temprano que tarde devengan en arquitectos de su propio destino, hacedores de su propia historia, que pasen de ser objetos históricos a ser verdaderos sujetos históricos, conscientes, sin ningún tipo de alienación.

miércoles, 8 de abril de 2009

El Reino en la Tierra
Autor Freddy J. Melo
Estos días consagrados como de Semana Mayor o Semana Santa, y en el contexto del proceso transformador en marcha en nuestro país, son propicios para intentar –obviando mi cortedad de medios y estudios sobre el tema– algunas reflexiones en torno a la figura y pervivencia del estimado oriundo de Galilea, Palestina, llamado Jesús (el Salvador) y también Cristo o Mesías (el Ungido), entre otros nombres poderosamente simbólicos; Hijo de Dios que vino a redimir de pecado a la humanidad e implantar Su Ley, para los creyentes; Hijo del hombre, según se consideraba a sí mismo, y conductor universal de prodigioso aliento, en la apreciación de muchas personas con distintas concepciones del mundo y de la vida. Su presencia, por ser capaz de separar la paja del grano, ha sido factor de encrespada división a lo largo de los últimos dos milenios; su mensaje originario, con la percepción de un Reino de amor que puede ser radicado en la Tierra, se redescubre hoy como agente unificador de los hambrientos y sedientos de justicia.
Sin pronunciarme en cuanto al problema de la historicidad del personaje, cuestión sobre la cual sigue habiendo controversia, lo cierto es que su imagen y su palabra son hechos de realidad. A manera de ejemplo, y valga la diferencia de plano o ámbito, Homero como autor de La Iíada y La Odisea existe aunque no hubiere nacido o se lo niegue, pues son esas epopeyas las que le confieren entidad; y algo parecido puede decirse en relación con Shakespeare y la duda sobre su autoría de la magna dramaturgia denominada isabelina. Jesucristo transformado en Verbo es una incontrovertible y potente fuerza histórica.
El presidente Chávez lo destaca como un fundador y faro de socialismo, un determinante líder en la lucha por la justicia social. La contrarrevolución se revuelve, bufa y trata de ridiculizar las afirmaciones presidenciales, como de costumbre. Un breve recorrido puede ayudarnos a ver.
La palabra cristiana nace entre los pobres, los humildes, los desarrapados y desheredados de la fortuna. Tiene ascendencia multisecular en las más sensitivas tradiciones judaicas: Jesús se forma como rabino y en su voz fluyen las hondas aspiraciones de los de abajo, la igualdad, las enseñanzas comunitarias esenias ligadas a la consigna de dar a cada quien según sus necesidades –la cual, atravesando los siglos, desembocaría íntegra en Carlos Marx--; sus bienaventuranzas a quienes carecen de todo, su condena a quienes todo lo tienen, su alegoría del rico, la aguja y el camello, su fustigación de los mercaderes en el templo convertido en “cueva de ladrones”, el conjunto, en fin, de sus obras y decires en el curso de apenas tres años de acción pública, no permiten confusión acerca de en qué lado está y cuál es el sentido de su batallar y de su opción social y humana.
Pero con su muerte y la creación de una Iglesia que él no dispuso aunque sus fundadores se la atribuyen, se fue produciendo una división del trabajo que prefiguraba la disolución de la hermandad e igualdad y la aparición de una jerarquía y separación de clases, y aunque durante centurias se combatió por preservar la pureza del mensaje y su praxis, con profusión de catacumbas, persecuciones y martirologio, al fin, siglo IV, la Roma imperial logró vencerlo, asimilarlo y convertirlo en religión oficial del Imperio. Desde entonces hubo una doble corriente, la dominante, dueña del personaje y su palabra, que hizo del boato y el poder temporal el centro de su accionar, mediante el cual, manejando sus homilías como un hipnótico u opio del pueblo, transfirió la esperanza al Cielo y predicó la resignación aquí, corriente puesta siempre, con Inquisición y demás, al servicio de los de arriba, esclavistas, feudales y burgueses; y la que persistió en la pristinidad del galileo como expresión de los oprimidos y explotados, ora silenciada y reprimida, ora insurgente, forjadora de cambios y de nuevo traicionada. Hay muy poco espacio para nombres, pero nos es prohibido olvidar, entre otros y exceptuando vivientes, a Bartolomé de Las Casas, Pedro Claver, Miguel Hidalgo, José María Morelos, José Cortés de Madariaga, Camilo Torres, Helder Camara, Óscar Arnulfo Romero, Pedro Vives Suriá, y mi ignorancia me impide nominar a las heroicas religiosas que refrendaron con la vida su autenticidad cristiana, todos y todas en la línea con capacidad de historia, precursores(as) y fundadores(as) junto a otros(as) del intento moderno más importante de recuperar el cristianismo de Jesús: la teología de la liberación. La cual fluye hoy en el mismo cauce del bolivarianismo, el marxismo y toda referencia redentora, para orientar al Socialismo del Siglo XXI en la común perspectiva de instaurar el Reino de Dios en la Tierra.

jueves, 2 de abril de 2009

Retos y esperanzas
Autor Freddy J. Melo
Entramos en el tercer ciclo revolucionario, según el trazado estratégico del líder del proceso, con la exigencia de profundizar las tareas de transición del capitalismo dependiente al socialismo del siglo XXI. Como sabemos, son enormes los éxitos en todos los órdenes que pueden exhibirse, pero infinitamente mayores los retos, esperanzas, sueños y segmentos de utopía por realizar. La marcha en esa dirección es la razón de ser de la lucha y, además, de esa marcha depende la consolidación de lo hasta ahora construido. Nada está firme, porque si la revolución se detiene se muere.
La posibilidad de que el Presidente sea candidato en 2012 ha reconvulsionado la locura de la oposición. Ha comenzado a exacerbar hasta el paroxismo la mentira, su condición de existir, aguijando el desbocamiento de la balumba mediática en busca de seguir confundiendo y con ello neutralizando y ganando a los sectores menos conscientes del pueblo, como en visible medida ha logrado en los últimos enfrentamientos electorales, aunque ello puede y debe ser revertido mediante el reajuste político necesario; e intentará con desesperación blandir las armas desestabilizadoras que restan en su panoplia, por lo que ninguna acción aventurera es descartable. Para los revolucionarios de adentro y afuera del Gobierno, y para la determinante mayoría popular que ha asumido la revolución porque en ella le van su vida y su futuro, es obligante mantenerse ojo avizor, apretarse alrededor de la consigna de unidad, organización y conciencia, planteada desde el principio como probado seguro de victoria, y templar todas sus fuerzas para potenciar la acción del liderazgo.
Como corresponde a un orden de cosas de esencia humanista y de verdadera democracia. Pero la recurrente predominancia del fascismo opositor hace imprescindible centrar en él la atención.
Por lo cual, para las batallas que vienen y a fin de prepararse en expectativa de triunfo, hace falta un ejercicio a fondo de crítica, autocrítica y consecuente corrección, una cabal aplicación de las tres erres. Se han determinado como problemas de extrema gravedad, tanto en la esfera gubernamental como en la política, la corrupción, el burocratismo, la ineficacia y el reformismo. El Presidente ha sido el primero en denunciarlos y exigir el combate intransigente contra ellos. Voces de origen diverso indican la detección de intolerables manifestaciones de los mismos, pero también la decisión revolucionaria de combatirlos. El pasado fin de semana asistí al III Encuentro de Fuerzas Socialistas de Mérida, en esa ciudad, un serio acto nutrido de organizaciones populares, la mayoría formada por militantes pesuvistas: las conclusiones fueron de similar carácter. La participación de personas del pueblo en los programas de opinión de las emisoras de radio y tv favorables al Gobierno insisten en ello, e igual carga imprimen a su acento la mayoría de los analistas.
Es sabido que la acusación de “corrupto” suele utilizarse como carta descalificadora en las confrontaciones políticas y en tal sesgada intención se amparan a menudo muchos culpables del delito; pero los saltos en las condiciones de vida deben ser suficiente evidencia para llamar al botón, investigar y castigar con severidad máxima a quienes no puedan demostrar el origen limpio de su nueva prosperidad, y en función de ello es preciso establecer rendición de cuentas periódica y mucho control fiscal, gubernamental y social. Burocratismo e ineficacia pueden tal vez vencerse con educación técnica, ética y política de contenido patriótico y socialista, también control social y, en los casos insalvables, cirugía; en última, poder popular. Reformismo (no confundir con el ejercicio de reformas para cambios reales), he ahí una palabra mayor, una piedra de tranca. Es la conducta de quienes carecen de una verdadera conciencia socialista y por consiguiente no se proponen como horizonte la superación dialéctica del capitalismo, la extinción de la explotación del hombre por el hombre y de la división clasista de la sociedad. Ellos quisieran que todo “llegara hasta aquí”, como si eso fuera dable, inconscientes, o no, de que si la revolución cesa se pierde todo lo ganado. Ellos frenan, tuercen, tergiversan, desorientan y engañan, inconscientes o no de que objetivamente actúan en calidad de quintacolumnistas. Frente a ellos, unidad líder-pueblo y concienciación revolucionaria.
Saludo la disposición de disminuir los altos emolumentos. Pero su objeto, acercar los ingresos en busca de caminar hacia la igualdad y coadyuvar a la conciencia social, sería burlado si se los ligara al salario mínimo: se elevaría éste sólo para potenciar el otro. Hay que poner un techo fijo, revisable.