Los revolucionarios marxistas han reconocido la importancia del estudio
disciplinado y del estudio de las matemáticas. El estudio disciplinario
es necesario para apropiarse de todo el conocimiento producido por la
humanidad y ponerlo al servicio de la clase trabajadora, la clase
revolucionaria. El estudio de las matemáticas es necesario para una
mejor comprensión del mundo y su transformación revolucionaria, para la
construcción del socialismo y derrotar definitivamente el capitalismo.
Ninguna de estas tareas puede lograrse plenamente si el conocimiento de
las matemáticas, ellas son fundamentales para comprender cómo funciona
el capitalismo. Marx entendió esto muy bien y se dedicó al estudio de
las matemáticas. El Che Guevara, como revolucionario marxista, entendió
muy bien que para dirigir el proceso de construcción del socialismo en
Cuba era necesario dominar las ciencias matemáticas.
Inspirado en buena medida por las ideas y el ejemplo del Che, nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez reconoce la importancia del estudio y la relevancia de las matemáticas para la formación de las y los revolucionarios. En numerosas oportunidades ha señalado la necesidad de que todos los funcionarios del gobierno desde los ministros y ministras para abajo se pongan a estudiar. Hace unos dos años, en el Aló Presidente No. 343 en Portuguesa, afirmó: “Es por esto que exijo más estudio, más disciplina revolucionaria”. Más adelante agregó: “Hay que estudiar mucho la ciencia económica, la ciencia política, la ciencia histórica, la ciencia geográfica, la ciencia matemática, el pensamiento económico de Ernesto Che Guevara, esto es muy importante, hay que saber planificar.” Mucha agua ha pasado debajo del puente, tengo la percepción de que muy poco hemos avanzado en este sentido. Más bien desde algunos grupos o sectores en educación se conspira contra el estudio disciplinado en general y contra el estudio de las matemáticas y otras ciencias en particular. Como una contribución al llamado del Comandante Presidente Chávez, en este artículo presento el ejemplo del Che Guevara como revolucionario que entendió la importancia del estudio de las matemáticas. Predicando con el ejemplo, el Che se dedicó durante muchos años al estudio disciplinado de las matemáticas.
Ernesto Che Guevara mostró interés por las matemáticas desde joven y a todo lo largo de su vida. Su destacada habilidad en matemáticas hizo incluso a sus padres pensar que se dedicaría al estudio de alguna carrera de ingeniería, carrera relacionada con esas ciencias. Un doloroso hecho familiar le llevó a estudiar medicina. Su amigo el médico Alberto Granado, en uno de sus relatos, cuenta que:
“(…), sus amigos y compañeros de esa época no pensábamos que él iba a estudiar Medicina. El Pelao, decíamos, será matemático, o químico, o físico, o algo de eso. Tenía una facilidad asombrosa para las matemáticas y todos nosotros decíamos, bueno lo que es este, será matemático. Y nos sorprendió cuando agarró Medicina. Por supuesto que cualquier cosas que cogiera lo iba a hacer bien, ¿no? Pero realmente nadie pensó que iba a estudiar Medicina” (citado en Ustáriz Arze, p. 180)
En una clara comprensión del razonamiento estadístico, refiriéndose a su experiencia personal como estudiante universitario de primeros años, el Che cuenta que: «(…) Yo no creo que un ejemplo individual, hablando estadísticamente, tenga importancia, pero inicié mi carrera estudiando ingeniería, acabé siendo médico (…)»(citado en Turner Martí, 2007, p. 76)
Aunque abandonó los estudios de ingeniería por los de medicina, a lo largo de su vida el Che comprendió la utilidad de las matemáticas para la actividad científica, económica y social, y no perdió el interés por estas ciencias. Raúl Castro relata en su Diario, en una entrada de fecha 29 de Diciembre 1956, un hecho que nos revela el interés del Che por las matemáticas: «Nos trajeron libros de Geografía de Cuba, Historia de Cuba, éstos para darles clases a los campesinos que se nos unían … Vino además un libro de álgebra para el polifacético(SIC) Che Guevara. Todos los libros los había pedido él.»
Ricardo Rojo, su inseparable amigo, dijo en una oportunidad que: «Sin sueños de grandeza, el lector de Cervantes, de Gallegos, de Neruda, le planteaba a los cubanos los problemas económicos a ser superados. Memorador del Martín Fierro hasta el grado de ponerle ese nombre a su mulo en sus andanzas junto a Fidel, con el cual estudiaba matemáticas superior, finanzas, macroeconomía y hasta cálculo infinitesimal. No le teme a nada, ni al estudio de la relatividad» (SELSER, 1984, p. 31 y 32). (en Sueiro, 2002)
El Che Guevara entendía el valor de las ciencias y del razonamiento científico para los revolucionarios. En unos de sus discursos donde explicaba por qué era marxista, nos muestra su visión de las ciencias. En sus propias palabras:
«(…) Nuestra posición cuando se nos pregunta si somos marxistas o no, es la que tendría un físico al que se le preguntara si es «newtoniano», o un biólogo si es «pasteuriano».
Hay verdades tan evidentes, tan incorporadas al conocimiento de los pueblos que ya es inútil discutirlas. Se debe ser «marxista» con la misma naturalidad con que se es «newtoniano» en física, o «pasteuriano» en biología, considerando que si nuevos hechos determinan nuevos conceptos, no se quitará nunca su parte de verdad a aquellos otros que hayan pasado. Tal es el caso por ejemplo, de la relatividad «einsteiniana» o de la teoría de los «quanta» de Planck con respecto a los descubrimientos de Newton; sin embargo, eso no quita absolutamente nada de su grandeza al sabio inglés. Gracias a Newton es que pudo avanzar la física hasta lograr los nuevos conceptos del espacio. El sabio inglés es el escalón necesario para ello.
Los avances en la ciencia social y política, como en otros campos, pertenecen a un largo proceso histórico cuyos eslabones se encadenan, se suman, se aglutinan y se perfeccionan constantemente. En el principio de los pueblos, existía una matemática china, árabe o hindú; hoy la matemática no tiene fronteras. Dentro de su historia cabe un Pitágoras griego, un Galileo italiano, un Newton inglés, un Gauss alemán, un Lovachevki ruso, un Einstein, etc. Así en el campo de las ciencias sociales y políticas, desde Demócrito hasta Marx, una larga serie de pensadores fueron agregando sus investigaciones originales y acumulando un cuerpo de experiencias y de doctrinas.»
En junio de 1959, el Che Guevara es enviado por Fidel, junto a una comisión, a recorrer varios países en busca de apoyo a la Revolución Cubana. La primera parada de ese viaje la hacen en El Cairo. Uno de los miembros de esa delegación era el profesor del Matemáticas Salvador Vilaseca. Cuando el Che supo que Vilaseca era profesor de la ciencia que tanto le atraía, le propuso inmediatamente que le diera clases de matemáticas. Relata el propio Vilaseca que:
«Un día en ese viaje, el Che me dijo que quería recibir clases de matemáticas al regresar a Cuba, y fundamentó: «Es que para dominar la ciencia económica hay que saber matemáticas». Le pregunté si sabía matemática superior. «Mira-me explicó-, a mí se me ha olvidado todo. En el bachillerato di álgebra, geometría, esas cosas; pero nunca más he vuelto a ver eso». Le contesté que entonces tenía que empezar a repasar. En realidad, yo pensé que su idea era solo pasajera. Con el trabajo y las responsabilidades que él tenía, no imaginé que pudiera cumplir aquel propósito. Pero a los quince días de regresar a Cuna-nosotros volvimos, si mal no recuerdo, el 8 de septiembre del 59-, me mandó un recado con Francisco García Vals: «Ya tengo la pizarra, el borrador y el yeso: ¿cuándo empezamos? » Le respondí que cuando él dijera. Y la contestación fue: «Mañana». El Che entonces estaba a cargo del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria.» (citado en Ustáriz Arze, pp. 180-181)
Por cierto, el profesor Vilaseca (1909-2003) vivió en nuestro país como exiliado político durante la dictadura de Batista. Sigue relatando el profesor de matemáticas del Che que:
«Después que él hubo recordado y consolidado todo eso, comenzamos a dar álgebra superior y geometría analítica. Alternábamos las clases. Después dimos cálculo infinitesimal, cálculo diferencial e integral... Peinamos completamente el libro de Gaville [sic], que yo acostumbraba usar en mis clases, que se daba en la Universidad-no sé su ahora se sigue empleando-un gran texto, clásico, que tiene sobre todo muchos ejercicio.
Che los hizo todos. Yo le ponía muchos problemas, porque eso le daba agilidad; menos teoría y más problemas. Al final le di ecuaciones diferenciales, casos más típicos. Hasta que llegó el momento que le dije: “Bueno, Comandante, ya yo le he trasladado a usted todo lo que sé de matemáticas. Vamos a liquidar ya el curso”.
Entonces él me contestó:
-No, ahora quiero que tú me des clases de programación lineal.
-Le expliqué que yo había leído cosas de programación lineal, pero que nunca había dado clases de esa materia.
-Bien-insistió el Che-, ¿por qué no la estudiamos juntos?» (citado en Ustáriz Arze, p. 181)
Relata Vilaseca que estudiaron esta rama de las matemáticas con el libro Programación Lineal, del profesor mexicano Héctor M. Espinosa, y que el Che Guevara resolvió uno por uno todos los ejercicios propuestos en dicho libro.
No se limitaba el Che a estudiar matemáticas. Cuenta Miguel Figueras- quien fuera director de Planificación Perspectiva mientras el Che estaba al frente del Ministerio de industrias- que éste mantenía dos grupos de estudios por semana. Los lunes a la noche se reunían a estudiar Matemáticas y uso de las estadísticas y los miércoles en el mismo horario, leían y estudiaban colectivamente El Capital. Varios intelectuales frecuentaron ese círculo de estudios, por ejemplo, el profesor de economía política marxista Anastasio Mansilla.
Para el Che Guevara la interdisciplinariedad es una característica de las ciencias, y como tal debería enfatizarse en la formación de las y los profesionales que necesita la revolución. Y reconoce la importancia del estudio de las matemáticas para otras profesiones, incluyendo la medicina. Afirmaba el Che que:
«(…) dentro de las características de este mundo moderno, donde un especialista de riñón-para hablar de una profesión que yo conozco-está divorciado, a veces, de un oculista, o de un ortopédico, por un extremo, pero al mismo tiempo esos tres profesionales, como el químico o el físico van a estudiar para comprender los fenómenos de la materia, por medio de una serie de elementos que son comunes para todos ellos, y va a hablarse hoy de Físico-Química ya, y no de Física o de Química, como quizás todavía se esté hablando en lo colegios secundarios, y como a mí me tocó aprender, para conocer bien la Física y la Química es necesario conocer Matemáticas. Y así en el otro extremo todas las carreras están unidas en un haz de conocimientos mínimos necesarios que debe tener el estudiante. (…)» (citado en Turner Martí, 2007, pp. 78-79)
El Che Guevara, al igual que muchos otros revolucionarios marxistas, reconoció la importancia de las matemáticas para la formación teórica y la acción política, necesarias para la construcción del socialismo. En su concepción de la formación del «Hombre Nuevo», las Matemáticas ocupaban un lugar muy particular. El Che no solo predicaba con la palabra la importancia del estudio de las matemáticas, además predicaba con el ejemplo. Le dedicó más de cinco años de su vida, en los momentos cruciales en la consolidación de la Revolución cubana y mientras ocupaba importantes cargos en el gobierno, al estudio de las matemáticas. Durante ese tiempo mostró además un particular enfoque pedagógico, en el que incluía aprender junto a otros y darle relevancia al estudio. Nos mostró el Che que con dedicación, disciplina y constancia en el estudio se puede aprender matemáticas, aún con muchas limitaciones. Esa es otra de las lecciones que nos ha dejado el Che Guevara. Lección que deberíamos compartir con las y los jóvenes en nuestras escuelas.
Inspirado en buena medida por las ideas y el ejemplo del Che, nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez reconoce la importancia del estudio y la relevancia de las matemáticas para la formación de las y los revolucionarios. En numerosas oportunidades ha señalado la necesidad de que todos los funcionarios del gobierno desde los ministros y ministras para abajo se pongan a estudiar. Hace unos dos años, en el Aló Presidente No. 343 en Portuguesa, afirmó: “Es por esto que exijo más estudio, más disciplina revolucionaria”. Más adelante agregó: “Hay que estudiar mucho la ciencia económica, la ciencia política, la ciencia histórica, la ciencia geográfica, la ciencia matemática, el pensamiento económico de Ernesto Che Guevara, esto es muy importante, hay que saber planificar.” Mucha agua ha pasado debajo del puente, tengo la percepción de que muy poco hemos avanzado en este sentido. Más bien desde algunos grupos o sectores en educación se conspira contra el estudio disciplinado en general y contra el estudio de las matemáticas y otras ciencias en particular. Como una contribución al llamado del Comandante Presidente Chávez, en este artículo presento el ejemplo del Che Guevara como revolucionario que entendió la importancia del estudio de las matemáticas. Predicando con el ejemplo, el Che se dedicó durante muchos años al estudio disciplinado de las matemáticas.
Ernesto Che Guevara mostró interés por las matemáticas desde joven y a todo lo largo de su vida. Su destacada habilidad en matemáticas hizo incluso a sus padres pensar que se dedicaría al estudio de alguna carrera de ingeniería, carrera relacionada con esas ciencias. Un doloroso hecho familiar le llevó a estudiar medicina. Su amigo el médico Alberto Granado, en uno de sus relatos, cuenta que:
“(…), sus amigos y compañeros de esa época no pensábamos que él iba a estudiar Medicina. El Pelao, decíamos, será matemático, o químico, o físico, o algo de eso. Tenía una facilidad asombrosa para las matemáticas y todos nosotros decíamos, bueno lo que es este, será matemático. Y nos sorprendió cuando agarró Medicina. Por supuesto que cualquier cosas que cogiera lo iba a hacer bien, ¿no? Pero realmente nadie pensó que iba a estudiar Medicina” (citado en Ustáriz Arze, p. 180)
En una clara comprensión del razonamiento estadístico, refiriéndose a su experiencia personal como estudiante universitario de primeros años, el Che cuenta que: «(…) Yo no creo que un ejemplo individual, hablando estadísticamente, tenga importancia, pero inicié mi carrera estudiando ingeniería, acabé siendo médico (…)»(citado en Turner Martí, 2007, p. 76)
Aunque abandonó los estudios de ingeniería por los de medicina, a lo largo de su vida el Che comprendió la utilidad de las matemáticas para la actividad científica, económica y social, y no perdió el interés por estas ciencias. Raúl Castro relata en su Diario, en una entrada de fecha 29 de Diciembre 1956, un hecho que nos revela el interés del Che por las matemáticas: «Nos trajeron libros de Geografía de Cuba, Historia de Cuba, éstos para darles clases a los campesinos que se nos unían … Vino además un libro de álgebra para el polifacético(SIC) Che Guevara. Todos los libros los había pedido él.»
Ricardo Rojo, su inseparable amigo, dijo en una oportunidad que: «Sin sueños de grandeza, el lector de Cervantes, de Gallegos, de Neruda, le planteaba a los cubanos los problemas económicos a ser superados. Memorador del Martín Fierro hasta el grado de ponerle ese nombre a su mulo en sus andanzas junto a Fidel, con el cual estudiaba matemáticas superior, finanzas, macroeconomía y hasta cálculo infinitesimal. No le teme a nada, ni al estudio de la relatividad» (SELSER, 1984, p. 31 y 32). (en Sueiro, 2002)
El Che Guevara entendía el valor de las ciencias y del razonamiento científico para los revolucionarios. En unos de sus discursos donde explicaba por qué era marxista, nos muestra su visión de las ciencias. En sus propias palabras:
«(…) Nuestra posición cuando se nos pregunta si somos marxistas o no, es la que tendría un físico al que se le preguntara si es «newtoniano», o un biólogo si es «pasteuriano».
Hay verdades tan evidentes, tan incorporadas al conocimiento de los pueblos que ya es inútil discutirlas. Se debe ser «marxista» con la misma naturalidad con que se es «newtoniano» en física, o «pasteuriano» en biología, considerando que si nuevos hechos determinan nuevos conceptos, no se quitará nunca su parte de verdad a aquellos otros que hayan pasado. Tal es el caso por ejemplo, de la relatividad «einsteiniana» o de la teoría de los «quanta» de Planck con respecto a los descubrimientos de Newton; sin embargo, eso no quita absolutamente nada de su grandeza al sabio inglés. Gracias a Newton es que pudo avanzar la física hasta lograr los nuevos conceptos del espacio. El sabio inglés es el escalón necesario para ello.
Los avances en la ciencia social y política, como en otros campos, pertenecen a un largo proceso histórico cuyos eslabones se encadenan, se suman, se aglutinan y se perfeccionan constantemente. En el principio de los pueblos, existía una matemática china, árabe o hindú; hoy la matemática no tiene fronteras. Dentro de su historia cabe un Pitágoras griego, un Galileo italiano, un Newton inglés, un Gauss alemán, un Lovachevki ruso, un Einstein, etc. Así en el campo de las ciencias sociales y políticas, desde Demócrito hasta Marx, una larga serie de pensadores fueron agregando sus investigaciones originales y acumulando un cuerpo de experiencias y de doctrinas.»
En junio de 1959, el Che Guevara es enviado por Fidel, junto a una comisión, a recorrer varios países en busca de apoyo a la Revolución Cubana. La primera parada de ese viaje la hacen en El Cairo. Uno de los miembros de esa delegación era el profesor del Matemáticas Salvador Vilaseca. Cuando el Che supo que Vilaseca era profesor de la ciencia que tanto le atraía, le propuso inmediatamente que le diera clases de matemáticas. Relata el propio Vilaseca que:
«Un día en ese viaje, el Che me dijo que quería recibir clases de matemáticas al regresar a Cuba, y fundamentó: «Es que para dominar la ciencia económica hay que saber matemáticas». Le pregunté si sabía matemática superior. «Mira-me explicó-, a mí se me ha olvidado todo. En el bachillerato di álgebra, geometría, esas cosas; pero nunca más he vuelto a ver eso». Le contesté que entonces tenía que empezar a repasar. En realidad, yo pensé que su idea era solo pasajera. Con el trabajo y las responsabilidades que él tenía, no imaginé que pudiera cumplir aquel propósito. Pero a los quince días de regresar a Cuna-nosotros volvimos, si mal no recuerdo, el 8 de septiembre del 59-, me mandó un recado con Francisco García Vals: «Ya tengo la pizarra, el borrador y el yeso: ¿cuándo empezamos? » Le respondí que cuando él dijera. Y la contestación fue: «Mañana». El Che entonces estaba a cargo del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria.» (citado en Ustáriz Arze, pp. 180-181)
Por cierto, el profesor Vilaseca (1909-2003) vivió en nuestro país como exiliado político durante la dictadura de Batista. Sigue relatando el profesor de matemáticas del Che que:
«Después que él hubo recordado y consolidado todo eso, comenzamos a dar álgebra superior y geometría analítica. Alternábamos las clases. Después dimos cálculo infinitesimal, cálculo diferencial e integral... Peinamos completamente el libro de Gaville [sic], que yo acostumbraba usar en mis clases, que se daba en la Universidad-no sé su ahora se sigue empleando-un gran texto, clásico, que tiene sobre todo muchos ejercicio.
Che los hizo todos. Yo le ponía muchos problemas, porque eso le daba agilidad; menos teoría y más problemas. Al final le di ecuaciones diferenciales, casos más típicos. Hasta que llegó el momento que le dije: “Bueno, Comandante, ya yo le he trasladado a usted todo lo que sé de matemáticas. Vamos a liquidar ya el curso”.
Entonces él me contestó:
-No, ahora quiero que tú me des clases de programación lineal.
-Le expliqué que yo había leído cosas de programación lineal, pero que nunca había dado clases de esa materia.
-Bien-insistió el Che-, ¿por qué no la estudiamos juntos?» (citado en Ustáriz Arze, p. 181)
Relata Vilaseca que estudiaron esta rama de las matemáticas con el libro Programación Lineal, del profesor mexicano Héctor M. Espinosa, y que el Che Guevara resolvió uno por uno todos los ejercicios propuestos en dicho libro.
No se limitaba el Che a estudiar matemáticas. Cuenta Miguel Figueras- quien fuera director de Planificación Perspectiva mientras el Che estaba al frente del Ministerio de industrias- que éste mantenía dos grupos de estudios por semana. Los lunes a la noche se reunían a estudiar Matemáticas y uso de las estadísticas y los miércoles en el mismo horario, leían y estudiaban colectivamente El Capital. Varios intelectuales frecuentaron ese círculo de estudios, por ejemplo, el profesor de economía política marxista Anastasio Mansilla.
Para el Che Guevara la interdisciplinariedad es una característica de las ciencias, y como tal debería enfatizarse en la formación de las y los profesionales que necesita la revolución. Y reconoce la importancia del estudio de las matemáticas para otras profesiones, incluyendo la medicina. Afirmaba el Che que:
«(…) dentro de las características de este mundo moderno, donde un especialista de riñón-para hablar de una profesión que yo conozco-está divorciado, a veces, de un oculista, o de un ortopédico, por un extremo, pero al mismo tiempo esos tres profesionales, como el químico o el físico van a estudiar para comprender los fenómenos de la materia, por medio de una serie de elementos que son comunes para todos ellos, y va a hablarse hoy de Físico-Química ya, y no de Física o de Química, como quizás todavía se esté hablando en lo colegios secundarios, y como a mí me tocó aprender, para conocer bien la Física y la Química es necesario conocer Matemáticas. Y así en el otro extremo todas las carreras están unidas en un haz de conocimientos mínimos necesarios que debe tener el estudiante. (…)» (citado en Turner Martí, 2007, pp. 78-79)
El Che Guevara, al igual que muchos otros revolucionarios marxistas, reconoció la importancia de las matemáticas para la formación teórica y la acción política, necesarias para la construcción del socialismo. En su concepción de la formación del «Hombre Nuevo», las Matemáticas ocupaban un lugar muy particular. El Che no solo predicaba con la palabra la importancia del estudio de las matemáticas, además predicaba con el ejemplo. Le dedicó más de cinco años de su vida, en los momentos cruciales en la consolidación de la Revolución cubana y mientras ocupaba importantes cargos en el gobierno, al estudio de las matemáticas. Durante ese tiempo mostró además un particular enfoque pedagógico, en el que incluía aprender junto a otros y darle relevancia al estudio. Nos mostró el Che que con dedicación, disciplina y constancia en el estudio se puede aprender matemáticas, aún con muchas limitaciones. Esa es otra de las lecciones que nos ha dejado el Che Guevara. Lección que deberíamos compartir con las y los jóvenes en nuestras escuelas.