DESDE EL CRISOL
José
Domador
La Vega, 10-07-2012
A solo días de haber arrancado oficialmente la campaña electoral por la silla
presidencial, el candidato de la patria, Hugo Rafael Chávez Frías,
no ha hecho más que ratificar lo que indican todas las encuestas “Un rotundo
triunfo para los comicios del próximo siete (7) de octubre”. Y esta realidad
tiene desesperada a la oposición y sus asesores del norte.
Ejemplo de lo antes expuesto es lo ocurrido el pasado sábado 7 cuando el
oposicionismo intento ganar espacios en la parroquia La Vega,
encontrándose con un gran muro de contención constituido por una comunidad
consciente de los beneficios que ha significado para ellos vivir en revolución.
Sin embargo, no podemos confiarnos ya que dos enemigos históricos están al
acecho, uno es el triunfalismo, y el otro el sectarismo existente en algunos
sectores del chavismo.
Para hablar del triunfalismo, el ejemplo más reciente de tal vicio lo
encontramos en las últimas elecciones parlamentarias cuando la participación de
los sectores que acompañan el proceso no tuvo la contundencia esperada, y el
majunchismo alcanzó una importante cuota de diputados. En esta oportunidad, a
pesar de que el triunfo esta garantizado, el mismo debe ser por un amplio
margen para frenar el deseo de algunos centros de poder de justificar una
intervención internacional.
El otro enemigo a vencer es el sectarismo que persiste en algunos sectores del
chavismo y que atenta contra la unidad. Esto ha permitido incluso que los
consejos comunales hayan sido infiltrados por saboteadores de oficio que se
ocupan de negar los logros obtenidos en nuestros sectores (aunque estos son tan
evidentes como la inmensidad del sol), lo peligroso es que estos operadores del
oposicionismo a veces logran envolver incluso a chavistas incautos, o
desconocedores de algunas realidades nuestras.
Seguros estamos que el 8 de octubre nos levantaremos en un país ansioso de
profundizar el proceso socialista impulsado por nuestro líder. Pero no
debemos olvidar las palabras de ese peruano universal que fue José Carlos
Mariátegui, quien en su paso por Europa y ante la inminente toma del poder por
parte de Benito Mussolini expreso “El triunfo del fascismo es el precio que
deben pagar los pueblos ante las contradicciones de la izquierda”
Deslastrémonos
pues de estas contradicciones que hacen mas largo el camino que debemos
transitar, para pasar de una sociedad de economía capitalista, a una sociedad
de economía socialista que permita enrumbar al país por nuevos derroteros.
¡¡¡Viviremos y
venceremos!!!
