Por Diego Olivera
Nuevamente una nueva decisión unilateral de la mal denominada
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pone en tela de juicio a esta
desprestigiada institución, que solo activa su condenas a países que defienden
su soberanía y los derechos de sus ciudadanos, obviando procesar acusaciones contra EEUU, que en su territorio
aplica una política de detenciones ilegales,
violando los derechos individuales de su ciudadanos, bajo la Ley Patriota
(antiterrorista). De la misma manera
hacen oídos sordos a las detenciones y torturas a los detenidos ilegales sin
juicio en la Base
de Guantánamo, instalada en territorio
cubano ilegalmente ocupado, porque ya caducó la concesión de arrendamiento hace
más de una década.
Estas
decisiones adoptadas por estos juristas son financiados por los gobiernos
latinoamericanos, porque es bueno precisar que los gobiernos estadounidenses no
aportan fondos a la CIDH,
pero si la utilizan para sus planes expansionistas. EEUU condena el terrorismo y el tráfico de
drogas de palabra, sin embargo aplica el asesinato selectivo a través de la CIA, a través de asesinos y
genocidas como Posada Carriles, que voló un avión con cientos de niños
deportistas y personas quien nunca ha sido procesado, y vive con todos los
derechos en EEUU. También ha practicado secuestros a mandatarios
latinoamericanos como el panameño Manuel
Noriega (ex CIA), o Bertrand Arístide de Haití.
Pero para este organismo secular al servicio de EEUU todo esto no
constituye hechos condenables.
En respuesta a la intención
de Venezuela de salirse la
Comisión CIDH, el Secretario General de la Organización de
Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que no existe un mecanismo
establecido para retirarse de la misma, “porque la CIDH está en la Carta de la OEA, por lo tanto no se prevé
alguna forma de retirarse de ella”, además manifestó que “no ha querido
hablar sobre la decisión de Chávez”, porque no tiene aún una notificación
oficial de parte del Gobierno venezolano y por lo tanto considera que sería
prematuro pronunciarse. Nuevamente las declaraciones de Insulza dejan
claramente establecida la ineficacia y
la dependencia de este organismo a directrices de EEUU, porque no resolvieron
el golpe de estado de Honduras, están mediatizando para sin dejar sin efecto
una condena a Paraguay, sin olvidarnos del golpe en Venezuela del 2002 donde la OEA apoyó al gobierno de
facto, triste papel el de Insulza, un ex socialista allendista, que se pasó al
neoliberalismo y hoy defiende el poder hegemónico estadounidense.
Nuevamente
la CIDH ataca a
Venezuela apoyando a un terrorista
El
presidente de Venezuela Hugo Chávez, señaló que la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) apoya el terrorismo, cosa que afirmó “al ratificar su rechazo al fallo de la Corte Interamericana
de los Derechos Humanos (Corte-IDH) a favor de Raúl Díaz Peña, autor de los
ataques terroristas contra el Consulado General de Colombia y la Oficina de Comercio de
España, perpetrados en Caracas en 2003”.
Este fallo del 20 de julio pasado, acusa al estado venezolano de ser "internacionalmente
responsable por la violación del derecho a la integridad personal y por los
tratos inhumanos y degradantes en perjuicio del señor Raúl José Díaz
Peña".
Sobre
el fallo, que favorece a un terrorista venezolano que está viviendo en los
Estados Unidos, dijo Chávez que “éste se tomó sin tomar en cuenta los
procedimientos, las investigaciones y el juicio realizado en el país, ni
siquiera nos llamaron para consultarnos. Aquí hubo un juicio, una condena, hay
testigos de que ese terrorista le puso bombas a la embajada de España y de
Colombia, eso se comprobó”. El jefe del Estado subrayó además que “La CIDH es un brazo del imperio
para agredir a Venezuela, por lo tanto el país se retira de este organismo de
tutelaje, Venezuela es un país libre: así como nos incorporamos podemos salir”.
También en ese plan de
ataque contra el proceso bolivariano,
organismos como Human Rights Watch (HRW) ataca a Venezuela en sintonía
con EEUU, como lo confirman las declaraciones de la fiscal general de la República, Luisa Ortega
Díaz que califican “Como insolente,
irrespetuoso e inaceptable para todos los venezolanos el informe de la
organización no gubernamental con sede en Washington, Estados Unidos, HRW en el cual se
señala que “los derechos humanos y la libertad de expresión en Venezuela
'han empeorado por una concentración y abuso de poder' ".
Una
nueva campaña mediática contra la democracia venezolana
Al
analizar todas estos hechos y sumarlos a variados programas privados de
televisión y radio de Venezuela, donde se hace hincapié en estos temas, (como
periodista tengo conciencia de que las casualidades no existen, todo tiene una
causa y un porque) afirmo que esta es una campaña ya orquesta desde hace meses,
pero ahora a solo a casi dos meses de las elecciones presidenciales del 7 de
octubre del 2012, adquiere una mayor virulencia.
Esta
estrategia busca agudizar las tensiones sociales. La oposición ha comenzado a
generar mecanismos de confrontación social, se han armando falsas encuestas
para generar una matriz de empate técnico, no se reconoce por parte del
candidato Henrique Capriles el acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE)
a esto se agrega también la presencia del ex presidente Uribe, creando tensión
en la frontera con Colombia. Todo nos recuerda a la estrategia golpista del
2002, donde los paramilitares uribistas, irrumpieron con uniformes venezolanos,
para intentar un magnicidio contra el presidente Chávez.
No
queremos hacer falsas hipótesis sobre los planes belicistas y
desestabilizadores de la oposición, pero es significativo un reciente
comentario de un funcionario de la embajada de EEUU, de que “habría
sorpresas para el 8 de octubre”. Este no puede adjudicarse a un posible triunfo
de la oposición, porque Chávez aventaja en más de un 20% al candidato opositor.
Esperemos que valoren bien los planes de EEUU ordenados a la oposición, porque
Venezuela no es Libia, ni tampoco Siria, ni tampoco Paraguay, aquí existe un
proceso revolucionario y un pueblo organizado, en la construcción de una nueva
sociedad.
Publicación Barómetro 30-07-12