lunes, 22 de abril de 2013

CAPRILES RADONSKI: “GOLPE A GOLPE VAMOS A LLEGAR”







Miguel Ángel del Pozo







En nuestra modesta opinión, consideramos que el PSUV está equivocado cuando acusa a Henrique Capriles Radonski (HCR, de ahora en adelante) de ser y actuar como “fascista”. Expresamos que el PSUV está equivocado en elevar esa acusación porque, en última instancia, desde los paradigmas de la “democracia participativa”, el señor HCR está en su “pleno derecho” de “ser, expresar y comportarse” como “un fascista”; ese es su problema; en ese escenario, sabemos que el Estado de Derecho y las leyes venezolanas sabrán como actuar en concordancia.



Debemos recordar que Venezuela, en su Historia Patria, no había sufrido la praxis del fascismo hasta el “Golpe de Abril” (2002) y, en aquellos momentos, a posteriori del “regreso de nuestro Comandante”, es decir, a posteriori del 14 de abril de aquel fatídico año (2002), la Asamblea Nacional no se avocó a discutir y aprobar una ley que prohibiera las expresiones político-violentas tan “naturales” en y de las praxis del fascismo como expresión político-ideológico-cotidiana con consecuencias económicas y militares (como piense cada quien es un derecho natural aún cuando nos consideremos que estén equivocados); en ese marco referido, conocemos que, por ejemplo, en Austria y Alemania, según su marco jurídico-legal, hay leyes expresas y precisas prohibiendo expresiones públicas socio-políticas del fascismo/nazismo con condenas de cárcel (En España el falangismo, hasta donde entramos en conocimiento, su expresión político-legal no está prohibida por ley); es decir, sí podemos y debemos acusar política y públicamente a HCR de “ser en su esencia fascista”  y comportarse como tal así como también a “su combo político”, independiente de sus ideologías, cuales se conjugan en la MUD, porque, ante las expresiones político-terrorista-fascista-nazista de HRC, han asumido aquel refrán de “…quien calla, otorga...”.



También está equivocado el PSUV cuando no demuestra, metodológicamente, su tesis sobre el “hecho conocido y aceptado” tanto por la sociedad cívico-militar y el poder popular en el marco de la democracia participativa  que el señor HCR es fascista-militante, en “cuerpo y alma”; es decir, el PSUV, objetivamente, sí expresa las verdades político-ideológicas sobre el comportamiento fascista de HCR pero no todas las verdades paradigmáticas de “su fascismo” [de  HCR]. Nos referimos, por ejemplo, que el PSUV, aún, no ha resaltado la importancia del lenguaje corporal de HCR tan igualmente parecido al del líder de la expresión fascista-nazista, Adolf Hitler, como lo podríamos comprobar en cualquiera de la documentación fílmico-histórica cual, en su análisis, bien podría analizar el Centro Nacional de Historia y su importante y profesional equipo de historiadores.



Pero vayamos al principio histórico de la expresión político-histórica fascista en nuestro país, Venezuela, en el marco del proceso revolucionario, la Revolución Bolivariana Socialista, bajo la responsabilidad ejecutiva de nuestro Comandante en Jefe y Presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, en sus tiempos históricos [en las actuales circunstancias se repiten bajo la conducción ejecutiva de Nicolás Maduro Moros], cuando en conclusión de un proceso político-ideológico-social-económico, los fascistas llevaron a nuestra nación, Venezuela, al “Golpe de Estado de Abril” (2002); es decir, nos consideramos que el verdadero fascismo en Venezuela y fascismo venezolano y “no venezolano” [nos referimos a las participaciones del gobierno español bajo la dirección de José María Aznar] se manifestó en ese movimiento político-social-militar que se expresó en el mes de abril referido (2002) y no con aquella histórica acusación que salió de las filas del partido Acción Democrática (AD) cuando acusaron a Rafael Caldera y los diferentes líderes políticos que se adscribían al partido COPEI de ser y comportarse como fascistas. En el marco de ese mismo contexto, podríamos aceptar que el COPEI de sus inicios se expresó como un partido con “rasgos falangistas” sustentando sus marcos ideológicos referenciales en la encíclica “Rerum Novarum” según se acordó en el Congreso de Roma.



El proceso ideológico que nos consideramos como “el proceso fascista” comenzó en Venezuela aún antes del triunfo de Hugo Rafael Chávez Frías en el marco de aquellas elecciones presidenciales del año 1998. Durante todo ese año referido los artículos escritos tanto por Manuel Caballero (q.e.p.d.) como por José Rodríguez Iturbe, ambos, columnistas de El Universal estaban, inteligentemente, dirigidos a socavar las adhesiones hacia el Comandante Chávez Frías que se comenzaba a expresar como líder político candidatural de aquellos sectores de la sociedad que no creían en las propuestas políticas adeco-copeyanas, aquellos sectores sociales que expresaban sus diferencias y oposiciones a las promesas y las políticas socio-económicas que se impulsaban desde el gobierno de Rafael Caldera como conclusión histórico-gubernamental de la decadencia histórica de la democracia representativa fundada por don Rómulo Betancourt  en el marco del “Pacto de Punto Fijo”. Debemos precisar que mientras Manuel Caballero mantuvo su tesis política por escrito anti-Chávez en los tiempos posteriores eleccionarios cuando fue elegido Chávez Frías como Presidente de la República de Venezuela según y en el marco constitucional de “la moribunda Constitución” de la 4ta. República, Rodríguez Iturbe, repentinamente y sin explicación alguna por parte del órgano de prensa arriba en referencia, su columna desapareció de El Universal. ¿Fueron Manuel Caballero y José Rodríguez Iturbe los ideólogos del incipiente fascismo en Venezuela según los paradigmas fascistas que se incubaron en España post-franquista gracias al Partido Popular español y su aún y actual líder, José María Aznar y, en tiempos actuales, en el marco ideológico que está impulsando Mariano Rajoy? Tema a seguir en su análisis histórico-ideológico. Ahora pasemos al “Golpe de Estado de Abril” (2002).



Al entrar en el tema teórico del “golpe de estado”, cualesquiera se planifique, conozca, desarrolle en país alguno, por razones de metodología, nos permitimos sugerir las siguientes lecturas: Curzio Malaparte: “Técnica del golpe de estado”. Sunzi: “El arte de la guerra”. Gabriel Naudé: “Consideraciones políticas sobre los golpes de Estado”. Nicolás Maquiavelo: “Del arte de la guerra”. Sobre el tema político-ideológico consideramos interesantes: Dante Alighieri: “Monarquía”. Slavoj Zizek: “¿Quién dijo totalitarismo”. Helmut Dubiel: “¿Qué es neoconservadurismo? María Carolina Ferraris: “Entre la utopía fascista y el pragmatismo (Ideología y Economía en el franquismo 1945-1970)”. George L. Mosse: “La nacionalización de las masas”. Emil Ludwig: “Tres dictadores: Hitler, Mussolini y Stalin”. Ian Kershaw: “Hitler, 1936-1945”. Corey Robin: “El miedo”. Solo una corta bibliografía para que podamos demostrar porqué Henrique Capriles Radonski es fascista en todo su esencial sico-post-natural [nos, intelectualmente, dudamos que la praxis fascista de HCR se sustente en lecturas acordes a esa ideología lo cual lo hace aún más peligroso por la expresión pragmática del fascismo-nazismo según la Historia Contemporánea].



Debemos precisar que HCR no asumió la ideología fascista cuando militaba en una organización religiosa de ultra-derecha. Nos consideramos que, en correlación con esa ideología religiosa, HCR ha debido imbuirse en los paradigmas del “falangismo-franquista-español” ideología donde militaron importantes cuadros del gobierno de Francisco Franco Bahamonde durante la primera fase de ese gobierno franquista. ¿Cuándo, entonces, HCR comenzó a caminar hacia el fascismo criollo cual contiene sus importantes y fundamentales diferencias con las bases ideológicas del falangismo-español? Actualmente, nos consideramos que HCR estaría caminando hacia paradigmas y praxis nacional-socialista (nazismo) cual está en importante y sustancial contradicción con la teología judeo-semita ancestral-familiar.



Reiteramos lo expresado más arriba, HCR tiene sus derechos naturales de adscribirse y actuar con formas de pensar filosóficamente desarrollados en el marco teórico-académico según la Historia de la Filosofía Política; HCR tiene el derecho de, sustentándose en los contenidos teológicos expuestos por San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino, irrumpir en lo natural-social sí y solo sí considera que la Patria estuviera en grave peligro de perder su esencia como Patria, Nación, Estado cual le permita sustentar su decisión política en praxis de actuar basándose en los paradigmas referentes adscritos por Adolf Hitler cuales expuso, en su marco anti-marxista y de teoría económica, en su discurso en el parlamento alemán el día 23 de marzo de 1933.



HCR, verdaderamente, cree y ha asumido que la Patria, Venezuela, se encuentra en grave peligro como también lo asumió así Adolf Hitler según el autor arriba referido, Emil Ludwig, en el texto en referencia sobre la base, reales y/o imaginarias, de las referencias socio-políticas que sustentan sus argumentos socio-raciales y político-ideológicos de peligro demostrado y demostrable [según la argumentación expresada por HCR y la MUD: el comunismo, los cubanos, como ejemplos referentes] y, al tiempo, argumentando estar y encontrarse en perfecta consonancia en lo moral-ético natural y adscribirse a lo que asume, personalmente, como lo teológicamente cristiano.



Este sería el marco teórico-político-ideológico sobre el cual HCR sustenta sus propuestas políticas fascistas actuales frente  al triunfo indiscutido de Nicolás Maduro Moros, en el marco obligado de la democracia-participativa venezolana [por ello son sus actúales adhesiones a las referencias político-ideológicas del chavismo] y en el marco legal-constitucional sobre el cual se sustenta el Estado y la República Bolivariana de Venezuela. Es evidente, que se presenta una muy importante contradicción entre la propuesta de las políticas propuestas y sustentadas por HCR en el marco de la ideología fascista-nazista y la realidad de la Revolución Bolivariana Socialista bajo el liderazgo de Nicolás Maduro Moros. Fuerte e importante contradicción que va más allá de las simples pero sangrientas propuestas de calle de carácter fascista-nazista impulsadas motu proprio por HCR caminando hacia la conformación del “Golpe de Estado inconcluso” que no pudo “tumbar” a nuestro Comandante en Jefe y Presidente de la República Bolivariana de Venezuela porque el “poder popular” conjuntamente con el “poder militar nacionalista” asumieron la defensa de la Patria, Venezuela, hacia su caminar como potencia solidaria regional en la conformación de la Patria Grande bajo los paradigmas impulsados por Simón Bolívar y Hugo Rafael Chávez Frías en tiempos históricos referenciales diferentes; a eso se le denomina “revolución nacionalista cívico-militar” venezolana y punto.