miércoles, 26 de septiembre de 2012

PAZ CON JUSICIA SOCIAL VS PAZ DE LOS SEPULCROS

Caso Colombiano
Timoleón Jiménez farc epSomos guerreros por la paz, y sólo para lograrla hemos empuñado las armas. Si la guerra ha sido impuesta por los poderosos en Colombia, la paz será construida por los sectores populares y desposeídos.

En recientes pronunciamientos de la insurgencia desde la Habana, se ha dado a conocer el nombre del décimo de los integrantes de las FARC-EP en la mesa. Se trata del querido por toda la guerrillerada “sargento Pascuas”, legendario Marquetaliano que ha participado con valentía y arrojo en  la lucha guerrillera en el suroccidente de Colombia, y cuya presencia en la mesa de diálogos por la Paz con Justicia Social nos llena de orgullo fariano.

Por otra parte, en los diversos pronunciamientos oficiales, se evidencia claramente que  dos cosas fundamentalmente tiene JM Santos en la cabeza cuando piensa en los diálogos con la insurgencia que recientemente fueron anunciados y que comenzarán el próximo 8 de Octubre en Oslo: la desmovilización y la reelección. Por eso le pone como fecha a la paz el 2013. Ese es el termino de tiempo que le da para no matarla.   

Las aspiraciones reeleccionistas del mandatario ya se dejan ver en algunos de sus pronunciamientos y comportamientos, sin embargo no nos interesa abordar en este artículo ese aspecto, sino el de la desmovilización, porque es un punto que expresa de forma clara la concepción burguesa y oligárquica de paz. Para ellos la paz es que la guerrilla deje de existir, que se callen los fusiles. Anhelan que la insurgencia se diluya, desaparezca, pero que todo siga igual.

La oligarquía no quiere alcanzar la paz para acabar con el drama de los desplazados, solucionar la problemática de los prisioneros, alcanzar la verdad de los desaparecidos; no quiere lograrla y poder así parar este desangre en nuestra patria y evitar que más hermanos caigan en la confrontación; no piensa en la paz para lograr reconstruir nuestro país sobre la base del respeto, las garantías democráticas y la justicia social. Cuando la oligarquía piensa en la paz se imagina un país sin confrontación armada (más seguridad), donde puedan realizar muchos y mejores jugosos negocios, y donde pueden sacar de forma completamente segura los recursos naturales. Por eso, siempre miden la paz en términos económicos y utilizan frecuentemente términos económicos para referirse al proceso de diálogo.

En pronunciamiento desde la Universidad de Kansas en Estados Unidos, JM Santos dice aspirar a una paz “negociada”. “El proceso de Paz sería éxito también de Estados Unidos porque culminaría su inversión en el Plan Colombia. La paz en Colombia sería una situación de “ganancia” para todo el mundo”. Ya entendemos porqué dice que tiene la llave de la paz en su “bolsillo”.

Acto seguido el primer mandatario añade que: la paz probaría que el Plan Colombia fue exitoso.

Si el Plan Colombia fue exitoso, no entendemos nosotros entonces  qué hace sentado en una mesa de diálogo. ¿Acaso no fue diseñado para aniquilar a la insurgencia? ¿Igual que el Patriota I, patriota II y Plan Consolidacion? La verdad así le duela mucho a la oligarquía es que todos estos planes diseñados desde el imperio han sido enfrentados exitosamente por la insurgencia por medio de la táctica de la guerra de guerrillas móviles, y en el campo de batalla han salido derrotados por la fuerza del pueblo en armas.  

Sin embargo, nosotros como pueblo en armas debemos decir que nuestro compromiso con la Paz es total. Tal como lo dijo el Comandante Jesús Santrich: “no creemos en una paz negociada”, porque la insurgencia no tiene nada que “negociar” con el estado. Creemos profundamente es en la solución política del conflicto, esa que logre remover las causas fundamentales que lo generaron. Anhelamos una paz con profundos cambios, de carácter estructural, para que en Colombia imperen los intereses de las mayorías. Para que cese el terrorismo de estado, las desapariciones forzadas, los encarcelamientos inhumanos, la atroz tortura. Soñamos con un país de libertades democráticas, de debates políticos con garantías. Queremos un país sin hambre, con educación y salud. Por eso, nuestro horizonte es la paz con justicia social, y lo ha sido desde nuestros orígenes en Marquetalia. Somos guerreros por la paz, y sólo para lograrla hemos empuñado las armas. Si la guerra ha sido impuesta por los poderosos en Colombia, la paz será construida por los sectores populares y desposeídos.

SÓLO HABRÁ PAZ CUANDO SE INSTAURE LA JUSTICIA SOCIAL