jueves, 5 de noviembre de 2009

DEL GATOPARDISMO A LA REVOLUCIÓN PERMANENTE EN VENEZUELA
Miguel Ángel del Pozo
El Gatopardismo propuesto por las derechas nacionales tiene su obligatoriedad en superar el estado-rentista, en su estructura, manteniendo las superestructuras del actual estado burgués en las nuevas realidades del sistema capitalista global, desmontado las legalidades que le otorgan a la sociedad “participación y responsabilidad” democrática, incluirse en las nuevas formas de Dependencia según los paradigmas en “pleno desarrollo” en Colombia, Perú y las interesantes negociaciones que han venido desarrollando, desde la OEA, Washington y San José, –Costa Rica-, sobre la situación en Honduras. Lo podríamos denominar como “Gatopardismo del siglo XXI”. Analicemos.
En ese orden, permítasenos comentar sobre el contenido del artículo de Emeterio Gómez: “Carolina, el Mal y la Esperanza” (El Universal, 1, noviembre, 2009, pág. 4-10) Les proponemos reflexionar, a ellos, que la máxima y primera expresión de “libertad plena”, como ser creado, la ejerció el “ángel caído” cuando decidió caminar por los derroteros de la “soberbia”; así mismo, la libertad ejercida por Jesús de Nazareth, Hijo de Dios, en su más alta expresión, se sustentó en el “amor” y en “su ejemplo” de vida ofreciendo, en contraposición a la soberbia, una guía de acción en “Las Bienaventuranzas”, las cuales, en última instancia, son la expresión real de aquel mandamiento de “amar al prójimo como a uno mismo”. El estudio del desarrollo de la “soberbia en la Historia” nos permite no sesgar la Historia de la Humanidad en función bien de limitados conocimientos, bien por alienaciones ideológicas, bien para justificar aspiraciones políticas ¿cuáles serían las diferencias en los “hechos históricos” que se desarrollaron durante el ejercicio de la Inquisición, las Cruzadas y el nazismo? ¿No representa el Holocausto la máxima expresión humana de aquellas actitudes cristianas que emergieron durante la Baja Edad Media? Así como la Iglesia Católica justificó y promovió la Inquisición y las Cruzadas y bendijo ejércitos fascistas en la Europas del siglo XX en función de desarrollar, consolidar y sustentar su “poder terrenal”, así vivimos, actualmente, las fraseologías expresadas por “informes teológicos” (sic) provenientes del Departamento de Estado, de personalidades eclesiales y laicos que se “rasgan las vestiduras” cual fariseos de “sepulcros blanqueados” ¿será la “naturaleza humana” y/o las consecuencias de aquel primer pecado?
En ese contexto de ideas, en la responsabilidad diplomática en Beijing, presenciamos una muy interesante conversación entre Rafael Caldera y la intelectualidad china del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China sobre “unipolaridad vs multipolaridad”. En un momento del intercambio de ideas, la intelectualidad china le inquirió sobre algunos “asuntos internos” en “pleno desarrollo” en Venezuela; Rafael Caldera, con aguda reflexión política, les hizo conocer que sobre “asuntos internos” venezolanos, únicamente, los discutía en suelo patrio. Frente a esta sólida posición política de Caldera contraponemos las actitudes “antinacionalistas” que estamos conociendo, en recientes fechas y en reiteradas actitudes, de supuestos líderes políticos y expertos internacionalistas cuando caminan por las “alfombras rojas de la soberbia” para justificarse en sus parlamentos públicos frente a “extraños y extranjeros”.
Continuando el desarrollo de nuestro discurso, José Vicente Rangel, en su programa dominical: “José Vicente hoy” (01, noviembre, 2009), en el introito, mostrando cierto grado de “rage” más que de “astonishment”, colocó un espejo delante a “tirios y troyanos” para que reflexionáramos sobre: “nacionalismo”, “patriotismo”, “amor a la Patria”, “dignidad” y respeto a uno mismo cuando se refirió, con énfasis, a las “históricas actitudes”, constantes y permanentes, de la “oligarquía colombiana”, la tradicional cafetera y la moderna “paracoquera” y “su pensamiento histórico” sobre Venezuela, lo venezolano y los venezolanos en diálogo y en conjunción con los comportamientos de aquellos fariseos, inmerecidos descendientes de Rómulo Betancourt y Rafael Caldera, como factores de oposición, supuestos representantes de los dignos y dignificados miembros de la sociedad civil antichavista que reclaman representatividad digna como así lo interpreta y lo expresa JVRangel, en su columna: ElEspejo, titulada: “El cuento de la unidad” (Ultimas Noticias, 02, noviembre, 2009, pág. 16, ElPais) “…Es conveniente que en Venezuela exista una oposición responsable…” Nada fácil de digerir para esos “cadáveres insepultos”.
¿Está viviendo, esa expresión política de derechas trasnochadas, sumisa al Imperio y de carácter antinacionalista, en un “mundo de fantasías kafkianas”, en un mundo ya histórico-político en su carácter rentista/dependiente en transición, en un mundo más cercano al Medioevo que a la “transmodernidad” (Enrique Dussel dixit)?
Es evidente que están perfectamente definidos los dos campos ideológicos que se están “enfrentando” en esa confrontación que raya la “lucha de clases” entendida ésta como las expresiones asimétricas de dos “subconjuntos” enfrentados de un “conjunto” con conceptos diferentes en lo referente a los paradigmas de “democracia y desarrollo”; es decir, se discute en Venezuela si el “poder popular” se manifiesta en toda su significación como poder, horizontal y vertical, o si permitimos que las estructuras de poder impuestas por el sistema capitalista, aún actuales, dirigen, según sus objetivos políticos concretos, los destinos de la sociedad venezolana como un todo.
Las realidades político-ideológicas que están en permanente expresión en nuestra Patria serían las propuestas de “Reforma” y la de “Revolución” en su expresión “Bolivariana y Socialista”. Los discursos de la oposición blanqueada están en concordancia con sus pensamientos tradicionales históricos que se comenzaron a desarrollar, si se nos permite, con las propuestas, explícitas e implícitas, con la “Generación del 28” y las realidades políticas eurocéntricas que influyeron en el colectivo político de aquellos tiempos históricos; es decir, las políticas del Frente Unido Nacionalista propuestas por la 3ra Internacional y las propuestas políticas sustentadas en la Encíclica “Rerum Novarum” y la Doctrina Social de la Iglesia Católica. La Revolución nacional fue caminando caminos sobre realidades nacionales expresadas en un “estado incipiente”, en una sociedad, prácticamente, analfabeta, en una economía en transición con migraciones internas significativas y un comienzo de “Dependencia” según el propio desarrollo de la economía capitalista norteamericana y algunas expresiones de dominación presentes europeas. Los referentes para ambas propuestas político-ideológicas se encontraban en modelos expresados en Europa: la Revolución Bolchevique y todo su importante significado como “Gobierno obrero-campesino” y las expresiones fascistas/católicas que se venían desarrollando en diferentes países europeos como respuesta al “comunismo bolchevique”.
¿Cómo se veían esas realidades en Venezuela? Los textos, por ejemplo, depositados en el Archivo Central de la Cancillería Bolivariana, van demostrando los intereses e intenciones de diferentes gobiernos nacionales, dependiendo de las tendencias ideológicas internas y las presiones desde Washington, sobre sus direcciones políticas hacia un “anticomunismo militante”, una adhesión a la “Guerra Fría” y una castración del desarrollo de la economía venezolana y una marcada dependencia a la “economía de puerto” pero en sentido inverso a los desarrollos económicos de los Tigres Asiáticos y la de la China “Deng Xiaoping”.
Cuando Hugo Rafael Chávez Frías alcanza el triunfo electoral y asume funciones de Presidente de la República, Venezuela estaba, prácticamente, “quebrada” manteniendo el modelo económico sustentado en un “estado rentista” como, permanentemente, lo califica el profesor Jorge Giordani. En ese orden, primeramente, era necesario “poner la casa en orden” tanto en su “estructura” como en su “superestructura” para, en el transcurso lógico de evolución y perfectibilidad de la praxis socio-política-económica, ir transformando al “estado rentista” e introduciendo estructuras económicas horizontales que fueran, directamente, al desarrollo de la “fuerza popular” tanto en su conciencia, en su preparación en asuntos económicos como en su desarrollo de compromiso con el proyecto “bolivariano y socialista”. Es decir, es un proceso histórico sustentado en las realidades socio-históricas y económicas muy particulares para el “caso Venezuela”. Nos explicamos.
Desde los tiempos coloniales, la hoy Venezuela, a contrario de Colombia, fue un espacio geográfico olvidado por la Corona española. A título de ejemplo, durante 100 años, aparentemente, ningún sacerdote peninsular fue enviado por la autoridad española como factor de inducción ideológica cónsona con los objetivos seudo-católicos y del poder coronado. Además, los Llanos venezolanos, según los estudiosos del tema, fue un espacio geográfico con una sociedad multirracial con independencia propia a la autoridad representada ¿permitió este hecho histórico que se desarrollara un importante comercio exterior que salía de San Fernando de Apure a los circuitos comerciales del Caribe y esta realidad obligaría a la Corona española decidir la constitución de “La Guipuzcoana”?
Nos referimos a lo, inmediatamente, expuesto por aquella tesis sobre la relación del conocimiento histórico de la Historia Patria, como uno de los factores a considerar, para buscar modelos de socialismo en realidades históricas y actuales. Caminando más profundamente, debemos tener presente que cuando la Revolución Bolivariana se convierte en Poder, esas realidades, históricas y actuales, aunque no la sorprenden si la condicionan. Los procesos que se han desarrollado desde que Chávez Frías asumió como Presidente, han impactado a la Revolución Bolivariana, como revolución, en varios “subconjuntos”: desmontar, paulatinamente, el Estado burgués sobre la base de la Constitución Bolivariana enriqueciendo en lo social las estructuras de ese Estado neonato; sincerar las realidades y sus significados de la industria petrolera nacional como factor fundamental para la inversión en factores de la economía en transición; el factor fundamental que representa la inversión con aportes de la industria petrolera en la sociedad venezolana como todo un “subconjunto”; el desarrollo de la “Nueva Política Exterior de Estado” de la Revolución Bolivariana asumiendo las consecuencias objetivas que se desarrollarían, como ha sucedido, con los factores de oposición a la Revolución Bolivariana desde el exterior conjuntamente con sus acólitos en el seno de la sociedad venezolana.
Frente a lo expuesto, nos obligamos a preguntarnos ¿el socialismo, un socialismo, los socialismos en la praxis de la Revolución Bolivariana? ¿Cuál es la tesis filosófica que nos permite el análisis de las realidades históricas bolivarianas para evitar repetir los paradigmas del “socialismo real”? En este sentido, el filósofo chino, Zhang Dainian, por allá, en los años de revolución hacia el poder, escribió que: “…It is imposible to establish a philosophy which disregards the special mentality of a nation…”¿Cómo interactuamos con las realidades que desde el exterior (léase: Washington y Bogotá, fundamentalmente) tratan de demostrar el supuesto “carácter totalitario” de la Revolución Bolivariana buscando “alienarnos” en tesis que excluyen, en los derechos naturales, a la sociedad y, en última instancia, calificar a la “representatividad de la sociedad” como expresiones totalitarias o no participativas?
Regresando al programa “José Vicente hoy”. El Vicepresidente y Ministro de la Defensa, Ramón Carrizales, expresó, en algún momento de la entrevista, que “…Colombia tiene que complacer al amo…”; durísimas palabras en concepto que, según nuestra investigación, no fueron respondidas por Nariño; actitud que nos obliga a preguntarnos ¿quién maneja a quien: Colombia a los EEUU de América o sucede que cada uno tiene sus propios objetivos geopolíticos?
Si ello fuese así, entonces de lo que se trata es de percibir cuales serían los objetivos de la “Política de Estado” de la oligarquía colombiana en connivencia con la criolla y cuáles serían las necesidades del Pentágono para poner a riesgo relaciones con países al sur del rio Bravo ¿los objetivos y las políticas que se implementan desde Nariño en suelo colombiano y lo que consideran los espacios colombianizados son diferentes a los objetivos estratégicos del Poder (Müller Rojas dixit) para América Latina? La soberbia de las dirigencias católicas de allá y de aquí no tiene discusión.
delpozo14@gmail.com