escrito por William Sanabria
http://venezuela.elmilitante.org/content/view/6324/
La pérdida de la Alcaldía Metropolitana de Caracas a manos de un contrarrevolucionario golpista como Antonio Ledezma ha conmocionado a las bases revolucionarias. Desde distintos sectores reformistas y buena parte de la burocracia del estado se intenta justificar este resultado con varios argumentos a saber: 1) La causa fundamental de la pérdida d la Alcaldía Metropolitana es la movilización de la clase media de las zonas ricas de la capital. 2) La derrota se circunscribe al Municipio Sucre (Petare) “donde ya sabíamos que las cosas estaban difíciles e incluso se perdió por un estrecho margen el referéndum revocatorio de 2004” 3) No hay que inquietarse porque en el gran bastión del chavismo en la capital, el Municipio Libertador, ganamos y sigue siendo rojo rojito. El propio Presidente Chávez en su valoración electoral ha repetido varios de estos argumentos.
Ni la explicación es la movilización de la clase media contrarrevolucionaria ni el problema está sólo en Petare
La realidad es que si analizamos sobriamente los datos y los comparamos con anteriores citas electorales estos argumentos no sirven para explicar lo ocurrido. En nuestra opinión, estas explicaciones más que ayudar a armar políticamente a los militantes revolucionarios pueden servir para que los problemas y peligros que reflejan los resultados electorales del 23 de Noviembre se mantengan e incluso puedan verse agravados.
La principal causa de la derrota en la Alcaldía Metropolitana no es que la base social contrarrevolucionaria se movilice masivamente.El número de votos opositores en la Gran Caracas se mantiene practicamente al mismo nivel de las presidenciales de 2006. El problema es que un porcentaje significativo de las masas que viven en los barrios populares de la capital y se movilizaron masivamente en el referéndum de 2004 y más aún en las presidenciales de 2006 se quedaron esta vez en casa, decepcionados por el lento avance de la revolución y el hecho de que tras 10 años problemas fundamentales como el de la vivienda, la informalidad y desempleo y la inseguridad (estrechamente vinculado a los anteriores) siguen sin ser resueltos.
La oposición no incrementa su apoyo
En las elecciones a la Alcaldía Metropolitana, Antonio Ledezma aventajó a Aristóbulo Isturiz, candidato del PSUV, en 103.000 votos: 722.488, que representaron el 52% de los votos, por 619.598 (44,9%). Si recorremos la Gran Caracas municipio por municipio vemos como la oposición mantiene su apoyo respecto a las presidenciales de 2006 en todos los municipios del Este caraqueño (Sucre, Chacao, Baruta y El Hatillo) y aumenta levemente en el Municipio Libertador : de 387.446 en diciembre de 2006 a 397.177 este 23 de Noviembre en apoyo a Antonio Ledezma.
El problema es que la revolución pierde 46.000 votos en el Municipio Sucre (Petare), un 26% de sus votantes de hace dos años y, ¡un dato más inquietante aún y que muchos dirigentes del PSUV lamentablemente se niegan a reconocer: la revolución pierde nada más y nada menos que 187.000 votos en el Municipio Libertador en la votación para elegir Alcalde Mayor y 180.000 votos en la elección para Alcalde de Libertador¡ Este retroceso representa alrededor de un 27,5% del apoyo conquistado en diciembre de 2006.
Comparación del apoyo electoral a la contrarrevolución en el Este de Caracas de 2006 a 2008
En el total de los tres municipios el apoyo electoral de la contrarrevolución no aumenta. Lo mismo ocurre en el Municipio Sucre. La reacción incrementa muy levemente la movilización de su base social con respecto a 2006 y un poquito más comparándola con el referéndum revocatorio de 2004.
Votos a la contrarrevolución en el Municipio Sucre
Con respecto a las elecciones de 2006, la oposición mantiene su apoyo, con un leve incremento, en las votaciones para la Alcaldía Mayor (397.177) e incluso ve reducida la movilización electoral a su favor en las elecciones a Alcalde del municipio Libertador (369.552), 20.000 menos que lo sumado en diciembre de 2006.Cualquiera de los dos resultados no sirve para explicar que perdamos la Alcaldía Mayor.
187.000 chavistas (27% de los votos de 2006) se abstienen en el Municipio Libertador y 46.000 (26%) se abstienen en Petare
Como decíamos antes, el problema es que la movilización electoral de las bases revolucionarias en el Municipio Libertador, el gran bastión revolucionario de la Gran Caracas, retrocede de forma importante con respecto a las presidenciales de 2006 e incluso queda por debajo (a pesar del incremento en el número de votantes) del referéndum revocatorio de 2004.
Si repasamos los datos de algunas de las parroquias populares de Caracas donde se concentra el apoyo a la revolución vemos claramente como las luces de alarma están prendidas y parpadean cada vez con más intensidad. (Enumeramos solo algunas parroquias clave para no acumular muchos datos pero en todos los barrios se observa en mayor o menor medida la misma tendencia)
*Votación para elegir Alcalde Metropolitano
El argumento de que estas elecciones eran regionales y no se pueden comparar con unas presidenciales no resiste un análisis serio. Para todos los que hemos participado en esta campaña es evidente que la misma se planteó, como no podía ser de otro modo tras 10 años de revolución, como la primera medición de fuerzas en el terreno electoral entre la revolución y la contrarrevolución tras la derrota en el referéndum de la reforma constitucional. Como explicábamos los marxistas hace un año, la derrota en aquel referéndum no significaba que las masas hubiesen dejado de apoyar a Chávez y la revolución. La correlación de fuerzas sigue siendo, todavía, favorable a la revolución pero el referéndum demostró que el cansancio y escepticismo ante el hecho de que tras 10 años de revolución los problemas fundamentales de las masas siguen sin ser resueltos tiende a aumentar. Los resultados de estas elecciones regionales vienen a confirmar esa misma idea.
Como se explica en el balance de los resultados electorales realizado por la CMR y en el artículo del camarada Pablo Cormenzana, el enorme trabajo realizado por el Presidente Chàvez durante la campaña, impidió una derrota y recuperó más de un millón de votos a nivel nacional de esos tres millones que se fueron a la abstención hace ahora un año. En el Municipio Libertador también se recuperan 85.000 votos respecto al referéndum de la reforma. Sin embargo, si queremos sacar conclusiones que sirvan para hacer avanzar la revolución y resolver de verdad los problemas y peligros que enfrenta la revolución, la pregunta que debemos responder es: ¿porqué 180.000 chavistas de las parroquias más revolucionarias del Municipio Libertador y 45.000 de Petare no acuden a votar? Si lo hubiesen hecho, habríamos ganado la Alcaldía Metropolitana por más de 120.000 votos de diferencia
La luz roja prendida el 2 de diciembre de 2006 sigue parpadeando
El referéndum de la reforma ya fue un aviso importante. Por primera vez, la revolución perdía una votación en uno de sus feudos: el Municipio Libertador. El que, pese al retroceso en votos analizado, hayamos conseguido mantener la Alcaldía y recuperar 86.000 votos con respecto a la reforma no puede servir para ocultar debajo de la mesa los graves peligros y problemas que reflejan estos resultados .Hacerlo sólo ayudaría a que la sangría de votos continúe y la contrarrevolución pueda seguir avanzando. Como decía un camarada militante del PSUV: “Algunos camaradas parece que lo que quieren es seguir de victoria en victoria hasta la derrota final”.
La inquietud que refleja este punto de vista es la sana inquietud del militante revolucionario que ve las señales de alarma y escucha un discurso que parece no querer ver los peligros que enfrentamos. La tendencia a una creciente apatía y decepción en el seno de las bases revolucionarias puede ser revertida y transformada en un reimpulso revolucionario pero para ello hay que reconocer honestamente que esta tendencia existe y que es producto del lento avance de la revolución y del hecho de que el capitalismo, y las lacras que le acompañan (pobreza, desempleo, inseguridad, corrupción, burocratismo, inseguridad, no han desaparecido…). Los sectores de la base social de la revolución que se han abstenido, en Caracas y en todo el país, están enviando un mensaje claro a la dirigencia revolucionaria. Siguen con Chávez pero están cansados de discursos y quieren soluciones.
Como ya hemos explicado en otros artículos, sólo estatizando la banca y las principales empresas y construyendo un estado revolucionario, una genuina democracia de los trabajadores basada e la elegibilidad y revocabilidad en todo momento de todos los cargos, el que ningún cargo público cobre más que un trabajador cualificado, etc será posible planificar democráticamente la economía y resolver todos los problemas anteriormente citados.
La pérdida de la Alcaldía Metropolitana de Caracas a manos de un contrarrevolucionario golpista como Antonio Ledezma ha conmocionado a las bases revolucionarias. Desde distintos sectores reformistas y buena parte de la burocracia del estado se intenta justificar este resultado con varios argumentos a saber: 1) La causa fundamental de la pérdida d la Alcaldía Metropolitana es la movilización de la clase media de las zonas ricas de la capital. 2) La derrota se circunscribe al Municipio Sucre (Petare) “donde ya sabíamos que las cosas estaban difíciles e incluso se perdió por un estrecho margen el referéndum revocatorio de 2004” 3) No hay que inquietarse porque en el gran bastión del chavismo en la capital, el Municipio Libertador, ganamos y sigue siendo rojo rojito. El propio Presidente Chávez en su valoración electoral ha repetido varios de estos argumentos.
Ni la explicación es la movilización de la clase media contrarrevolucionaria ni el problema está sólo en Petare
La realidad es que si analizamos sobriamente los datos y los comparamos con anteriores citas electorales estos argumentos no sirven para explicar lo ocurrido. En nuestra opinión, estas explicaciones más que ayudar a armar políticamente a los militantes revolucionarios pueden servir para que los problemas y peligros que reflejan los resultados electorales del 23 de Noviembre se mantengan e incluso puedan verse agravados.
La principal causa de la derrota en la Alcaldía Metropolitana no es que la base social contrarrevolucionaria se movilice masivamente.El número de votos opositores en la Gran Caracas se mantiene practicamente al mismo nivel de las presidenciales de 2006. El problema es que un porcentaje significativo de las masas que viven en los barrios populares de la capital y se movilizaron masivamente en el referéndum de 2004 y más aún en las presidenciales de 2006 se quedaron esta vez en casa, decepcionados por el lento avance de la revolución y el hecho de que tras 10 años problemas fundamentales como el de la vivienda, la informalidad y desempleo y la inseguridad (estrechamente vinculado a los anteriores) siguen sin ser resueltos.
La oposición no incrementa su apoyo
En las elecciones a la Alcaldía Metropolitana, Antonio Ledezma aventajó a Aristóbulo Isturiz, candidato del PSUV, en 103.000 votos: 722.488, que representaron el 52% de los votos, por 619.598 (44,9%). Si recorremos la Gran Caracas municipio por municipio vemos como la oposición mantiene su apoyo respecto a las presidenciales de 2006 en todos los municipios del Este caraqueño (Sucre, Chacao, Baruta y El Hatillo) y aumenta levemente en el Municipio Libertador : de 387.446 en diciembre de 2006 a 397.177 este 23 de Noviembre en apoyo a Antonio Ledezma.
El problema es que la revolución pierde 46.000 votos en el Municipio Sucre (Petare), un 26% de sus votantes de hace dos años y, ¡un dato más inquietante aún y que muchos dirigentes del PSUV lamentablemente se niegan a reconocer: la revolución pierde nada más y nada menos que 187.000 votos en el Municipio Libertador en la votación para elegir Alcalde Mayor y 180.000 votos en la elección para Alcalde de Libertador¡ Este retroceso representa alrededor de un 27,5% del apoyo conquistado en diciembre de 2006.
Comparación del apoyo electoral a la contrarrevolución en el Este de Caracas de 2006 a 2008
En el total de los tres municipios el apoyo electoral de la contrarrevolución no aumenta. Lo mismo ocurre en el Municipio Sucre. La reacción incrementa muy levemente la movilización de su base social con respecto a 2006 y un poquito más comparándola con el referéndum revocatorio de 2004.
Votos a la contrarrevolución en el Municipio Sucre
Con respecto a las elecciones de 2006, la oposición mantiene su apoyo, con un leve incremento, en las votaciones para la Alcaldía Mayor (397.177) e incluso ve reducida la movilización electoral a su favor en las elecciones a Alcalde del municipio Libertador (369.552), 20.000 menos que lo sumado en diciembre de 2006.Cualquiera de los dos resultados no sirve para explicar que perdamos la Alcaldía Mayor.
187.000 chavistas (27% de los votos de 2006) se abstienen en el Municipio Libertador y 46.000 (26%) se abstienen en Petare
Como decíamos antes, el problema es que la movilización electoral de las bases revolucionarias en el Municipio Libertador, el gran bastión revolucionario de la Gran Caracas, retrocede de forma importante con respecto a las presidenciales de 2006 e incluso queda por debajo (a pesar del incremento en el número de votantes) del referéndum revocatorio de 2004.
Si repasamos los datos de algunas de las parroquias populares de Caracas donde se concentra el apoyo a la revolución vemos claramente como las luces de alarma están prendidas y parpadean cada vez con más intensidad. (Enumeramos solo algunas parroquias clave para no acumular muchos datos pero en todos los barrios se observa en mayor o menor medida la misma tendencia)
*Votación para elegir Alcalde Metropolitano
El argumento de que estas elecciones eran regionales y no se pueden comparar con unas presidenciales no resiste un análisis serio. Para todos los que hemos participado en esta campaña es evidente que la misma se planteó, como no podía ser de otro modo tras 10 años de revolución, como la primera medición de fuerzas en el terreno electoral entre la revolución y la contrarrevolución tras la derrota en el referéndum de la reforma constitucional. Como explicábamos los marxistas hace un año, la derrota en aquel referéndum no significaba que las masas hubiesen dejado de apoyar a Chávez y la revolución. La correlación de fuerzas sigue siendo, todavía, favorable a la revolución pero el referéndum demostró que el cansancio y escepticismo ante el hecho de que tras 10 años de revolución los problemas fundamentales de las masas siguen sin ser resueltos tiende a aumentar. Los resultados de estas elecciones regionales vienen a confirmar esa misma idea.
Como se explica en el balance de los resultados electorales realizado por la CMR y en el artículo del camarada Pablo Cormenzana, el enorme trabajo realizado por el Presidente Chàvez durante la campaña, impidió una derrota y recuperó más de un millón de votos a nivel nacional de esos tres millones que se fueron a la abstención hace ahora un año. En el Municipio Libertador también se recuperan 85.000 votos respecto al referéndum de la reforma. Sin embargo, si queremos sacar conclusiones que sirvan para hacer avanzar la revolución y resolver de verdad los problemas y peligros que enfrenta la revolución, la pregunta que debemos responder es: ¿porqué 180.000 chavistas de las parroquias más revolucionarias del Municipio Libertador y 45.000 de Petare no acuden a votar? Si lo hubiesen hecho, habríamos ganado la Alcaldía Metropolitana por más de 120.000 votos de diferencia
La luz roja prendida el 2 de diciembre de 2006 sigue parpadeando
El referéndum de la reforma ya fue un aviso importante. Por primera vez, la revolución perdía una votación en uno de sus feudos: el Municipio Libertador. El que, pese al retroceso en votos analizado, hayamos conseguido mantener la Alcaldía y recuperar 86.000 votos con respecto a la reforma no puede servir para ocultar debajo de la mesa los graves peligros y problemas que reflejan estos resultados .Hacerlo sólo ayudaría a que la sangría de votos continúe y la contrarrevolución pueda seguir avanzando. Como decía un camarada militante del PSUV: “Algunos camaradas parece que lo que quieren es seguir de victoria en victoria hasta la derrota final”.
La inquietud que refleja este punto de vista es la sana inquietud del militante revolucionario que ve las señales de alarma y escucha un discurso que parece no querer ver los peligros que enfrentamos. La tendencia a una creciente apatía y decepción en el seno de las bases revolucionarias puede ser revertida y transformada en un reimpulso revolucionario pero para ello hay que reconocer honestamente que esta tendencia existe y que es producto del lento avance de la revolución y del hecho de que el capitalismo, y las lacras que le acompañan (pobreza, desempleo, inseguridad, corrupción, burocratismo, inseguridad, no han desaparecido…). Los sectores de la base social de la revolución que se han abstenido, en Caracas y en todo el país, están enviando un mensaje claro a la dirigencia revolucionaria. Siguen con Chávez pero están cansados de discursos y quieren soluciones.
Como ya hemos explicado en otros artículos, sólo estatizando la banca y las principales empresas y construyendo un estado revolucionario, una genuina democracia de los trabajadores basada e la elegibilidad y revocabilidad en todo momento de todos los cargos, el que ningún cargo público cobre más que un trabajador cualificado, etc será posible planificar democráticamente la economía y resolver todos los problemas anteriormente citados.