jueves, 24 de septiembre de 2009

CHÁVEZ FRÍAS: “DEL MUNDO UNIPOLAR AL MUNDO MULTIPOLAR”
Miguel Ángel del Pozo

El Presidente Hugo Rafael Chávez Frías ha venido exponiendo la necesidad de la “multipolaridad” en el escenario de las Relaciones Internacionales. Su propuesta contiene diferencias fundamentales con aquellas derechas que, estando de acuerdo con Chávez Frías en lo referente de la necesidad de un mundo multipolar, mantienen la tesis de la Globalización bajo el esquema de la economía neoliberal, es decir, se mantienen en los paradigmas fundamentales del sistema capitalista guiado dos vertientes de pensamiento a las cuales nos hemos referido en anteriores entregas; en primer lugar, aquellas derechas latinoamericanas cercanas a la Internacional Socialista que estás cercanas, a su vez, a las tesis de Washington al muy estilo “betancurista” y las tesis de Punta del Este; mientras que las derechas católicas son de tendencias “eurocéntricas” con diferencias fundamentales con Washington en lo referente a objetivos en lo socio-económico, militar e, inclusive, ideológico como, por ejemplo, fueron las tesis centroamericanas “calvinistas” de Contadora. Son diferencias más allá de lo sutil. Frente a esa propuesta de las derechas latinoamericanas, Chávez Frías ha propuesto, poniendo en ejecución, tesis de multipolaridad que se han manifestado, primeramente, con los programas del ALBA, las tesis propuestas y discutidas en el seno de la OPEP, por mención y con la reciente gira le ha dado un impulso fundamental a su propuesta de un “mundo multipolar” sobre la base de los “Cinco Principios” y la humanización de las Relaciones Internacionales sobre la tesis de la “Paz permanente”. No hay en ello contradicción ni implícita ni explícita con respecto a la adquisición de material bélico con dos objetivos fundamentales: la renovación del parque militar y las nuevas tesis de la “Defensa Nacional”. Nos explicamos.

La Política Internacional de las derechas latinoamericanas a partir de la segunda mitad del siglo XX podría circunscribirse a varios momentos siempre supeditada a los reales intereses de Washington. El primer momento se le podría considerar como la participación de América Latina en las primeras acciones bélicas de la “Guerra Fría” cuando tropas colombianas participaron en la “Guerra de Corea”. La segunda etapa la podríamos ubicar con las decisiones acordadas por la OEA en Punta del Este y la aplicación de la “Doctrina de Rómulo Betancourt”. El tercer momento histórico se podría circunscribir a las acciones de las derechas en el conflicto en Centroamérica y la aplicación de las “Tesis de Arístides Calvani” con serias diferencias con Washington y el Pentágono. La cuarta etapa, sería esa conjunción de realidades que se sucedieron en la Región que fueron desde el “derrocamiento de Salvador Allende” y la aplicación de la lúgubre “Operación Cóndor”, los diferentes golpes de estado, las pacificaciones y las tesis del “Fin de la Historia”, “El Choque de Civilizaciones” como tesis del proyecto neoliberal post la “Caída del Muro” de Berlín y las políticas de la “perestroika” y el “glasnot”. ¿Fueron efectivas esas tesis de las derechas internacionales? Evidente que si lo fueron; ellas alcanzaron sus objetivos propuestos pero, como mencionamos más arriba, bajo las dos premisas fundamentales: mantenerse en los paradigmas del sistema capitalista cualesquiera fueran sus etapas de crecimiento; y, las directrices emanadas de la potencia que emergió con todo vigor después la 2da Guerra Mundial, primero, bajo los esquemas de la “bipolaridad” para, posteriormente, quedar como “primus” sin “pares” imponiendo en las Relaciones Internacionales las tesis de la “unipolaridad” que emergió, a partir de la era de Ronald Reagan, con la etapa del capitalismo neoliberal.

El emerger de la Revolución Bolivariana con un liderazgo, claro y definido, en la persona de Hugo Rafael Chávez Frías, y sus propuestas políticas socio-económicas, social-socialista y humanistas que se diferencia, en profundidad, a las tesis del “capitalismo humanista” que proponen las “democracias cristianas” mundiales como se ha reflejado en el discurso de don Álvaro Uribe Vélez ante las NNUU cuyos fundamentos teórico-prácticos están contenidos en las tesis políticas propuestas por la Falange española, las tesis de Benito Mussolini y las tesis del partido “nacional-socialista” (nazi-fascista) y cuya ideología se sustenta en la tesis de la “Doctrina Social” del Vaticano. Prueba de ello se ha vivido en la Alemania de la post-guerra, los gobiernos italianos hasta la crisis de la democristiana italiana, el gobierno de Aznar y, en la actualidad, con el Gobierno de Uribe Vélez, Alán García, el trasfondo implícito en la dictadura de Michelleti.

En ese orden de ideas, cabría la pregunta: ¿Por qué es necesario pasar de un mundo “unipolar” hacia un mundo “multipolar”? Además que es “natural por natura”, es decir, por lógica de la propia Creación, es evidente en función de las realidades objetivas que se conforman en lo que se ha llamado como “escenario internacional” que la tendencia sea a la igualdad de derechos naturales para todos los miembros de la “Comunidad Internacional”. Vayamos a la “acera de enfrente” con una muy reciente realidad: el “Golpe de Estado” en Honduras.

El “golpe militar cívico hondureño” es una evidente manifestación de la “política internacional de la unipolaridad” como respuesta a la política revolucionaria de la Revolución Bolivariana impulsada por el Presidente Chávez Frías desde el Gobierno Bolivariano ya que dicha política revolucionaria, en su praxis, impulsa, primeramente, la multipolaridad regional con la creación del ALBA, TeleSur, las políticas petroleras de PDVSA con PetroCaribe. Esas propuestas revolucionarias, además de su implícito carácter socialista y su praxis humanista, respetan el carácter político-ideológico y sistémico de cada país. No es una contradicción porque no hay imposición en el marco de las ideas socialista versus la colaboración sin condiciones que se impulsan desde los organismos arriba en mención. Pero si entra en contradicción con dos paradigmas políticos que surgen desde Washington: la Dependencia y “esclavitud laboral” bajo el régimen del sistema neoliberal/libre empresa (laissez-faire).

La otra realidad es la realidad implícita en la decisión de ceder soberanía por parte del Gobierno del Palacio de Nariño para su ocupación por tropas, militares y civiles, norteamericanos. Este tema sería la “etapa superior” de la contraofensiva de la “política de la unipolaridad”, es decir, del Imperio norteamericano y su política imperialista hacia la Región americana. La vamos a resumir en un nuevo concepto propuesto por el Canciller Nicolás Maduro en la entrevista que le realizara José Vicente Rangel en su programa: “José Vicente hoy”, del domingo, próximo pasado, 20 de septiembre, 2009. El Canciller Maduro, en respuesta a la pregunta que le propusiera JVRangel sobre la acusación que manifiesta el Gobierno colombiano hacia el Gobierno bolivariano venezolano sobre la “carrera armamentista” que estaría desarrollando el Presidente Chávez Frías, respondió que lo que se está expresando en Colombia es una “Carrera Guerrerista”. Importante, sólido y contundente concepto cual consideramos novedoso en la Teoría de las Relaciones Internacionales por su profundo significado praxis-ideológico. Estábamos ya en conocimiento de, por ejemplo, el concepto: “política guerrerista”.

El nobel concepto propuesto por el Canciller Maduro tiene dos aristas: la primera es la respuesta del conductor de la unipolaridad frente a las políticas socio-socialista que impulsa la Revolución Bolivariana; la segunda arista es lo importante del contenido y significado de ese concepto de “Carrera Guerrerista”. Es evidente que, además de la contradicción entre unipolaridad y multipolaridad, está presente la respuesta objetiva de la política de la unipolaridad frente a los “Derechos Humanos” regionales y extrarregionales refiriéndonos a los objetivos contenidos en el “Libro Blanco” presentado por el Presidente Chávez Frías en Bariloche, es decir, su expresión expansionista hacia África.

Para mejor comprender esa contradicción y, porque no decirlo, ese enfrentamiento entre ambas políticas, “unipolaridad” versus “multipolaridad”, la podemos catalogar en la declaración de la Secretaria de Estado de los EEUU de América, la señora Hillary Clinton cuando se entrevistó con el Presidente Oscar Arias Sánchez: “…now that President Zelaya is back, it would be opportune to restore him to his position under appropriate circumstances, get on with the election that is currently scheduled for November, have a peaceful transition of presidential authority, and get Honduras back to constitutional and democratic order in a very - on a very clear path toward that goal…” (“… ahora que el Presidente Zelaya ha regresado, sería oportuno restaurarlo en su cargo [como Presidente de Honduras] “bajo condiciones apropiadas” (negrillas y cursiva nuestras), [para] continuar con la elección [para presidente] que está establecida en fecha del mes de Noviembre, para así alcanzar una transición pacífica de la [nueva] autoridad presidencial, y lograr que Honduras regrese al orden constitucional y democrático en un muy, pero muy claro camino buscando alcanzar ese objetivo [de celebrar las elecciones en la fecha establecida del mes de Noviembre y elegir un nuevo Presidente hondureño]…) http://www.justforeignpolicy.org/node/342 La pregunta sería ¿considera la Secretaria Clinton que está dictando una conferencia de política internacional; que está dictando la “cartilla” a los pueblos del “patio trasero”; nos estará recordando que Washington es quien ordena, manda y decide los destinos de los pueblos del “patio trasero”? Las respuestas son suyas, lectores(as) pero debemos recordarnos que la Revolución Bolivariana está impulsando la “multipolaridad” y debemos denunciar la “carrera guerrerista” de los Gobiernos de Washington y Bogotá.

delpozo14@gmail.com