sábado, 29 de noviembre de 2008

“EFECTO MANAGUA” ¿RESPETARAN LOS GOBERNADORES DE LA OPOSICIÒN LOS LOGROS DEL SOBERANO?
Miguel Ángel del Pozo

Lectoras(es), ustedes dirán que es muy temprano para ser “pájaro de mal agüero” pero la culpa no es nuestra; ya lo hemos comentado, entre líneas, en nuestros anteriores escritos; hemos escrito que la llamada “oposición” buscará, por los medios hasta ahora utilizados pre-elecciones, promover tres ideas: que son una fuerza con expresiones en votos superior a los votos obtenidos por el llamado “chavismo” (la Revolución Bolivariana); lo segundo, es continuar con la “matriz de opinión” de tratar de convencer a la sociedad venezolana que existe una “dictadura” encabezada por Hugo Rafael Chávez Frías, cuyo proyecto político es la continuación, por medios, supuestamente ilícitos, en el ejercicio del poder; y, en tercer lugar, es buscar el control de los consejos comunales en dos tiempos (etapas): atacarlos y, posteriormente, controlarlos.
Lo primero que deberíamos hacer, es definir, con propiedad, a los actores políticos de aquellos sectores que se oponen, radicalmente, a las propuestas socio-políticas y económicas, objetivas y necesarias, de la Revolución Bolivariana, a nivel de lo que podríamos llamar como los “efectos en la política interna en Venezuela”.
También debemos tener presente que ambos grupos políticos de la 4ta República: socialdemocracia adeca y socialcristianismo aznarista, apoyados por la llamada disidencia de la izquierda aburguesada, buscan tres objetivos fundamentales: a corto plazo, lograr lo que podríamos llamar el “efecto Managua”; es decir, lograr que el gobierno bolivariano acepte negociar “espacios de poder”, lo que significaría: primeramente, negociar el poder político, quizás buscando la “cohabitación a la italiana” para que el Gobierno bolivariano reconozca, como expresión extrema, la importancia de los logros electorales obtenidos por la oposición para lograr imponer, en la negociación, importantes objetivos políticos que calificamos como los “objetivos de la burguesía” no nacionalista; en segundo lugar, la negociación en el poder económico, es decir, que el Gobierno Central Bolivariano traspase, en los situados regionales aprobados para las gobernaciones ganadas por la oposición, los montos de los presupuestos asignados a las alcaldías locales y las correspondientes asignaciones a los proyectos aprobados por y de los consejos comunales para así lograr la consolidación del poder político del “gobernador de la oposición” buscando ir creando “islas políticas” que le permita desarrollar “centros de inteligencia y conspiración” en el objetivo político geoestratégico de ir buscando el desmembramiento paulatino del “Poder Central” de la República Bolivariana (con una interpretación conveniente, para el proyecto de la oposición, de la Constitución Bolivariana y de las leyes correspondientes); en un tercer punto, el poder sanitario-cultural, es decir, demostrar que las políticas culturales-sanitarias desarrolladas por el ex-alcalde, Leopoldo López, son superiores a cualquier expresión y son de mayor participación y de más alto grado de respeto que las políticas similares desarrolladas por las agencias gubernamentales que son, dichas políticas gubernamentales, de frecuente critica por los medios informativos de la oposición, es decir, Globovisión, periódicos uribistas, medios radiofónicos adscritos al anti–chavismo..
A mediano plazo, la llamada oposición buscará continuar desarrollando la “matriz de opinión” de que el Gobierno de la Revolución Bolivariana y su líder fundamental, Hugo Rafael Chávez Frías, son una expresión política dictatorial y de ejercicio de políticas que, continuamente, practican la violación de los Derechos Humanos; la ejecución de esa matriz irá buscando y desarrollando políticas hacia la construcción de un “vacío de poder” y de “ilegitimidad del poder” en función de buscar dos objetivos: declarar la insania de Chávez Frías para así, como segundo objetivo, llamar a un “referéndum revocatorio” para “eliminar” políticamente al líder de la Revolución Bolivariana tanto en el marco de la geografía de Venezuela como de su, objetiva, influencia en el continente americano.
A largo plazo (ni tan largo, diríamos nosotros) la oposición buscará ir desarrollando y educando (ideologizando) a la sociedad, en su conjunto, para la confrontación de ideas entre los parabienes (sic) de la “democracia representativa” y las realidades objetivas de la “democracia participativa”, es decir, como bien dice Jesse Chacón, es la discusión (por no decir, confrontación) de dos proyectos políticos: socialismo versus capitalismo. En este sentido, deberán entrar en escena los factores externos a la República Bolivariana, es decir, las derechas anglosajonas y las derechas eurocéntricas junto a las latinoamericanas. Se trata, en última instancia, enfrentar, por todos los medios que se manejan en las teorías de la “guerra política”, el desarrollo de los cambios profundos de las estructuras del Estado burgués hacia la conformación de un Estado socialista para, poder, necesariamente, sustituirlo. Las fuerzas de las derechas internacionales y nacionales están conscientes que se deben utilizar todos los medios que fueran necesarios, sin descartar la “guerra civil”, para, durante el proceso de negociaciones arriba referidos, mantener el Estado burgués, para, posteriormente, el imponer las políticas burguesas neoliberales desplazando los logros alcanzados por la voluntad popular de la sociedad ignorada venezolana y, finalmente, consolidar el Estado burgués una vez se haya alcanzado la derrota del “proceso bolivariano”. En este marco de ideas, podríamos llamar a referencia varios ejemplos históricos: Francisco Franco y Augusto Pinochet y, quizás, la praxis de las políticas de la “guerra fría”.
Lectoras(es), socialistas y revolucionarias(os), estamos a las puertas de una muy seria confrontación política, en principio, mientras que la llamada “oposición” respete los logros del pueblo bolivariano; de no ser así, el pueblo se expresará en toda su capacidad. Debemos tener presente que las contradicciones que se desarrollan cuando una era histórica, en este caso, el sistema burgués “puntofijista” impuesto por Rómulo Betancourt, está muriendo y una nueva etapa de la Historia de la Humanidad (léase: Revolución Bolivariana) está buscando sus caminos para expresarse y consolidarse a futuro en el “continente del futuro”, se están desarrollando hacia su cenit. Ello quiere decir que la “lucha de clases” se verá expresada en la medida que las políticas de las burguesías que han logrado alcanzar el triunfo en gobernaciones se vayan manifestando.

delpozo14@gmail.com