Uno de los diez mandamientos pregonado por la religión católica es el de no mentir. Los responsables de difundirlo a través de la palabra y el ejemplo, son precisamente los sacerdotes, durante la celebración eucarística. En todo caso, son ellos “los representantes de Dios”. Por eso resulta inadmisible que la máxima autoridad eclesiástica en nuestro país, el cardenal Urosa Sabino y la Conferencia Episcopal Venezolana, sistemáticamente argumenten falsedades, mientan descaradamente, expresando iniquidad y blasfemias en contra de la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE), aprobada por la Asamblea Nacional el jueves 13 de Agosto de 2009 y refrendada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el Comandante Hugo Chávez, el día Sábado 15 del corriente. La actitud del Cardenal Urosa Sabino, es comparable al otrora cardenal, que viajó con los golpistas llevando preso a nuestro Presidente Chávez durante el golpe de estado del 11 de Abril de 2002 y se iguala con el obispo Baltasar Porras quien brindó en Miraflores con los militares gorilas que planificaron las muertes de ciudadanos en la Av. Baralt. Hace una arenga este cardenal, con la intención de crear el caos cuando se inicie el periodo escolar en septiembre. Llama a la desobediencia y desestabilización, pero no a favor del pueblo humilde y los pobres, sino apoyando a la oligarquía venezolana que pretende tomar de nuevo el poder político en esta nación. En nada se parece este político con sotana, al sacerdote Ernesto Cardenal, quien se unió al Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua para echar a la familia Somoza que era la dueña de todas las tierras y beneficiaria de la renta nacional mientras millones de campesinos morían en la miseria más atroz. Tampoco se asemeja este religioso venezolano al cura Arnulfo Romero, asesinado por los fascistas del Salvador en plena guerra civil debido a su apoyo a los sectores pobres y a los revolucionarios del FMLN (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional) o al padre Camilo Torres, quien llevaba su fusil en las filas guerrilleras para liberar a Colombia, país convertido hoy en campo abierto a los militares estadounidenses. Aquí en Venezuela, la alta jerarquía eclesiástica se opone abiertamente a los desposeidos, utilizan su rabia contra el carácter laico de la educación, diciendo que “Dios se fue de la Escuela”. Semejante barbaridad no soporta un serio análisis; la laicidad es constitucional como se expresa en el artículo 59, hay libertad de cultos y las familias pueden educar a sus hijos de acuerdo a sus creencias. No hay religión privilegiada en esta ley y se respetan las diversas corrientes de pensamiento. Ahora Dios se engrandece cada vez más en la Escuela. Todos los sectores oposicionistas, al igual que en el 2002, se han unido contra la nueva Ley de Educación para activar el plan de caos nacional, quieren activar el referendo abrogatorio utilizando artículo 74 de la constitución Nacional, sin considerar que dentro de sus excepciones se plantea lo siguiente: “no podrán ser sometidas a referendo abrogatorio las leyes…. de amnistía, ni aquellas que protejan o desarrollen los derechos humanos…..” Y precisamente, una de las fortalezas de Esta Ley es considerar a la educación como un derecho humano y un deber social, tal como indica el artículo 102 de La Constitución Nacional, por lo que no procede un referendo de acuerdo a esta razones. La LOE respeta la autonomía de las instituciones Universitarias, pero exige rendición de cuentas internas y externas para el estado (art. 34), establece la revocación de mandatos para las autoridades de la universidad y la paridad del voto estudiantil y profesoral, legitima la jubilación docente con el cien por ciento a los 25 años de servicio (art. 42). Los medios de comunicación deben contribuir con la formación ciudadana (art. 9 LOE). En fin, todo el montaje mediático descalificando a la Ley de Educación en marcha, persigue un objetivo: tratar de generar las condiciones políticas para defenestrar al gobierno del Presidente Chávez.
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