¿A dónde va Caracas sin planificación demográfica?
Autor Marcial Barrios
Autor Marcial Barrios
En un país como Venezuela donde la tasa de natalidad para el año 2009 se considera la más alta de Latinoamérica, y donde la población es considerada joven en su mayoría, se debe pensar ineludiblemente en el impacto demográfico y las consecuencias de un país sin una planificación urbana, evidenciada en las crecientes invasiones de tierras y la muy escaza construcción de hogares que respetan la variables de un urbanismo amigable con el medio ambiente.
Marcial Barrios
Para el año 2019 en Venezuela van a existir alrededor de 35 millones de personas, es decir unos 8 millones de seres humanos que estarán en la necesidad de vivir en algún lugar. La gran pregunta que nos debemos hacer es; ¿que estamos haciendo para enfrentar este tipo de problema demográfico? Si observamos la capital del país podríamos tener el ejemplo de un gravísimo error en la planificación demográfica durante más de 30 años, que irresponsablemente ha permitido y sigue contribuyendo al crecimiento errático de la población.
Hoy en día podemos ver como la población de diversos estratos sociales se comporta de la misma manera construyendo donde les da la gana, es evidente observar que en los últimos asentamientos poblacionales en la periferia de Caracas existen viviendas de alto, medio y bajo nivel socio económico que carecen de servicios básicos como el agua, electricidad, recolección de residuos sólidos y vías de comunicación acordes con el flujo de personas que transitan.
Es urgente entender que los habitantes de caracas para el año 2019 serán alrededor de 4,5 millones, es decir que el colapso en el cual se vive actualmente es incomparable con la sociedad en la cual se vivirá si se mantienen la inoperancia en la planificación demográfica.
Aunados a este tema del crecimiento poblacional debemos entender que el pico del crecimiento de los yacimientos petroleros de mundiales han llegado a lo más alto y han comenzado a declinar, lo cual nos muestra un panorama donde Venezuela tendrá una mayor población, descontrolada y con un PIB menor.
Es importante advertir que los niveles de vulnerabilidad crecen a la par de las políticas erradas en cuanto a planificación urbana, así como también se impulsa el crecimiento de potenciales lugares de alto nivel delictivo.
Por estas razones evidentes, es necesario que las instituciones públicas y privadas llamen a un acuerdo para reenfocar el futuro de Venezuela, en cuanto a la planificación demográfica, aunada a los cambios que traerán la era post petrolera que nos ha tocado ya las puertas.
Un plan de nación enfocado desde un punto de vista ambiental, de respeto al humano y al entorno natural, es primordial para tomar como base el desarrollo de un país que se aleje de la precaria situación en la que vivimos, proyectar la cría y siembra de especies autóctonas para alimentar la población, enfocados en un plan político territorial real, es primordial para asegurar la producción de alimentos, ya que en un futuro cercano Venezuela será incapaz de comprar éstos en el exterior como lo ha hecho hasta los momentos.
Como miembro del Movimiento Ecológico de Venezuela es mi deber proyectar estas ideas, y destacar que la salud del planeta tiene que ir más allá de las visones ideológicas, no se puede seguir viendo a la ecología como un departamento mas del gobierno de turno, la ecología hoy es el centro de las acciones que de no tomarse; repercutirán negativamente en la
vida de nuestro país y el planeta.
Marcial Barrios
Para el año 2019 en Venezuela van a existir alrededor de 35 millones de personas, es decir unos 8 millones de seres humanos que estarán en la necesidad de vivir en algún lugar. La gran pregunta que nos debemos hacer es; ¿que estamos haciendo para enfrentar este tipo de problema demográfico? Si observamos la capital del país podríamos tener el ejemplo de un gravísimo error en la planificación demográfica durante más de 30 años, que irresponsablemente ha permitido y sigue contribuyendo al crecimiento errático de la población.
Hoy en día podemos ver como la población de diversos estratos sociales se comporta de la misma manera construyendo donde les da la gana, es evidente observar que en los últimos asentamientos poblacionales en la periferia de Caracas existen viviendas de alto, medio y bajo nivel socio económico que carecen de servicios básicos como el agua, electricidad, recolección de residuos sólidos y vías de comunicación acordes con el flujo de personas que transitan.
Es urgente entender que los habitantes de caracas para el año 2019 serán alrededor de 4,5 millones, es decir que el colapso en el cual se vive actualmente es incomparable con la sociedad en la cual se vivirá si se mantienen la inoperancia en la planificación demográfica.
Aunados a este tema del crecimiento poblacional debemos entender que el pico del crecimiento de los yacimientos petroleros de mundiales han llegado a lo más alto y han comenzado a declinar, lo cual nos muestra un panorama donde Venezuela tendrá una mayor población, descontrolada y con un PIB menor.
Es importante advertir que los niveles de vulnerabilidad crecen a la par de las políticas erradas en cuanto a planificación urbana, así como también se impulsa el crecimiento de potenciales lugares de alto nivel delictivo.
Por estas razones evidentes, es necesario que las instituciones públicas y privadas llamen a un acuerdo para reenfocar el futuro de Venezuela, en cuanto a la planificación demográfica, aunada a los cambios que traerán la era post petrolera que nos ha tocado ya las puertas.
Un plan de nación enfocado desde un punto de vista ambiental, de respeto al humano y al entorno natural, es primordial para tomar como base el desarrollo de un país que se aleje de la precaria situación en la que vivimos, proyectar la cría y siembra de especies autóctonas para alimentar la población, enfocados en un plan político territorial real, es primordial para asegurar la producción de alimentos, ya que en un futuro cercano Venezuela será incapaz de comprar éstos en el exterior como lo ha hecho hasta los momentos.
Como miembro del Movimiento Ecológico de Venezuela es mi deber proyectar estas ideas, y destacar que la salud del planeta tiene que ir más allá de las visones ideológicas, no se puede seguir viendo a la ecología como un departamento mas del gobierno de turno, la ecología hoy es el centro de las acciones que de no tomarse; repercutirán negativamente en la
vida de nuestro país y el planeta.