miércoles, 9 de enero de 2013

Grano de Maiz 08-01-2013





La burguesía, las clases dominantes, no tienen más legalidad que sus intereses, las clases oprimidas deberían tener una legalidad que proteja sus intereses: los intereses de toda la humanidad. Pero no es así, la legalidad dominante es la legalidad de la clase dominante, es impuesta al resto de la sociedad.
Lo anterior nos muestra con claridad que la legalidad no está sobre la sociedad, al contrario, es reflejo de las luchas que allí ocurren. Siendo así, la legalidad no es eterna, muda acompañando a la historia. La legalidad de la colonia fue sustituida por la fuerza por la legalidad de la Independencia.  Podríamos decir que una Revolución es la instauración de una nueva legalidad, la de la clase emergente.
Cuando la legalidad no es capaz de contener las contradicciones sociales, se produce una situación de aguda disputa del poder, una situación revolucionaria, las clases sociales, los proyectos, disputan la hegemonía.
El estudio de la legalidad es de vital importancia para las Revoluciones pacíficas. Ellas, dentro del terreno de la legalidad burguesa, disputan la hegemonía a la clase dominante, la obligan a romper su propia legalidad, o mejor, la obligan a mostrar su verdadera legalidad: la defensa de sus intereses por encima de cualquier otra consideración.
Así fue en el Chile de Allende, en Libia, aquí entre nosotros en Abril, y con el Sabotaje petrolero. La legalidad estalló en manos de las oligarquías internacionales y nacionales.
Es una ley de la Revoluciones pacíficas: "la legalidad burguesa es tarde o temprano ineficiente para contener las contradicciones sociales, y necesariamente es sustituida". El dilema de la Revolución Pacífica es: ¿Hasta qué punto respetar la legalidad burguesa que la misma burguesía no respeta? Frente a la ley burguesa: "con la burguesía todo, contra la burguesía nada", se debe implantar la Ley de todas las leyes: "con la Revolución todo, contra la Revolución nada".
Con la enfermedad del Comandante se precipitaron las contradicciones. La oligarquía hace cabriolas para ocultar sus verdaderas intenciones, aprovechan la situación para nuevamente violentar su legalidad.
¿Qué debe hacer la Revolución ?
Lo primero es respetar a la legalidad de hoy, pero sólo hasta que ellos la respeten. Si se atreven, entonces instaurar la ley de todas las leyes, la ley Revolucionaria, y con ella profundizar, superar, la legalidad burguesa.
Debemos entender que aferrarse a la legalidad burguesa, considerarla eterna, es un error que conduce inexorablemente a la derrota. Estamos en un momento estelar para la Revolución , podemos avanzar en la crisis, concretar el sueño de Bolívar, o podemos entregar la Revolución en el altar de la estulticia.
Si se atreven, con Chávez, con Maduro, con todos nuestros dirigentes, superaremos la legalidad burguesa que le sirve de santuario a la oligarquía para impedir el avance de los pueblos.
¡Chavistas