lunes, 14 de diciembre de 2009

La “imparcialidad” de Venevisión y Últimas Noticias

Venezuela se convirtió en un campo de batalla mediática con la llegada de la Revolución Bolivariana. Esta responsabilidad no se le puede adjudicar al presidente Chávez, pero sí le podemos asignar el saldo de haber dado voz a los pobres de la patria de Bolívar, los que hasta hace apenas una década no aparecían en los medios de comunicación, a no ser como objetos para algún fin, casi siempre comercial.

Con la demarcación de los bloques antagónicos de los mass media, divididos en: 1.- queremos a Chávez; 2.- odiamos a Chávez, un grupo de astutos empresarios descubrieron que la tajada podía ser mayor ubicándose en el fingido “nini”, disfrazándose como medios de comunicación imparciales.

Detrás de la idea concebida por Venevisión y Ultimas Noticias, dos de los farsantes más conocidos y publicitados en Venezuela, hay una intención macabra: saciar la sed financiera de unos pocos con el inmenso costo que constituye continuar degenerando los valores sociales con productos comunicacionales idiotizantes como las series juveniles del canal y los programas enlatados, que tristemente gozan de buena popularidad.

El noticiario de Venevisión se jacta de tener la imparcialidad como bandera, por el simple hecho de intercalar noticias pro y contra el Gobierno, estructura muy bien pensada para confundir a nuestro pueblo, trampa en la que caen, inclusive, voceros de la Revolución.

No se puede decir que se es imparcial, cuando más del 70 por ciento de tu programación, Venevisión, destaca valores extranjerizantes, gringos en su mayoría, no se puede imparcial cuando cada 15 minutos nos “recuerdas” qué juguetes debemos comprar a nuestros hijos y que ropa debemos vestir para ser aceptados socialmente.

Lo mismo sucede con el tabloide UN, que a costa de un lenguaje populachero y diseños vanguardistas se ha ubicado en el imaginario popular como “el periódico del pueblo”. No lo eres, no puede ser del pueblo un diario que en sus contraportadas saca ventas de la muerte. No puede serlo un diario que publicita los juegos de azar y la prostitución.

Lo cierto es que Últimas Noticias ha sacado provecho a la crisis de credibilidad que sufren, los que un día fueron grandes diarios en este país y a la falta de competencia que disfrutó hasta hace muy poco tiempo.

Para poder creer en tu supuesta imparcialidad o al menos tener el beneficio de la duda, la nómina de reporteros, por ejemplo, no debía estar tan balanceada hacia la oposición como lo está hoy.

Tanto Venevisión y Últimas Noticias, como otros medios de comunicación privados en Venezuela, son inequívocamente: parciales. Lo son, pues están del lado de la plata, del tintinear de las monedas que les adormece la conciencia y les hace olvidar los valores del periodismo, con el cual debemos hacer de nuestra profesión, un magisterio.