Miguel Ángel del Pozo
En
las pasadas elecciones presidenciales (14-abril-2013) se presentó “la realidad” del trasvase de un número
importante de votos, supuestamente chavistas, a favor de la opción de las
derechas nacionales e internacionales tanto aquellas fascista-nazistas como
aquellas alienadas en el marco ideológico del capitalismo neo-liberal-consumista-obseso.
Esa realidad es real y objetiva que, indudablemente, afectó el marco de paz y
tranquilidad que, supuestamente, preveían como escenario seguro las
encuestadoras cuando anunciaban a favor de la opción chavista y su
representante-candidato, Nicolás Maduro Moros, de una alta votación a favor de
su persona y de la
Revolución Bolivariana Socialista.
La
oposición a la
Revolución Bolivariana promocionó una serie de “matrices ideológicas” que buscaban
inducir el voto de ciertos sectores sociales a favor del candidato de las
derechas, nacionales e internacionales, según, en nuestro criterio, sustentadas
en posibles realidades sico-políticas de “esos
ciertos sectores sociales” que por debilidades ideológicas en los marcos
paradigmáticos que debería haber sido impulsados por la educación filosófico-chavista
desde el proceso-en-evolución-y-en- perfectibilidad de la propia Revolución
Bolivariana, cuales [en número de votos] tuvieron el
efecto negativo para la Revolución Bolivariana Socialista y, en
consecuencia, para su candidato, Maduro Moros, en el resultado de las
votaciones arriba referidas. Aclaramos. Hemos propuesto la idea del “efecto negativo” porque esos votos se
trasladaron a las derechas y hacia sus políticas asimétricas a la Patria y, por ende, contrarrevolucionarias
expresándose en contrario a los paradigmas impulsados por la Revolución Bolivariana
induciendo un escenario político con consecuencias muy graves en la realidad
social-revolucionaria-chavista y con las lógicas reacciones sociales social-repulsivas
cuales son perfectamente conocidas por la sociedad venezolana, como un todo, como,
también, son del conocimiento internacional.
En
ese orden, es evidente que, en nuestro criterio, tres (3) sectores sociales se
vieron afectados en contrario a los objetivos nacionales de la Revolución Bolivariana
causados por esas “matrices ideológicas”
impulsadas desde “el campo
contrarrevolucionario” sin que, desde el sector de la Revolución Bolivariana,
se respondiera en concordancia a aquellas propuestas nazi-fascistas impulsadas
desde el comando de campaña del señor Capriles Radonski, su comando de campaña
y desde la MUD. Es
obligado rescatar las permanentes denuncias de políticos revolucionarios que
denunciaban un “plan B” que en
declaración pública de Roy Chaderton Matos tal “plan B” era y es, en realidad, “el
plan A” de la contrarrevolución buscando, nos consideramos, alcanzar el
poder mirafloriano por “cualquier vía”
sea ella en el marco del juego democrático, inclusivamente, participativo y/o
del “golpe de estado” como promoción
subrepticia post-electoral sin descartar dos (2) escenarios anexos: la
declaración internacional desde Washington de calificar al Estado venezolano
como un “Estado Forajido” y, en
segundo término, la “libianización de
Venezuela”; también es de nuestra obligación expresar que comulgamos con la
“tesis de la paz y el amor” promocionada
y promulgada, oficialmente, por el Presidente Maduro Moros pero “tanto va el cántaro a la fuente que se
rompe”.
Tales
sectores sociales, arriba referidos, los hemos conjugados en los siguientes
sub-conjuntos sociales: el ya, popularmente, denominado como “chavismo light”; aquel que se muestra (franela roja y debajo la franela amarilla) como chavista que
los hemos denominado como “seudo-chavistas”
[infiltrados]; y, por último,
el sector de la burocracia en diferentes ministerios y entes públicos que se
adscriben no a la profesionalidad del “burócrata”
como trabajador del Estado sino son aquellos que, por diferentes razones
personales y/o no personales, pasan “por
debajo de la mesa agazapados”.
¿Cómo se podría analizar la realidad antepuesta
por nos con la finalidad de obtener los datos necesarios y precisos para
diseñar sin perseguir en respeto a la democracia participativa imperante en
este proceso de la
Revolución Bolivariana Socialista en la actual etapa
revolucionaria con el diseño de las políticas necesarias y obligadas con el
objetivo de incorporar a toda la sociedad venezolana y, al tiempo, evitar escenarios
negativos en el marco del desarrollo del “Plan de la Patria, especialmente, a
los sectores que no se suscriben, por diferentes razones personales e
ideológicas, con este proceso nacionalista y bolivariano?
Para
alcanzar un escenario aproximado al contenido en la pregunta, nos consideramos
dos (2) propuestas: realizar el análisis de cada mesa de cada centro de
votación relacionando dichos resultados con los paradigmas sociológicos y
socio-económicos de los votantes de cada mesa analizada, según cada región
geográfica, con la finalidad de conocer las preocupaciones, necesidades y
objetivos personales y colectivos con lo cual alcanzaremos un conocimiento real
de las particularidades sociales y económicas por escenario específico; en ese
contexto, como segunda propuesta, asumamos la orden de Maduro Moros de la
constitución del Centro de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante
Eterno, Hugo Rafael Chávez Frías, como propia-personal con la urgencia y las
calidades intelectuales requeridas para el necesario diseño de propuestas de
políticas ideológico-realistas en objetividad, cruda y ruda, cuales se elevarán
a la alta dirigencia del PSUV y otros grupos políticos revolucionarios para su estudio, discusión,
corrección y aprobación con la finalidad de su implementación como política
revolucionaria chavista-nacionalista desde los diferentes entes políticos
revolucionarios con la finalidad de, primero, preparar a los cuadros
revolucionarios en la profundidad de los contenidos ideológicos de la
conjunción de la
Historia Patria adicionando el “pensamiento Chávez” (chavismo) y, como segunda etapa obligada,
informar y educar a la sociedad venezolana como un todo con la finalidad de que
esa misma sociedad se involucre en la “crítica
constructiva” del desarrollo en perfectibilidad del “Plan de la Patria”
en el marco referente de la “democracia
participativa”; es decir, ello se enmarcaría en colaboración con la
decisión del Presidente Maduro Moros de ir caminando pueblo a pueblo de la República Bolivariana
para realizar el “contacto directo” y
la “educación directa”.
¿Por qué el señor Henrique Capriles
Radonski [HCR] realizó ese
llamado a sus seguidores, adeptos, votantes y “amargaitos” proponiéndoles y ordenándoles que “…descarguen la arrechera…”
incubada en el ser individual y, como masa, en lo colectivo, por haber perdido
las elecciones presidenciales del próximo pasado 14 de abril, 2013, por segunda
vez y ante “el hijo de Chávez”, Nicolás Maduro Moros?
La
preocupación, seguramente, por tan tamaña orden impartida por HRC a sus
seguidores, ha debido hacer “saltar las
alarmas” en el Gobierno Bolivariano, en los sectores sociales
revolucionarios y en el “poder popular”.
Era un llamado franco, abierto y sin “medias
tintas” que representaba la máxima expresión de la “lucha de clases” impuesta por las derechas nazi-fascistas
venezolanas. Aquello nos retrotrajo a los pasados comportamientos tan típicos
de Acción Democrática y de COPEI cuando se enfrentaban con violencia, durante
la 4ta. República en, durante y post-elecciones presidenciales.
Pero
¿Por qué HCR, en un lenguaje corporal que los historiadores hemos tipificado
como “hitleriano”, “voz en cuello”, osa lanzar a sus “huestes nazi-fascistas” a expresarse,
según ese lenguaje corporal, violentamente, contra “los chavistas”? Teníamos que buscar y encontrar respuestas
apropiadas además de las permanentemente expresadas desde el Ministerio de
Información y Comunicación (SiBCI) cuales transmitidas por los “medios públicos” han venido informando
y educando a la sociedad civil, particularmente, a los revolucionarios. En la
bibliografía consultada encontramos un muy serio trabajo del polémico
intelectual alemán, Peter Sloterdijk, titulado: “Ira y Tiempo” (Biblioteca de
Ensayo Siruela. Madrid, 2010, pp. 291).
El
señor Sloterdijk propone la reflexión sobre la “thimótica” (thymos). La Revista Observaciones
Filosóficas publica un texto de Susanna Bozzetto titulado: “Sloterdijk: la ira en los tiempos del capital. O de cómo se detuvo el
motor de la historia” cual en su primera frase nos expone que Sloterdijk “…recolecta en su libro…reflexiones acerca
del papel que ha jugado la ira en la historia de la humanidad como factor
político y psicológico…”
Pero
¿cómo se define: thymos? Nos responde
Wikipedia que “thumos” [“thymos”] que
“…the word indicates a physical
association with breath or blood. The word is also used to express the human
desire for recongnition…” (“…la palabra [thymos] se
refiere a una asociación física con la sudoración y/o con la aceleración
sanguínea. El vocablo se refiere, así mismo, para expresar el deseo humano
hacia el reconocimiento [personal]…”). En ese orden, el vocablo-concepto
“thymos” según nos lo comunica el
mismo referente mencionado más arriba que en el idioma griego actual “thymos” significa, sencillamente: “…anger…” [“arrechera”].
En
la misma línea de desarrollo, pareciera que podríamos definir que las actitudes
y comportamientos del señor Capriles Radonski están enmarcadas en sus reacciones
thimóticas. En los escritos de Homero el
concepto “thumos” [“thymos”] “…was
used to denote emotions, desire, or an internal urge. Thumos was a permanent
possession of living man, to which his thinking and feeling belonged. When a
homeric hero is under emotional stress he may externalize his thumos,
conversing with it or scolding it…” (“…[el referente thumos] fue utilizado [por
Homero] para expresar emociones, deseos, o una urgencia interna. Thumos fue
una permanente posesión de un hombre vivo, a quien sus pensamientos y
sentimientos le pertenecen. Cuando un héroe homérico se encuentra bajo [una]
presión emocional pudiera externalizar su thumos, [así como pudiera] enfrentarlo
o [pudiera] rechazarlo…”)
¿Adónde
nos encaminamos? ¿Por qué las reacciones thimóticas de HCR? ¿Son esas
reacciones personales de HCR, simplemente, ellas serían reacciones
sico-personales y/o detrás de esas reacciones, también, se expresaría “el plan A” como según nos lo propone
Roy Chaderton Matos y/o es la lógica, objetiva y real combinación de ambos
escenarios? En anterior, nos mojamos expresando que HCR es inteligente y
peligroso por sus palabras e imágenes expresadas en cada oportunidad que se
dirige a la sociedad venezolana como un todo conjunto social. Hemos expresado
que su imagen prefigura actitudes similares a la de aquel “asesino de la
Historia” que llevó a la muerte a millones de judíos,
gitanos y todo aquel que no concordara con sus tesis antropológicas (antropología sicológica de Occidente nos dice
Sloterdijk en el texto en referencia. Para decirlo en sencilla frase: “Choque
de Civilizaciones” y/o bien en términos marxistas: “lucha de clases”. Para los
gustos eclesiales: ideología judeo-cristiana. Parece que Washington ha comprendido
el marco paradigmático del marxismo).
Pero
ello no es todo. Nos comulgamos con que la participación de HCR, su comando de
campaña y la MUD,
como todo un conjunto socio-político, en las pasadas elecciones referidas del
14 de abril próximo pasado y adicionándonos a la tesis de Chaderton Matos del
“plan A”, es “el proyecto” que camina hacia desarrollar escenarios de caos
buscando declaraciones internacionales de intervención internacional,
primeramente, desde órganos internacionales para imponer la tesis de la
intervención directa en Venezuela. ¿Por qué?
Nos
hemos reiterado, una y otra vez, que la propuesta de análisis elevada por José
Vicente Rangel Vale sobre la “nueva política Obama” debe ser no
solo considerada sino estudiada en profundidad porque sus contenidos en
escenarios internacionales nos demuestran la importancia geoestratégica de
Venezuela en los escenarios futuros hasta el 2020. Para comprender la tesis
contentiva de la “nueva política Obama” debemos comprender el significado de la
reingeniería geoestratégica-militar que se está desarrollando en lo militar en
el Pentágono con la profundización de nuevas tecnologías navieras, la guerra
cibernética, la guerra espacial, el movimiento y ocupación de espacios
geográficos específicos en la
Región de Asia y el Pacífico, la renovación de acuerdos de
seguridad y defensa entre los EEUU de América y sus países aliados y socios y,
por último, las tesis desarrolladas sobre el “Derecho del Mar” y las rutas comerciales y militares marítimas. En
el plano geopolítico, la “nueva política Obama” se enmarca en
lo socio-económico tanto a lo interno del país estadounidense como en su
confrontación directa, principalmente, con la República Popular
China y, en segundo término, con Rusia buscando socavar con respecto a Rusia su
futura y objetiva influencia en la Comunidad Europea gracias a sus exportaciones de “crudo y gas”. Escenarios apartes pero
nunca descartables son África y el Medio Oriente. La Comunidad Europea
“c´est malade”.
Washington
está perfectamente en conocimiento de “sus
debilidades energéticas” a pesar de la neo-política-energética de “desarrollo profundo” de los actuales
activos energéticos estadounidenses con un lapso de existencia objetiva no
mayor, probablemente, del año 2020. En ese contexto y escenario objetivo y
realista, Washington necesita de la energía (léase:
crudo y gas) en existencia al sur geográfico del río Bravo y del estado
de la Florida,
especialmente, de las reservas probadas, por ahora, de Venezuela cuyas reales reservas
bien conoce el Poder estadounidense desde aquellos humillantes tiempos
históricos del “gomecismo ramplón”.
Ese escenario obliga a Washington a “involucrarse
profundamente” en la realidad política actual venezolana cuando, en
conocimiento, la
Revolución Bolivariana expresa su carácter bolivariano, nacionalista
y socialista cual es extensivo en cooperación económica, en mutuo beneficio,
con sus vecinos geográficos obligando a Washington, además, a rediseñar su “Doctrina Monroe”.
Regresando
al comienzo de nuestra propuesta sobre los “chavismo
blandengues”. Esos sectores sociales no han percibido que en un escenario
donde se someta a Venezuela a una “libianización”,
ellos no tendrán ni visa ni “green card” para
residir en Miami trabajando como “chicos
y chicas de MacDonald´s”.