Miguel Ángel del Pozo
En
nuestro texto anterior (“José Vicente Rangel tiene razón”) anunciábamos sobre
exponer las relaciones entre Washington, por una parte, con Caracas y La Habana,
en el marco de la “nueva política Obama” (JVR dixit), por la otra. Washington, en
el marco de su crisis estructural, acéptese bien se rechace, dicha tesis,
necesita objetivar dicha crisis en la actual realidad global del capitalismo en
su carácter como imperio y la profunda
crisis objetiva relacionada, directamente, con su imperialismo. Es decir, los
EEUU de América sobre la base de su política sustentada en la “Doctrina Monroe”
(léase: “patio trasero”), suscrita en el siglo XIX, su reingeniería, de fecha
reciente y previa a la decisión ejecutiva de trasladar los intereses
estadounidenses a la Región de Asia-Pacífico, ha entrado en una seria
contradicción con el desarrollo de las políticas nacionalistas-latinoamericanas
y del conjunto político-decisorio sustentado en los organismos
institucionalizados como Unasur, CELAC, Mercosur, ALBA, entre otros, donde
están representados todos los países al sur del estado de la Florida (sede de
la 4ta.flota estadounidense) y al sur del río Bravo, frontera entre los Estados
Unidos Mexicanos y los EEUU de América. Es decir, consideramos que la reunión
de Puerto España (Trinidad) cuando el Comandante, Hugo Rafael Chávez Frías, le
presentó un obsequio en libro al Presidente Barack Obama para incitarlo a
conocer las “Venas Abiertas de América Latina” para que ello le permitiera
reflexionar sobre el futuro de las relaciones entre ambos lados del Mar Caribe,
consideramos, reiteramos que tal gesto de estadista por parte del Comandante
pareciera que no pasó del “zaguán” de la “buena fe” del chavista Comandante.
El
tema arriba propuesto es más grave que las expresiones en contenido de dichas
ideas y, consideramos, es preciso comenzar a desglosarlo para su análisis y,
por ello, poder diseñar las líneas políticas en las cuales se sustenten las
relaciones bilaterales y continentales americanas. Lo anterior nos obliga a
preguntarnos porqué el Poder (Müller Rojas nos proponía) estadounidense se ha
visto en la necesaria aceptación de su realidad de las contradicciones en el
marco del sistema capitalista en la triangulación compuesta por el propio EEUU
de América, la Comunidad Europea y la República Popular China (no rechazamos
por su no incorporación, por ahora, al
resto de los países de la BRIC: Rusia, India y Brasil sino que en el actual
escenario, ellos, los mencionados, aún tardarán unos tiempos prudenciales de
crecimientos económicos sostenidos para poder impactar las contradicciones
internacionales del capitalismo global tan cual lo conocemos y aceptamos en las
actuales realidades objetivas). Es demostrable, fehacientemente, que China ha
desarrollado unas políticas económicas (estructurales) desde 1979 (según
decisiones políticas del PCCh) que le han permitido no solo una muy alta
acumulación, una balanza comercial con los EEUU de América muy positiva, una
seria y profunda relación con países importantes latinoamericanos y un
crecimiento continuado en los escenarios internacionales. No todo queda ahí
pero estas líneas son cortas y nos desviarían de nuestro tema fundamental cual
es las relaciones de Washington con Caracas y La Habana. ¿Ello quiere precisar
que otros importantes países y sus gobiernos están exentos de álgidas
relaciones con Washington? Para nada! Tenemos, por ejemplo, que el Presidente
Rafael Correa (Ecuador) debe de ser (o es) el próximo objetivo de Washington;
quizás con el Presidente Evo Morales se presente otros factores más cercanos a
lo “autóctono-tradicional-telúrico” americano que podría revertir a lo interno
de los EEUU de América vista los reales problemas con los denominados por el
status quo estadounidense como “america native” (¿irónico y/o cínico?) y, para
no dejarlo en el tintero, los continuos ataques a la Presidenta Cristina
Fernández como, reiteradamente, en sus “Confidenciales” expone JVR en su
programa “José Vicente hoy” (Televen).
Viajemos
por los tiempos históricos regionales. La “realidad cubano-fidelista” (con la
venia del Comandante Fidel) ha sido, por una parte, el “dolor de cabeza” del
imperialismo yanqui; por la otra, la inoperancia de una política absurda,
estúpida, pero necesaria para y de Washington en el marco del concepto
histórico: “imperio”. Es decir, en la realidad cubana, los EEUU de América
expresó sus dos (2) conceptos: imperio e imperialismo al mejor modo británico
en la “apertura china” durante el siglo XIX pero sin “alcanzar puerto”. Cabe la
pregunta: ¿el socialismo cubano ha sido y es un mal ejemplo para la América
Latina? A decir de los “think-tank” estadounidenses y las decisiones tanto del
Legislativo como del Judicial estadounidenses, Cuba es “la incomodidad del
imperio” en su denominado (según Washington) “patio trasero”. Es decir, no hay
un “think tank” que no haya expuesto soluciones para solventar el “problema
cubano” desde las más radicales como invadir en cualesquieras formas se nos
apetezcan pensar hasta el “soft-coup-de-etat” al mejor modo-propuesta de los
“liberales estadounidenses”. En el Legislativo recordemos la “Ley Helms” y en
el Judicial la torpe decisión no-jurídica de encarcelar a un grupo de
anti-terroristas cubanos que han debido darles, en el marco de la tan
“cacareada” política “anti-terrorista”, la medalla del “Corazón Púrpura”. En
fin, debemos mantener presente que lidiamos con el imperio yanqui.
En
ese mismo orden de ideas, los tiempos “caminan” inexorablemente y con ellos, también,
los líderes políticos. El mundo global capitalista objetivaba realidades a las
cuales ningún país podía evadir siendo obligante asumir esos caminos y, con
inteligencia y picardía latina y paciencia china, afrontar realidades buscando
transformarlas en situaciones positivas. Pero “el destino” (quizás hasta los
designios del Creador) hicieron “saltar a la Historia” latinoamericana a un
hombre que se ha transformado en líder; nos referimos a Hugo Rafael Chávez
Frías. Ya tenía Washington bastante con Fidel Castro para que le apareciera otro
líder que le “latiera en la cueva” del “patio trasero” con el agravante, no
esperado, que esos ladridos se expandieron por todo el continente americano
incluyendo Harlem. En ese orden, se nos presentan dos (2) escenarios: que el
chavismo como “marco referencial” en conciencia se posicione continentalmente
“sin vuelta atrás”; y, que Washington no comprenda las nuevas realidades
continentales americanas en el marco de esa “nueva
política Obama” (JVR dixit) exponiendo preferencias asiáticas en las costas
al sur del río Bravo sobre el Pacífico.
Adentrémonos
en realidades geoestratégicas latinoamericanas con incidencias en lo
norteamericano. ¿Está en capacidad Washington de sostener una guerra-invasión
actual en algún país al sur del río Bravo y/o al sur del estado de la Florida
en conociendo las realidades que se están desarrollando en el seno de la Unasur
con extensión a la CELAC en base a la “nueva doctrina militar” suramericana?
Vista las realidades en contradicción que se están presentando con la presencia
militar estadounidense en Iraq y Afganistán y la matriz de opinión de oposición
a esa presencia que ya camina por los pasillos del Congreso estadounidense y,
sí se aprueban las denominaciones a secretarios de Defensa y de Estado
estadounidense ¿podrá el Pentágono mantener un escenario de “guerra de bajo
perfil” como el que se está desarrollando en México con el “Plan Mérida” y las
actuaciones del “Cartel de Sinaloa”, en su “nueva
política Obama” (JVR dixit) para la Región de Asia-Pacífico? Otra pregunta
sería ¿Qué opina Washington, realmente, sobre las negociaciones de paz que
sostienen el Gobierno colombiano por decisión valiente del Presidente Juan
Manuel Santos y las FARC visto el escenario actual de declaraciones desde el
Departamento de Estado estadounidense sobre el 10 de enero (2013) cuando,
constitucionalmente, comience el nuevo periodo presidencial del Comandante
Chávez Frías aceptando que dicho gobierno comenzó, de facto, al día siguiente
de su elección democrática participativa el día 07 de octubre próximo pasado
(2012) por decisión mayoritaria y participativa por el pueblo chavista y el
Poder Popular?
Pareciera
que Washington tiene mas de una preguntar que hacerse y responderse vista sus
realidades geopolíticas y geoestratégicas cuando, por ejemplo, por decisión
ejecutiva, el Gobierno de Barack Obama ha decidido desarrollar su industria
petrolera hasta la “crisis del 2020”.
Vayamos un poco más allá. El traslado de los intereses del Imperio yanqui hacia
la Región de Asia-Pacífico que, por ahora, es de consolidación
militar-estratégica, deberá considerar varios escenarios obligantes; en primer
lugar, coordinar políticas geoestratégicas de defensa entre dos (2) adversarios
históricos como lo son Japón y la República de Corea (debemos tener presentes
las realidades de la “Guerra Sino-japonesa” de 1894-95 y las realidades de la
2da. Guerra Mundial en el Pacífico); superar los “altibajos” que se podrían
presentar en Filipinas por uso de bases navieras militares en recordando
aquellas realidades de la “Guerra en Vietnam” y el rol que se desarrolló en
Filipinas; afrontar las realidades con contradicciones en sus relaciones con
Taiwan vis a vis China y el tema de las ventas militares; las realidades en las
relaciones entre Australia y China y el reciente acuerdo militar alcanzado
entre Washington y Sidney. Solo por mencionar algunos escenarios pero el tema
fundamental siempre será las variables económicas que están en “pleno
desarrollo” en la Región de Asia-Pacífico que requerirá de un muy alto consumo
de crudos procedentes de diferentes países petroleros. ¿Podrán los EEUU de
América competir en el mercado internacional petrolero con China, la India, los
denominados Tigres Asiáticos, Japón y su costa occidental estadounidense? ¿Cuál
es la política geoestratégica de Canadá y sus realidades en sus costas
occidentales? ¿Tendrán los EEUU de América, obligatoriamente, que desarrollar
el escenario petrolero en Alaska aún y en contra de los ambientalistas?
¿Necesitarán los EEUU de América alcanzar acuerdos con Caracas en temas de
“mutuo interés” aún a sacrificio de sus “súbditos”? Por último, ¿ganarán los
halcones sobre las palomas?