ERA POST PETROLERA, UN CAMINO NECESARIO
La peor condena que hemos heredado del pasado ha sido la cultura minera de vivir del petróleo
Marcial Barrios
Es claro que en Venezuela el despertar ecológico en la mente de los ciudadanos es cada día más evidente y abre la brecha para una nueva era donde el principal producto de exportación de Venezuela como lo es el petróleo, sea cuestionado como forma de vida y donde se comienzan a dibujar las fuerzas populares de un cambio eco político. La unión por el fin ambiental también desarma cualquier tesis egocéntrica y populista.
La era post petrolera debe ser el objetivo de esta generación que ha nacido signada bajo las amenazas de los medios de producción y consumo ya sean del capitalismo, socialismo y el comunismo. Donde durante el siglo XX y XXI se ha visto y se continúa viendo a la madre tierra como un espacio para destruir los ecosistemas con el pretexto del desarrollo.
Los bosques del Sur del Lago de Maracaibo fueron arrasados tras la tesis de los suelos “más fértiles de Venezuela”, los causes de los ríos del Delta del Orinoco fueron cambiados con el objetivo de lograr el “granero de Venezuela”, Los pozos petroleros continúan dejando devastación y contaminación así como la explotación degenerada de hierro, níquel, oro, etc. Donde los ríos se ven contaminados bajo la mirada inclemente de un Ministerio del Ambiente que lleva casi cuatro décadas de espalda al nombre que representa. El peligro latente de la energía atómica y la guerra sucia contra las energías limpias hoy ya son evidentes.
Pero hoy en día los ciudadanos se han fortalecido en el conocimiento del tema y es creciente la información y las organizaciones no gubernamentales, así como los ciudadanos dispuestos a integrar una fuerza defensora del ambiente. El marco legan también es parte de ese impulso que respalda el desequilibrio ecológico. Pero sin embargo el deterioro del ambiente en Venezuela continúa a una velocidad mayor que el crecimiento de la conciencia ambiental.
Es de vital importancia saber que la conservación del ambiente no es responsabilidad de un grupo político. La responsabilidad es de cada individuo, cada uno de nosotros contribuimos con el bien o el mal en el destino de los territorios nacionales afectando millones de vidas humanas y no humanas que se desarrollan en este mundo.
Desde El Comunicador Ambiental, hoy pedimos a cada uno de las personas que lea estas letras que se incorpore en la divulgación de la campaña por la Carta de la Tierra, El Protocolo de Kyoto, e involucrarse en las actividades de las ONG que hagan vida en el mundo del reciclaje, la reforestación, y en el reconocimiento del poder necesario de la naturaleza.
Ya tenemos en Venezuela la plataforma de las redes ambientales, ONG, alcaldías y hasta un partido político con tendencia ecológica como lo es El Movimiento Ecológico de Venezuela, cada quien puede buscar su espacio dentro de esta organizaciones para poder contribuir a frenar el ataque que la falta de planificación humana causa sobre el medio ambiente.
Dejemos una huella, pero una huella que sirva para contribuir con un mundo libre y prospero de naturaleza, pensemos firmemente que la peor condena que hemos heredado del pasado ha sido la cultura minera de vivir del petróleo, el camino verde se ve en la era post petrolera.