RADICALIZACIÓN DEMOCRÁTICA
En sus artículos el camarada Javier Biardeau, se interroga sobre las direcciones que tomará el proceso en Venezuela; desde una revolución que aspira al socialismo, superando los obstáculos de lo que hasta ahora ha sido un proyecto nacional, popular, democrático. ¿Le hace falta a la estrategia socialista un empuje adicional y constituyente, que cualifique a la revolución bolivariana? Se pregunta.
Aquí la respuesta: "El momento que se perfila debe partir de la revisión sin concesiones, basada en el debate revolucionario, es necesaria una acción política que responda definitivamente a las demandas del pueblo constituyente para la construcción de un nuevo bloque histórico de la Multitud". Tendrá claro el lector a estas alturas, que suscribimos como nuestro este discurso y lo flexionamos sobre sí mismo, para decir, que dicho movimiento hace urgente la emergencia de muchas puertas y numerosos caminos en los que converjan, en el mejor de los escenarios y en igualdad de condiciones, la también multitud de corrientes revolucionarias, que desde prácticas locales de carácter parcial, aspiran a acariciar la totalidad.
La riqueza de estas experiencias podría languidecer ante el encierro, el anonimato y la exclusión de los espacios legítimos del poder; o por el contrario, que desborden estos causes a fin de encontrar su propio camino. Ambas cosas indeseables. El líder y el partido, deben conocer y calcular la composición social y de clases de los distintos modos de expresión de la Multitud constituyente, así como su necesaria relación con lo constituido, para predecir lo que está por constituirse, para que la movilización social adquiera el sentido de ascenso al conflicto y la confrontación con el régimen del capital.
Superar la inercia de la cultura política, de las lógicas inscritas en el ADN del Estado burgués venezolano, caracterizado por rentismo, clientelismo, burocratismo antidemocrático, parasitismo, partidismo y muchas otras deformaciones estructurales, que hacen imposible avanzar hacia un proyecto socialista.
Es la tarea pulverizar los obstáculos y las trampa-jaulas del Estado burgués y con ello su hegemonía, es deslastrarse de las formas de participación que sólo privilegian las mascaradas de la democracia representativa y las prácticas de aparato, la conservación de estratos de dirigentes sin dirigidos ni inserción social real en las luchas y los imaginarios de la gente, asumidos como fin en sí mismo, como funcionariado tutelar y en fin, todo lo que enfrenta cualquier expresión de la democracia directa.
Por eso, para no quedarnos apoltronados cómodamente bajo las sombras del triunfo del 14-A, y luego sobresaltarnos en unos cuantos meses por la lógica perversa de una nueva contienda electoral municipal, es necesario avanzar rápidamente sobre el tablero, consolidando lo que el Presidente, nuestro comandante eterno Chávez, llamó en su momento Nueva Geometría del Poder; particularmente en lo referido a las comunas, acompañando esto, de la proliferación de consejos de trabajadores y otras formas organizativas de la Multitud. Una tarea concomitante sería el relanzamiento de los espacios de la mediática popular, teniendo como ejemplo, la experiencia de distintos colectivos y lo logrado en todo este tiempo.
Biardeau remata: "Es hora de articular una pluralidad de demandas de radicalización democrática que han quedado sumergidas en la revolución, que apuntan, no a la construcción de una transición eterna hacia ningún socialismo, sino hacia la viabilidad concreta del socialismo desde abajo", es en ese sentido que apostamos a las propuesta que nuestro camarada Nicolás Maduro viene concretando a través del gobierno de calle a un ritmo acelerado y seguro, enfocando la energía en la potencia constituyente del Poder Popular.
Juan Barreto Cipriani