Las experiencias acumuladas hasta la fecha han sido
diversas; en unos casos más sólidas que otras, pero más allá de las
diferencias, hay plena coincidencia en que para dar viabilidad operativa a los Consejos
Comunales es preciso brindar apoyo a la formación de los y las ciudadanas de
manera que cuenten con recursos, herramientas y conocimientos suficientes y
pertinentes para diagnosticar su realidad, identificar y jerarquizar problemas
sociales, diseñar planes y proyectos de intervención a cabalidad, ejecutar,
monitorear y evaluar la experiencia, todo ello promoviendo dinámicas
comunitarias participativas.
Actualmente los
Consejos Comunales se presentan como los organismos más avanzados en la organización
popular para el ejercicio de los gobiernos comunitarios, como vía operativa
para la concreción de un modelo social democrático, participativo y
protagónico, así como medio para instrumentar las decisiones de las Asambleas de Ciudadanos y Ciudadanas a través de la articulación de
las organizaciones populares tales como los comités de barrio, de salud, de
tierra, de desempleados, las mesas técnicas y las organizaciones sociales
comunitarias entre otras, entonces es necesario un mayor esfuerzo para avanzar
en ese sentido.
La figura de los Consejos Comunales es reciente en el
país, se encuentran en plena construcción en el seno de comunidades que han
revelado (en intensidades variables) cierta debilidad para establecer procesos
de comunicación, diálogo y acuerdo. Por otra parte, es una experiencia que se
ha ido consolidando y reestructurando sobre la marcha, y que ha dado lugar a
dificultades y obstáculos que, por encima de las particularidades de cada
localidad, coinciden en términos generales.
Los Consejos Comunales tienen, además de los objetivos
que en sí mismo entraña, un componente pedagógico relevante, toda vez que han
promovido entre las comunidades la necesidad de organizarse en función de
intereses colectivos, la necesidad de escucharse, reconocerse, crear acuerdos y
diseñar intervenciones para mejorar su realidad, su calidad de vida. Más allá
de las particularidades que la conformación de los Consejos Comunales tenga en
cada sector o localidad (como se registra preliminarmente) existe un conjunto
de problemas, obstáculos y retos comunes, muchos de ellos atravesados por
importantes déficits de información/formación. Se trata de una creciente
necesidad de conocimientos y saberes de órdenes diversos (conceptuales, legales
y prácticos) que de manera sencilla se incorporan a la dinámica de los Consejos
Comunales.
Teniendo las comunidades, ciudadanos y ciudadanas
cierta experiencia en ello, el Estado y el gobierno nacional se ve en la
necesidad de brindar el apoyo suficiente para que se concrete este esfuerzo, y
se traduzca en un eficaz y eficiente apoyo, sin interferir en los procesos de
organización propiamente comunitarios, es decir, apoyar las iniciativas sin por
ello desvirtuar el carácter orgánico y comunitario que en su misma concepción se
espera los caracterice.
Una
actitud de apoyo y acompañamiento que no se traduzca en la tutela estatal que
termina coartando y/o desvirtuando la iniciativa local, pero que sí brinde el
apoyo necesario para dar viabilidad operativa al quinto motor: la explosión del
poder comunal. La experiencia inicial revela que más allá de las
particularidades, la consolidación de la propuesta de los Consejos Comunales
requiere apoyo suficiente para garantizar su viabilidad operativa, al tiempo
que se favorece la consolidación de una cultura de real imbricación entre
saberes académicos y comunitarios. En esa dirección se encuentra la propuesta
del Programa de Formación con Consejos Comunales: desde un enfoque de derechos.
Juan Barreto Cipriani